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Altos Lab, la biotecnológica que busca retardar el envejecimiento en la que han invertido Jeff Bezos y Yuri Milner
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Los jóvenes quieren ser ricos y los ricos desearían ser jóvenes. Y eso es lo que demuestra Altos Lab, una empresa que investigará cómo rejuvenecer y que acaba de recaudar US $3.000 millones con millonarios como el dueño de Amazon Jeff Bezos (58) y el ruso Yuri Milner (60), fundador de la compañía de internet VK (ex Mail.ru) e inversionista en firmas como Spotify, Facebook, Airbnb o Nubank.
Pero ante la eterna obsesión de los seres humanos por revertir su mortalidad, los principales científicos detrás de esta nueva empresa insisten en que ellos buscan tratar distintas enfermedades de manera que las personas puedan tener vidas más saludables durante mayor tiempo, y no perseguir una visión de ciencia ficción.
De todas maneras, la startup de biotecnología marca un hito en la historia, no solo por el problema que busca abordar, sino también por la cantidad de fondos recaudados y por los científicos que ha contratado, uno de ellos, el director científico de la farmacéutica británica GlaxoSmithKline (GSK), Hal Barron, quien será el CEO.
Además, contará con la asesoría del premio Nobel de medicina Shinya Yamanaka, pionero en la programación de rejuvenecimiento. El japonés supervisará la investigación en su país y servirá como asesor. A la junta directiva entrarán las premios Nobel de Química, Jennifer Doudna y Frances Arnold, y el galardonado de medicina, David Baltimore.
Para atraer a los mejores científicos y profesores, Altos estaría ofreciendo sueldos millonarios que llegan incluso al millón de dólares anuales, además de acciones de la empresa, y la libertad de seguir investigando. Manuel Serrano, investigador del Instituto de Investigación en Biomedicina, en Barcelona, España, confirmó haber aceptado una oferta de trabajo de la compañía y afirmó que la empresa le pagaría entre cinco y diez veces lo que gana ahora, según reportó el MIT Tecnology Review.
Aún no hay productos en desarrollo ni fechas para anuncios, mucho menos una manera de entrar al mercado, pero para llegar a esto, Altos partirá con tres sedes: en California, en Cambridge, Inglaterra y Japón.
El origen
Todo habría comenzado en la mansión de Milner, el empresario ruso, quien en octubre de 2020 convocó a un grupo de científicos a su hogar en Los Altos Hills, California, a una conferencia científica de dos días. El tema a tratar era cómo usar la biotecnología para detener el deterioro propio del envejecimiento.
En un principio el director de la compañía fue Rick Klausner, a quien se le habría ocurrido la idea. Klausner, exdirector del Instituto Nacional del Cáncer de EEUU, le dijo al Financial Times que la compañía aspiraba a ser los “Laboratorios Bell” de la biología, haciendo alusión a la empresa fundada por AT&T que inventó tecnologías como el transistor y las redes de datos.
Hans Bishop, nuevo presidente de Alto que ha trabajado con Klausner en empresas de oncología, como Juno Therapeutics y Grail, sostuvo: “Nuestro objetivo es enfocarnos en un gran problema de la sociedad: durante muchos años de su existencia las personas se ven aquejadas por enfermedades crónicas que destruyen su calidad de vida, además de su productividad, y que representan un enorme gasto público”.
Klausner también afirmó que la compañía podría pasar a los ensayos clínicos antes de lo esperado. Pero aún es muy temprano para dar resultados: nadie sabe si Altos será el próximo Theranos o la fuente de la juventud que buscó Jack Sparrow en Piratas del Caribe.