Tecno
La Inteligencia Artificial generará una nueva división en el mundo
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La palabra de moda en el mundo tecnológico, al menos a nivel general, es: metaverso. Ya no es solo Facebook, también Microsoft anunció su incursión hacia ese nuevo espacio de interacción.
Pero si el metaverso puede cambiar la forma en que interactuamos (en lugar de chat, nos podemos “encontrar” con colegas y amigos en un espacio virtual), la Inteligencia Artificial (AI) va a revolucionar la forma en que hacemos casi todo.
En palabras de Henry Kissinger, ex Secretario de Estado de EE.UU. en los tiempos de Nixon y Ford, la AI llevará al mundo a una etapa similar al Renacimiento.
El Renacimiento como la edad de la razón. Una razón que ahora podrá alcanzar nuevas fronteras, con la ayuda o competencia de una inteligencia no humana.
Esta es una de las ideas que desarrolla el libro The Age of AI: And Our Human Future, que Eric Schmidt (en la foto), exCEO de Alphabet, publicará el próximo 16 de noviembre junto a Kissinger y el científico Daniel Huttenlocher.
Pero no necesita esperar al libro: Schmidt se sentó con Tim Ferris en un largo episodio (más de una hora) de su podcast Tim Ferris Show. La conversación, sin embargo, es tan interesante que la hora se pasa rápidamente.
Schmidt no solo lanza frases como “el secreto para la longevidad es ser trabajólico”, en referencia a la lucidez de Kissinger, quien a sus 98 años trabaja todavía entre 10 y 12 horas diarias, siete días de la semana. Además, Schmidt aterriza con ejemplos cotidianos los alcances, beneficios y también peligros que supondrá el desarrollo de la IA.
“Un ejemplo… ya sabes, cuando los padres están frustrados y ocupados y le dan un ordenador al niño y lo dejan hacer lo que quiera. Imagina que ese ordenador está aprendiendo, hablando, pensando, educando al mismo tiempo. Es un regalo del cielo, ¿verdad? ¿Pero qué es lo que enseña? ¿Cuáles son sus normas? ¿Cuáles son sus valores? ¿Qué impacto tendrá en las relaciones de ese niño con otros humanos? No lo sabemos”.
Lo que plantea Schmidt es muy diferente a la IA que tenemos hoy al alcance, por ejemplo, a través de Google Search o los servicios de un traductor online. Estaríamos recién en la infancia temprana de una revolución que supondrá tener sistemas, computadoras, robots que pueden pensar y aprender más rápido, e incluso de forma diferente que los humanos.
Schmidt cita el ejemplo de las computadoras creadas por DeepMind, subsidiaria de Alphabet, Alpha Go y Alpha Zero. En el caso de AlphaGo, la computadora descifró los misterios de Go, un juego que data de hace 2.500 años en Corea y China. AlphaGo no solo venció a sus rivales humanos, sino que inventó movimientos totalmente nuevos. Lo mismo sucedió con AlphaZero, que aprendió ajedrez sin intervención humana y desarrolló toda una nueva forma de juego.
¿Qué es y qué no es IA? En el podcast, Schmidt describe cuatro características de IA actual: es imprecisa, puede cometer errores; pero puede aprender, evaluar la situación y cambiar su comportamiento; tiene un comportamiento emergente, es decir que puede arrojar resultados que no esperamos o que escapan de nuestro marco humano (como los nuevos movimientos de Go o ajedrez); y, finalmente, puede aprender y a una velocidad muy superior a la de los humanos.
Un quiebre será el día en que, respondiendo a esa capacidad, las computadoras desarrollen una autodeterminación. Por ahora, dice Schmidt, las computadoras más avanzadas (cita GPT-3 de OpenAI) pueden resolver problemas, generar contenido, e incluso desinformar, pero no tienen una “conciencia” de qué son y las razones de lo que hacen.
Los más entusiastas creen que eso cambiará en unos 10 años, cuando veremos emerger computadoras capaces de decidir por sí mismas según sus objetivos. Otros creen que falta mucho para eso. Schmidt no fija una fecha, pero plantea estar seguro de que esta evolución sucederá, lo que implica nuevos peligros.
“Recuerden, estos ordenadores aprenderán más rápido que los humanos. Tendrán acceso a más datos que los humanos”. Pero, agrega: “La cantidad de cálculos necesarios para lograr este tipo de ordenadores será tan grande que solo habrá unos pocos. Y serán tan importantes como armas nucleares”.
Digamos que Schmidt tiene razón y solo habrá unos pocos de esos computadores, eso no cambia el que, a nivel general, según él mismo predice, la AI sin autodeterminación bastará para crear en los próximos 10 o 20 años un mundo “extraordinariamente sofisticado”.
Este cambio generará una nueva división en el mundo, entre los países que desarrollan la AI y los países que solo la utilizan.
Schmidt concluye: “Esa división provocará enormes cambios sociales y económicos, que no acabamos de comprender. Dicho de otro modo, si no tienes una universidad líder en tu país que esté haciendo este tipo de cosas, te vas a quedar fuera”. A tomar nota.
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