"Facebook pone sus utilidades por encima del bienestar de sus usuarios". El testimonio de Frances Haugen frente al Senado estadounidense fue contundente.

Haugen, ex empleada de Facebook, formó parte del equipo que luchaba contra el uso de las plataformas de la empresa para interferencia electoral. Fue ella quien filtró los Facebook Files a The Wall Street Journal, y fue ella quien afirmó ante los senadores que era necesario más regulación sobre el imperio de Mark Zuckerberg.

Lo cierto es que Facebook no tiene muchos amigos en Washington por estos días. Por eso llama aún más la atención que Zuckerberg haya decidido "dar el vamos" a su proyecto más ambicioso hasta ahora: la construcción de un metaverso, o -para los que no conocen el término- espacio virtual colectivo.

Zuckerberg da pocas entrevistas; pero en julio se sentó a conversar con el periodista Casey Newton para el podcast de tecnología The Vergecast. Lo que siguió fue una descripción del futuro de Facebook, y de Internet, en realidad. 

"Puedes pensar el metaverso como un sucesor del internet móvil... y nuestro próximo capítulo va a ser contribuir con su construcción en alianza con otras empresas, creadores y desarrolladores. Piensa en el metaverso como un internet en 'el que vives'. En el que, en lugar de ver contenido, tú estás en él". Así describe Zuckerberg lo que viene.

Siguiendo con los ejemplos que da, por ejemplo en lugar de llamar a alguien por WhatsApp, podremos sentarnos en su sofá como hologramas, con capacidad de sentir como si estuviéramos físicamente en el lugar. Imaginen no solo entrar en la página de Facebook de una tienda, sino literalmente entrar en su local, probablemente solo virtual, como un holograma o a través de tu avatar.

En el podcast, Zuckerberg explica que ya tienen equipos trabajando en la creación de contenido, espacios y dispositivos para operar este metaverso. Los lentes de realidad virtual que lanzó Facebook el mes pasado son parte de esta estrategia.

Según Zuckerberg, si todo sale bien "en cinco años no nos verán solo como una empresa de redes sociales, sino como una empresa del metaverso".

Un metaverso donde habrá conciertos masivos, fiestas, negocios, juntas de vecinos, reuniones familiares. Los límites son amplios. 

Zuckerberg no es el primero en pensar en el metaverso. Creadores de videojuegos, como Fortnite y Roblox, están tratando de incorporar elementos similares en sus experiencias, pero todos con la idea de que llegará el momento de interconectarse. Será el día en que no solo leeremos cosas en nuestras pantallas, sino que las viviremos con todos nuestros sentidos.

La entrevista deja claro que los planes de Zuckerberg están muy avanzados. La pregunta es si las autoridades lo dejarán avanzar con ellos. Especialmente cuando en Washington (y también en Bruselas) aumentan las voces que plantean la necesidad de regular no solo a la empresa y a las redes sociales, sino además a internet como un todo.

El testimonio de Haugen alimentó la hoguera regulatoria. Pero, ya en el podcast, Zuckerberg dio su respuesta y comparó las acusaciones a Facebook como acusar a la policía por no acabar con todo el crimen. "Es imposible", respondió.

Según Mark, si bien la empresa tiene una tarea de resguardar la integridad del sistema, son otros los actores políticos responsables de resguardar el bienestar de las personas, sobre todo de los usuarios más jóvenes.

Hay otros puntos complicados. Si ahora se acusa a Facebook de manipular la realidad a través de los post que permite en sus redes sociales, ¿se imaginan cómo será cuando también Facebook esté a cargo de describir cada elemento de ese metaverso en el que nos moveremos? 

Peor aún, si recientemente sufrimos por un día sin WhatsApp o Instagram, imaginen lo que sería si ya metidos en esa nueva realidad virtual un día hay un apagón total. ¿Debe una empresa tener tanto poder?