Punto de partida
Simón Borrero, fundador de Rappi: “Como países necesitamos dejar claro que el crecimiento económico es política de Estado"
-
Cuéntale a tus contactos
-
Recomiéndalo en tu red profesional
-
Cuéntale a todos
-
Cuéntale a tus amigos
-
envíalo por email
A menos de 24 horas de ser padre, el cofundador de Rappi Simón Borrero se conectó desde Bogotá para inaugurar la tercera versión de MAS Pitch. Lo hizo como se viste usualmente: polera blanca y Airpods. Fiel a su estilo, y en menos de 20 minutos, el emprendedor de 41 años no esquivó ningún tema ante el público que lo oía atento en la Corporación Cultural de Las Condes: compartió episodios personales en los éxitos y fracasos de Rappi, adelantó detalles de su esperada IPO, e incluso habló -sin filtro- de política latinoamericana.
En conversación con el periodista de DF MAS Juan Pablo Silva, el CEO de Rappi explicó la motivación de fundar una compañía y del propósito de sus productos: “Nosotros creemos que la innovación no viene de grandes ideas de los fundadores, sino que de los dolores de nuestros usuarios”.
IPO: “Podríamos hacer un exit mejor si aceptamos la oferta de compra de otras compañías”
El emprendedor colombiano comenzó entregando un dato clave en la historia empresarial de Rappi: han estado cerca de quebrar en cinco ocasiones. “Esa convicción, de creer que vamos a salir adelante, siempre nos ha ayudado”, explicó.
Hoy, en cambio, la firma -actualmente valorada en más de US$ 5.000 millones- está pasando por un buen momento financiero: Borrero señaló que llevan tres trimestres seguidos generando utilidades. “Para nosotros es rarísimo, porque llevamos años y años tratando de lograrlo. La empresa ahora es autosostenible”, apuntó el emprendedor.
Sobre la IPO, negó que exista presión por parte de los inversionistas para llevarla a cabo. “Más que por la plata que uno recoge, para nosotros es lo que va a significar para Latinoamérica. Y la verdad, podríamos hacer un exit mejor si aceptáramos la oferta de compra de otras compañías”, explicó.
Y agregó: “Buscamos hacerlo porque queremos seguir construyendo las siguientes décadas en Latinoamérica y también para lo que significaría en la región para los futuros emprendedores. Tener una IPO de una empresa que arrancó de la nada y que se hizo en una década, le puede dar mucha inspiración a founders”.
- ¿Estás preparado para ser CEO de una empresa pública o has pensado en algún cambio?
- Nada preparado. Pero eso es lo que uno hace como founder. Es ridícula la tasa de crecimiento de estas startups y ningún ser humano está preparado para crecer así de rápido. Hay que hacer de todo: leer mucho, estudiar bastante, hay que rodearse de gente muy buena. Y hay que tener una combinación de mucha humildad personal, pero de bastante convicción y terquedad por la misión. Eso ayuda.
Sobre los cambios internos de la compañía, que ya tiene nueve años de historia, Borrero reflexionó: “Obviamente ha sido un proceso de crecimiento enorme, pero no es tan diferente como la gente cree. Los US$ 5.000 millones (de valorización) son en el papel. Además, Rappi ha pasado por momentos donde hemos tenido tres semanas de caja y donde la empresa se iba a morir con cientos y cientos de empleados. Cuando yo digo ‘creérsela’, es creer lo que uno es capaz de hacer y hacer algo enorme. Pero también hay una parte mala, de gente que se cree que es increíble y que ya lo logró. Pero en eso nosotros no hemos tenido ni siquiera la oportunidad de pensarlo, porque cada año la empresa ha estado al borde de morir”.
Montaña rusa
“Al inicio, cuando uno comienza una startup, en el día a día se vive una montaña rusa: en un momento estás en la cima del mundo y a las ocho horas sientes que se acaba la empresa. Cuando la compañía empieza a crecer, eso comienza a ser mucho más brusco. Los altos son más altos y los bajos son más bajos. Por eso, toca trabajar en tu mente y en la fortaleza mental, porque como líder nunca puedes estar así para tu equipo”, reflexionó Borrero.
Y agregó: “Mis momentos más duros y estresantes han sido donde menos he trabajado porque son episodios donde no estoy tan conectado con lo que tengo que hacer. Son pocas semanas difíciles donde el trabajo no lo estoy disfrutando tanto. Pero cuando me conecto de nuevo, todo fluye mejor”.
Además, el CEO de Rappi reflexionó sobre los elementos que han sido claves para liderar una compañía unicornio: “La cosa que más me ha ayudado en este camino es esa convicción a nivel celular, es decir, engranado en tus células, que de verdad lo vas a lograr. Esa fe de que todo va a salir bien si uno está haciendo su parte. Esa humildad personal mezclada con mucha ambición en cuanto a la misión. Ese es el tipo de líder en el que quiero convertirme y el tipo de líder que necesita la región: no esos que están pensando en su propio dinero y en comprarse un yate”.
“Tenemos gobiernos populistas de izquierda y derecha”
Simón Borrero no sólo habló del negocio de Rappi y de la vida de emprendedor. También entró al terreno político. Dijo, por ejemplo, que Latinoamérica dejó pasar “una oportunidad única” con todo lo que pasó en China por su inestabilidad jurídica. “Trillones de dólares estaban disponibles para venir a la región. Y creo que India lo hizo muy bien: un gobierno promercado, un crecimiento económico espectacular. Mucho del dinero se está yendo allá”.
Pero, agregó, “tenemos gobiernos populistas de izquierda y derecha que están pensando en mantenerse en el poder. Hay casos como Singapur o Corea del Sur, países que eran pobres y que hoy son primer mundo. Ellos usaron un playbook muy claro: foco en crecimiento económico por medio de certidumbre jurídica, reglas claras para inversionistas, peinarse bonito y querer mejorar con esas compañías. Obviamente protegiendo el libre mercado, la seguridad, todo lo que sabemos de memoria. No es tan difícil”.
En la misma línea, Borrero hizo una autocrítica: “Por alguna razón los emprendedores no hemos logrado involucrarnos suficientemente en la política. Y estamos dejando que nuestros países y este bello continente se estanque en la pobreza por las siguientes décadas si no reaccionamos. Por ese lado, es muy triste. Obviamente estoy dedicando mi vida a tratar de generar crecimiento para la región. Basta de este cuento de que no hay un capitalismo consciente que funcione. Pongámonos a trabajar”.
Y también, para rematar, opinó de política nacional. “Me hubiera encantado haber nacido en Chile, un país que para los colombianos es una envidia”, dijo. También se refirió a las palabras previas del vicepresidente de Corfo, José Miguel Benavente: “Qué bonito escuchar a un líder hablando que esto (el emprendimiento) es política de Estado. Como países necesitamos dejar claro que el crecimiento económico es política de Estado, eso no se negocia. Negociemos las otras cosas, pero eso no”.