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El plan de la ANFP para que la crisis del fútbol no salpique a la candidatura para el Mundial
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El primer Mundial de Fútbol de la historia se hizo en Uruguay. En 2030 se cumplirán 100 años y ese fue el principal argumento para que un grupo de cuatro países latinoamericanos postulara a la licitación de la FIFA para albergar la edición centenario de la Copa.
Cada uno de esos países tenía su razón de ser en la candidatura. Uruguay, los 100 años. Argentina ganó tres mundiales, por hoy tiene a la figura de Lionel Messi y los mejores estadios del grupo. En Paraguay está la sede y el presidente de la Conmebol, la entidad que representa al continente en el fútbol.
El rol de Chile -último país en sumarse, en 2019- quizás es el menos evidente, pero no menos relevante: el país habría sido visto como el único dentro del grupo de organizadores con la capacidad de gestión para pujar por la licitación.
Por eso, que la industria futbolera nacional vuelva a estar en tela de juicio desde un mar de frentes, es algo que ha encendido alarmas más allá de las fronteras del país. Las denuncias de representantes de jugadores participando de la propiedad de los clubes y el controvertido vínculo con las casas de apuestas son los dos temas que se roban la película en esta ocasión, con especial fuerza tras la publicación de un reportaje de Informe Especial en TVN hace un mes.
Acelerar cambios legislativos que se están gestando tanto desde el Gobierno (ver recuadro) como del Congreso y un plan de limpieza impulsado al interior de la propia ANFP son las primeras reacciones que están surgiendo ante la una vez más cuestionada industria de la pelota.
Pero Pablo Milad, presidente de la Asociación Nacional del Fútbol (ANFP), que accedió a responder las consultas de DF MAS, asegura: “Esto no va a condicionar nuestra participación (en la candidatura al Mundial) de ninguna forma, porque son situaciones que están en vía de solución. No hay problemas profundos hoy en la Federación”.
La multipropiedad
Es el tema que está más caliente actualmente. Hace años que se habla de que los representantes de los jugadores están vinculados a la propiedad de los clubes -favoreciendo así a sus representados- y que algunos empresarios locales e internacionales estarían, al mismo tiempo, a la cabeza de más de un equipo. Esto, a todas luces, es un conflicto de interés, porque en la práctica significa que una misma persona o sociedad estaría controlando dos clubes que compiten directamente entre sí.
El asunto agarró aún más vuelo luego de que en una demanda laboral del exgerente general de Deportes La Serena se revelaran miles de páginas de chats donde Fernando Felicevich, el principal agente de futbolistas del país, que representa a estrellas como Arturo Vidal y Alexis Sánchez, aparecía como el verdadero controlador de la institución.
“El diagnóstico que todos tenemos es que la situación del fútbol chileno tocó fondo y que no podemos observar mayores escándalos”, dice el senador Matías Walker, autor del proyecto de ley que busca reformar las Sociedades Anónimas Deportivas, que fue aprobado en 2018 por la Cámara de Diputados, pero sigue parado en el Senado.
Walker explica que una de las líneas de este proyecto es que los hinchas asociados al club puedan tener una participación minoritaria en los clubes -que según aclara el parlamentario no amenazaría el control de los dueños ni sería de carácter obligatorio-, pero también toca el tema de la multipropiedad. Aunque está frenado, el senador celebra que hoy exista un consenso para impulsar esa ley, junto al ministro del Deporte, Jaime Pizarro, y también el presidente de la ANFP.
Este último admite que “la modernización es necesaria (…) Nosotros hemos propuesto que se elimine el 5% de multipropiedad que existe hoy en la ley”.
Y asegura que iría más lejos aún. “Hicimos una propuesta en la cual los inversores o propietarios de una S.A. deportiva sean personas naturales y no grupos de inversión. O sea, individualizar a las personas que son dueños de la propiedad de cada una de las instituciones (…) que no se oculte quiénes son los dueños detrás de grupos de inversiones o sociedades internacionales”, dice Milad.
Otro argumento que se esgrime desde la ANFP son nuevas obligaciones que se establecen para los clubes como, por ejemplo, informar periódicamente sus mallas societarias y de propiedad. La Asociación ha generado una figura de “licencia de clubes”.
Según Milad, esto consiste en una serie de controles y fiscalización que se establecen tanto en el plano deportivo como en el administrativo, jurídico y financiero. Así, esos requisitos van desde el campo de entrenamiento hasta tener una memoria revisada por la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) y auditores calificados.
Bajo esta figura los clubes tienen que dar cuenta de los pagos previsionales y de salud de sus contratos y, ante un determinado nivel de pérdidas, se obligan a que intervenga la ANFP o realizar un aumento de capital. Los castigos varían entre multas, prohibición de inscribir jugadores para el campeonato siguiente, hasta la desafiliación en el caso de la falsificación de documentos públicos.
Un código ético y el rol de la UAF
Otra novedad que está trabajando la federación es la elaboración de un Código de Ética, para cuya elaboración contrató al académico, abogado experto en derecho constitucional y exembajador de Chile en Estados Unidos, Arturo Fermandois.
El plan es poder “castigar las irregularidades en que puedan incurrir dirigentes, en no cumplir las normas internas, principalmente éticas y jurídicas”, explica Milad. Porque hoy en día no existe una codificación de penalidades, y eso es lo que se busca: que haya un castigo determinado para una falta determinada.
Sin embargo, parece haber consenso de que no basta sólo con estar al tanto de la propiedad de un club, sino que el tema escala al flujo de dinero. Aquello fue justamente lo que puso sobre la mesa el caso de Felicevich y La Serena, ya que lo que se denunció fue la existencia de un “palo blanco” que disimulaba la propiedad del representante en el club.
En ese sentido, otra de las propuestas que se está barajando es que la Unidad de Análisis Financiero (UAF) tome un rol en la fiscalización de la industria futbolera. “Esto tiene que ver con el proyecto de beneficiarios finales (…) nos parece fundamental ampliar las facultades que tiene la UAF para determinar por ejemplo ilícitos por lavado de dinero, ver que efectivamente no se vulnere esta prohibición de multipropiedad o de los conflictos de interés de los representantes”, plantea el senador Walker.
Y es que distintas fuentes ligadas a la industria coinciden en que, por distintos motivos, los reguladores no están tan encima de un equipo profesional como de una empresa IPSA. “Casi no hay control”, aventura un accionista de un club bajo reserva.
Milad asegura apoyar esa línea: “Hemos solicitado que, por ley, cualquier persona que quiera ser dueño tenga que justificar de dónde provienen los recursos. Y con la finalidad también de evitar que dineros negros o no auditados lleguen al fútbol. Es una propiedad que nosotros queremos para evitar que el narcotráfico o el lavado de activos vean en el fútbol una fuente de inversión”.
- ¿Tienen antecedentes de que eso exista actualmente?
- No tenemos ningún antecedente de eso, pero como hay una modernización de la ley tenemos que prever el futuro.
Casas de apuestas
Esta semana se volvió a revolver el gallinero. El delantero del club Cobreloa, David Escalante, dijo en DirecTV Sports que algunos ex compañeros suyos estaban “perdidos en las apuestas”, incluso al punto de hacerse expulsar en un partido por haberle jugado a una tarjeta.
El Servicio de Impuestos Internos (SII) ya ha acusado a estas empresas de evasión y “ejercicio clandestino del comercio”. En paralelo, el Congreso discute dos proyectos de ley sobre el tema y hay otras causas en tribunales analizando el asunto.
El tema es que tanto la Primera División como el Torneo de Ascenso están auspiciados y llevan el nombre de Betsson, una casa de apuestas. Y ese potencial conflicto de interés también ha generado cuestionamientos. No es algo puntual de Chile y, por ejemplo, en la liga inglesa se prohibieron las publicidades de apuestas deportivas.
Milad dice que “las casas de apuestas conforman un gran ingreso, especialmente orientado al fútbol femenino (…) Y también el fútbol formativo, que es la base del patrimonio de cada una de las instituciones. Estos recursos se orientan más que nada a ese sentido”.
El presidente de la ANFP sostiene que solo el 3% de las apuestas de estos negocios van al fútbol y asegura que han generado un mecanismo de control con dos empresas externas, Trade Sport y Genius Sports. Dice que éstas reportan a través de Conmebol y, en el caso de una de ellas, también con un contrato interno. “Detectan de cierta forma un exceso de apuesta en una situación determinada… como una tarjeta amarilla al minuto 15’”, afirma.
¿Descarta amaño de partidos, entonces? Milad dice que en los casos pertinentes han presentado denuncias, como lo hicieron tras la entrevista de Escalante, y resume su postura: “Una cosa es la publicidad en el fútbol y la otra la regulación que tiene que ver con los tributos. Nosotros estamos llanos a acatar lo que diga la ley (...) lo que se haga respecto de la regulación nos vamos a someter”, se defiende Milad.
Las siete definiciones de la crisis
El dirigente reitera que la postulación al Mundial 2030 no se verá afectada por ningún motivo, a menos que exista una intervención política, lo que está prohibido por la FIFA.
- Usted ha dicho que el fútbol no está en crisis. ¿A pesar de todo, mantiene eso?
- Es que crisis tiene como siete definiciones.
- Por eso, puede entenderse como un momento complicado en que se hacen cambios.
- Creo que son distintos momentos que se suman y se han exagerado mediáticamente. Porque para algunos la crisis es de arbitraje, para otros económica, futbolística, hay diferentes tipos. Puedo definir cada uno de ellos. Pero te digo que lo futbolístico es un proceso natural que estamos viviendo, no ha sido el peor año del fútbol chileno en lo deportivo. Ha habido años peores, los que tenemos más edad lo sabemos.
Los nombres de Sanhattan
No está de más decir que para el negocio del fútbol la polémica es costumbre. Vínculos entre dirigentes y barras bravas, denuncias en el mundo del arbitraje y violencia en los estadios son algunos de las históricas acusaciones a la industria. A veces rumores, pero la verdad es que pasa a cada a rato, dice un antiguo conocedor del rubro.
Los escándalos de Sergio Jadue y su participación en el Caso FIFA, en 2015, fueron la guinda de la torta, y desde ahí que la ANFP ha estado en la cresta de una ola de la que no se ha podido bajar.
Y a pesar de todo eso -y de que claramente no es el sector que más aporta al PIB- es un negocio que ha atraído a algunos de los grandes nombres de Sanhattan. Carlos Heller, Leonidas Vial, Gabriel Ruiz-Tagle, Raimundo “Paila” Valenzuela, José Yuraszeck, Nicolás Ibáñez y hasta Sebastián Piñera son algunos empresarios que en distintos periodos han incursionado en el fútbol.
Gobierno pisa el acelerador
Este sábado, en una actividad realizada en Pirque, que contó hasta con la participación de la ministra del Interior, Carolina Tohá (y también del propio Milad), el Gobierno salió al paso.
El ministro del Deporte, Jaime Pizarro, oficializó que ingresarán indicaciones al proyecto del senador Walker. Entre ellas, destaca un cambio en las atribuciones de la ANFP, separando la liga profesional de la federación nacional (la selección); la incompatibilidad de ejercer cargos directivos en la liga y la federación a la vez; la prohibición de que “intermediarios de deportistas profesionales” puedan tener propiedad en organizaciones deportivas; y también la obligación de informar los beneficiarios finales de los clubes.
Pizarro, ex jugador y ex entrenador de Colo Colo, dijo que se busca “aumentar el estándar de fiscalización y control de la actividad económica que realizan las organizaciones deportivas profesionales, estableciendo un régimen sancionatorio efectivo”.
También habló la subsecretaria de Hacienda, Heidi Berner, quien afirmó que seguirían impulsando el proyecto que regula las “más de 900” plataformas de apuestas en línea.
El senado Walker, previo a asistir a este evento, señalaba a DFMAS que es clave que el Gobierno ponga suma urgencia a su proyecto para reformar la industria.
Los problemas financieros y el factoring de Leonídas Vial
Todos estos movimientos de la ANFP ocurren condicionados por la frágil situación económica en que quedó la federación. Además de los hoyos financieros que dejó todo el episodio de Jadue y el Caso FIFA, la marca de la selección, ya lejos de su época dorada, se ha devaluado y la “Roja” ha perdido sponsors como Sodimac y Coca-Cola.
Milad revela que en 2022 tuvieron que sacar directo de la caja unos $ 10 mil millones en juicios históricos y “situaciones que no nos correspondía a esta administración”, dispara.
Por otro lado, la asociación también está en un juicio con Nike, marca a la que denunció por no pago de cuotas de años anteriores. El presidente de la ANFP prefiere no hablar de ese caso con el proceso en curso.
Otras fuentes de la Asociación afirman que el mayor golpe fueron $ 4.500 millones que tuvieron que entregar a la Tesorería General de la República (TGR) por el no pago de impuestos durante la Copa América 2015. Dicen que con eso bastaba para cubrir las pérdidas de los últimos años.
A partir de ese momento financiero, fue que el periodista deportivo Juan Cristóbal Guarello, en su programa La Hora de King Kong, afirmó que la ANFP había recibido un préstamo doble de dos cuotas de US$ 7 millones de parte del empresario Leonidas Vial, socio histórico de LarrainVial y accionista de Colo Colo.
Según pudo ahondar DF MAS, esta operación se refiere a un factoring -un traspaso de facturas emitidas para obtener el dinero de manera inmediata- con Fynpal, compañía que tiene a Vial en su propiedad. El contrato se habría realizado para pedir un anticipo de pagos de Adidas, por el auspicio de la indumentaria de la selección.
Milad confirma lo anterior y dice que “se factorizaron a muy buen precio, mejor que mercado” y que “no es nada oculto, esto pasó por compliance y Contraloría”. El motivo de la operación fue efectivamente el problema de flujo, pero el dirigente sostiene que el monto fue menor a lo que había trascendido.
“A la ANFP le cuesta mucho conseguir tratos tradicionales con la banca. No podemos operar con casi ningún banco por la historia del Caso FIFA, condicionó mucho la relación”, desliza Milad.