Punto de partida
Los planes de Japi Jane para escalar el negocio por Latinoamérica
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Fue el domingo pasado a las 21:30, justo el día previo a la celebración del 14 de febrero, el día del amor. Al centro de la torre del Costanera Center, se podía ver proyectado el nombre de la marca Japi Jane. La fundadora de la empresa de juguetes sexuales, la estadounidense Jane Morgan (43), lo subió a sus redes sociales con el mensaje “Ahora vibramos alto”.
“Febrero es nuestro mejor mes y siempre lo pasamos muy bien en nuestras tiendas en esta fecha. Y con esta proyección queríamos apropiarnos del 14 de febrero y ponerle un poco de humor”, cuenta.
No contaba con que al día siguiente recibiría una carta de los abogados de Cencosud, dueños de la torre, pidiéndoles que bajaran la imagen de sus redes. “No querían que se malentendiera que Japi Jane tiene algo que ver con Cencosud, porque de verdad no tenemos ninguna relación… aún”, explica Jane.
Aún, insiste. Porque entre los planes 2022 de la empresa está justamente entrar a los grandes retailers y masificar su marca. Un salto que están listos para dar luego del crecimiento explosivo de los últimos dos años.
Ya están en el Marketplace de Ripley y en Babytuto, la compañía que acaba de ser comprada por Walmart. Y Jane adelanta que se encuentra negociando con varios otros retailers. Porque este año, no solo quiere seguir creciendo con su e-commerce, sino además está enfocada en desarrollar su marca propia de juguetes.
Ya tiene los primeros prototipos que mandó a hacer a una fábrica a China y su meta es llegar a fin de año con al menos 30 productos propios que tengan la marca Japi Jane.
Desde ahí, el próximo paso es dar el salto a Latinoamérica. “En 2023 queremos lanzar el mensaje de bienestar de Japi Jane a toda la región y posicionarnos como la marca líder de este segmento. Me gustaría ver de aquí a cinco años nuestra marca en toda Latinoamérica, principalmente en Colombia, Perú y Argentina”, dice.
La industria vinculada a lo que hoy se conoce como “bienestar sexual” fue de esos negocios que lejos de caer, salieron ganando durante la pandemia. La búsqueda del placer en medio de la catástrofe, llevó a que muchas personas que nunca habían experimentado con juguetes, se lanzara a la aventura. Y el fenómeno no fue solo en Chile, sino a escala mundial.
Según un estudio de la consultora de mercado Arizton publicado por Bloomberg, se espera que el mercado del bienestar sexual crecerá 7,83% entre 2020 y 2026, para alcanzar ingresos globales sobre los 45 mil millones de dólares.
Para Jane Morgan, lo sucedido en pandemia fue la oportunidad de empezar a escalar el negocio que abrió hace 15 años casi sin querer.
De Missouri a Santiago
¿Cómo una mujer educada en un colegio tradicional católico en San Luis, Missouri, Estados Unidos, termina transformándose en la principal exponente de la venta de juguetes sexuales en Chile? Es la historia que Jane Morgan ya plasma en un libro con la espalda de una editorial y que piensa lanzar en 2023.
Porque la verdad es que Jane nunca pensó en ser emprendedora. Fue algo que se dio, reconoce ahora.
Mientras estudiaba ingeniería comercial en la Universidad de Washington en Missouri, llegó de intercambio a Chile para aprender español. Aquí conoció a quien sería su primer marido.
Después de volver a su país, entró a trabajar a Price Waterhouse Coopers y pidió un traslado a la oficina de la auditora en Santiago. Luego se empleó como encargada del área de finanzas de una fundación norteamericana, donde estuvo cinco años. Hasta que un día decidió comprar un juguete sexual.
Y le comentó a sus amigas. Ellas quisieron saber más y a Jane se le ocurrió importar algunos productos desde Alemania para ver qué pasaba.
El boom fue inmediato. Decidió que se dedicaría a su propio negocio y renunció a su trabajo. Cuando ganó el primer millón de pesos no lo podía creer, pero su meta era lograr ganar el mismo sueldo que recibía en la fundación, con su emprendimiento. Y luego de dos años, lo logró.
En un principio el canal de venta era casa a casa, un encuentro que ella llamó Tuppersex, y que básicamente eran reuniones donde ella llegaba con su maleta de juguetes. Hasta que un día recibió una carta de los abogados de la empresa Tupperware desde Estados Unidos, donde le decían que no podía usar esa marca para sus reuniones. “Me sentí tan importante. Ahí dije, ‘ahora sí soy grande’, y tuvimos que cambiar el nombre a Japi Fiesta”, cuenta.
El carro de compra
Partió con un e-commerce y fue uno de los primeros sitios de este tipo en Chile, con carro de compra incluido. Y luego decidió abrir su primera tienda en Providencia, comuna que dejará a mediados de año para instalarse en el nuevo Mercado Urbano Tobalaba que se construye en la esquina de Providencia con Nueva Tajamar.
Abrió dos tiendas más: en 2013 una en el centro de Santiago y al año siguiente otra en Viña del Mar. En junio de 2016 inició su expansión a Perú, con un e-commerce en ese país. Pero las cosas no funcionaron bien. Se dio cuenta de que para abrirse camino en otras latitudes, ella tenía que estar presente en ese mercado. Así que a mediados de 2020 decidió cerrar y concentrar sus energías en el mercado online nacional. Invirtió en una buena plataforma de pagos, en una bodega y en un sitio web completo.
Así la pilló la pandemia: preparada para hacer frente a las ventas online que empezaron a multiplicarse. Además, previendo que los envíos de productos podían demorar, hizo una gran compra y llenó sus bodegas, lo que le permitió sortear los meses de restricciones en el comercio internacional sin quebrar stock.
El primer año de pandemia las ventas se dispararon: crecieron un 50%. Ahí, Jane decidió inaugurar una nueva tienda física ubicada en Vitacura. Y aunque el ritmo de crecimiento en 2021 tendió a estabilizarse -en 2021 creció 28%-, hoy Japi Jane es una empresa que vende 2 millones de dólares al año, en la que trabajan 34 personas, entre ellas, Juan Ladrón de Guevara, el marido de Jane, quien decidió abandonar la industria minera y se sumó hace un mes al staff como gerente de operaciones de la firma.
“Este es el año para escalar el negocio”, adelanta Jane, quien además cuenta que estará pronto en televisión abierta: “Estamos en conversaciones avanzadas con La Red para tener mi propio programa de conversación sobre sexualidad”.