Tecno
Nueva plataforma ayuda a los entrenadores a sobrevivir más allá de los gimnasios
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La vida del emprendedor Nico Orellana está marcada por décadas. Hace exactos 10 años, TomorrowVentures, una VC creada por el exCEO de Google Eric Schmidt, invirtió en Welcu, su startup para organizar cada detalle de eventos masivos.
Esa compañía, según sus palabras, funciona casi con piloto automático y en 2020 facturó la mitad que en un año normal, todo un logro impulsado por actividades deportivas al aire libre.
"Welcu es una empresa que vende siete, ocho millones de dólares al año y hemos procesado 60 millones de dólares en volumen de venta. En el mundo startup es considerado un zombie porque no cierra ni la rompe, pero funciona", cuenta Orellana, un amante de los deportes y la aventura.
"Hay muchos entrenadores que están como monos, con alumnos que te escriben por Instagram pidiendo planes, teniendo que revisar si les depositaron, armando un grupo de WhatsApp de cada clase y mandarles el link de Zoom"
Con la pandemia desatada, este entusiasta originario de La Serena tomó un nuevo desafío: junto a sus dos socios José Peña Manjarrés y Álvaro Quezada lanzaron Flycrew, una plataforma que promete integrar las tecnologías que necesita un personal trainer o profesores de gimnasio para hacer clases remotas y cobrar.
"Le quiero dedicar los próximos 10 años de mi vida a esto, al deporte, a los entrenadores, que son súper emprendedores. En tecnología no podís parar de innovar, si no te morís", dice Orellana, que compara a Flycrew con una reputada plataforma. "Esto es como Onlyfans de entrenamiento porque en vez de hacer plata recurrente con contenido de adulto, lo haces con clases de entrenamiento".
Técnica al servicio del emprendimiento
Simplificar el uso de la tecnología y juntarla en un solo lugar es el gran diferencial de esta startup, que abrió hace dos semanas. A fines de abril esperan llegar a 100 entrenadores registrados: sus socios anhelan superar los 10 mil a fin de año.
Los clientes a los que quiere llegar Flycrew son instructores de yoga, bailarines, profesores de pilates y otros independientes que se quedaron sin actividad tras los cierres de los gimnasios en el país.
En el sitio ya hay algunos instructores con especialidades diversas. Por ejemplo, Gabriela Hernandez ofrece clases de Fit Yoga; Rob Trainer hace entrenamientos grupales y Sole Cesari realiza full body y pilates. Ellos se promocionan en Instagram, usando el link a su perfil en Flycrew en la bio.
"Hoy día, hay muchos entrenadores que están como monos, con alumnos que les escriben por Instagram pidiendo planes, teniendo que revisar si les depositaron, armando un grupo de WhatsApp de cada clase y mandarles el link de Zoom", describe Orellana, que hace 14 años creó Webprendedor, una serie de conferencias sobre emprendimiento y networking en Chile.
"Es un sistema sencillo, donde pueden crear una página web de entrenamiento, con sus planes, los precios y que la gente les pueda pagar. El pago es recurrente, como en Cornershop. Pongo la tarjeta de crédito en el sistema y me olvido. Los alumnos contratan un plan, ingresan su tarjeta y Flycrew todos los meses cobra el plan. Es hermoso para el entrenador y para el alumno, que no tiene que darse la lata de andar transfiriendo todos los meses".
Este emprendimiento se integra con Zoom: automáticamente crea la reunión y después les manda el link a los alumnos. Además, envía por WhatApp un mensaje cuando va a empezar la clase, como un recordatorio.
2%
Orellana aclara que Flycrew no es un gimnasio virtual, sino una herramienta para los entrenadores. “No les prometemos alumnos a los profes. Cobramos un 5% de lo que vendan, de los cuales un 3% se lo pagamos a Transbank y nos quedamos con un 2%. Apostamos por el volumen”, dice.
El precio depende mucho del entrenador, de la cantidad de clases y horas que hacen. En la plataforma ya hay perfiles de profesores que vienen de conocidos lugares de entrenamientos cerrados.
"Algunos gimnasios se quedaban con el 50% de lo que el entrenador le cobraba al alumno, sólo por el lugar. Ahora va a poder hacer clases desde su casa, un parque o donde quiera", denuncia Orellana.
"Los gimnasios tienen algo irreemplazable, que es la posibilidad de sociablizar y para un tipo de público nunca van a morir. Los que son fitness full y atletas de alto rendimiento necesitan máquinas, pero mucha gente lo que necesita sólo es moverse", remata.