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Guía para enfrentar marzo: orden, presupuesto y refinanciamiento
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Marzo está cada vez más cerca y los gastos “extra” empiezan a aparecer: útiles escolares, permiso de circulación y la operación renta son algunas obligaciones financieras. Es por eso que es clave ordenar las platas y conocer la capacidad de pago de cada hogar.
“Lo primero es tener la claridad de cuál está siendo mi capacidad de pago mensual y el conjunto de deudas que constituyen la carga mensual. En el fondo, cuánto estoy destinando al pago de deudas y qué porcentaje de mis ingresos corresponde a esta carga mensual”, dice Raimundo Bravo, abogado y socio de Staff Chile.
Por otro lado, Benjamín Jordán, coordinador de la red de Expertosendeudas.cl, dice que “la tasa de interés está alta, lo que debería desincentivar el endeudamiento. En este momento es mejor ordenarse con las deudas consultando con expertos y no hacer más grave la situación”.
Es clave, dicen conocedores, armar un presupuesto familiar. “Se hace antes de enfrentar los meses con gastos altos (como marzo y diciembre). Para eso tenemos que armar una tabla con los ingresos que están programados, junto con todos los gastos fijos y no fijos”, dice Cristián Lecaros, gerente general de Inversión Fácil.
Por otro lado, Raimundo Bravo dice que es fundamental tener claridad de todos los gastos que vienen: “Hay que saber cuáles son los gastos que se tendrán en el primer semestre del año. Éstos pueden ser patentes, colegiaturas, matrículas, útiles escolares, entre otros”. Y agrega: “También hay que suprimir cualquier tipo de consumo no necesario y establecer una base de organización presupuestaria no solo para el inicio de año, sino para el año completo”.
Algo similar afirma Jordán: “Debemos distinguir los gastos ineludibles y reducir los gastos prescindibles”.
Ojo con los créditos de consumo
Muchas familias, para enfrentar los gastos de marzo, utilizan la tarjeta de crédito. También solicitan avances en efectivo o créditos de consumo. Y si bien muchas veces son necesarios, hay que saber elegirlos y conocer los detalles de cada producto.
En los créditos de consumo es clave fijarse en la Carga Anual Equivalente (CAE) y el Costo Total del Crédito (CTC), ya que son indicadores que permiten comparar el valor final de cada producto. El Servicio Nacional para el Consumidor (Sernac) tiene un comparador que permite contrastar a distintos bancos. Por ejemplo, un crédito por $ 2 millones puede terminar costando -a 12 meses- entre $ 2.184.612 (Banco BICE) y $ 2.367.876 (Banco Ripley).
“Los créditos son una herramienta para asuntos puntuales o periódicos, no recurrentes. Si consistentemente no nos alcanza para llegar a fin de mes, el crédito no es la solución, sino que debemos revisar nuestra estructura de gastos e ingresos”, dice Matías Lazcano, country manager de Destacame.cl.
Los avances en efectivo, si bien tienen menos requisitos que los créditos de consumo, pagan más intereses. Es por eso que los expertos recomiendan utilizarlos solo cuando existen emergencias. También hay que fijarse en el CAE y en el CTC.
Respecto a la tarjeta de crédito es clave fijarse en los beneficios, ya que distintos bancos ofrecen una serie de incentivos para sus clientes: éstos pueden ser cuotas sin interés para pagar aranceles universitarios o cuotas a precio contado en el retail para adquirir útiles escolares.
Repactación y refinanciamiento
Si alguien tiene problemas con un crédito, existe la posibilidad de repactar, refinanciar o renegociar la deuda. “El objetivo es ver en qué créditos estoy teniendo problemas y poder conseguir mayor flexibilidad en los pagos, e idealmente, una menor carga de gasto mensual”, dice Bravo.
Ante esto, Lazcano dice que “si no se puede seguir cumpliendo los compromisos financieros, hay que tratar de refinanciar las deudas para lograr una cuota o dividendo de acuerdo a nuestra realidad. Alternativamente, en caso que se cuente con liquidez extra, sería ideal intentar prepagar las cuotas para liquidar esas deudas”.
A diferencia de la renegociación (que tiene a la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento como mediador), la repactación y el refinanciamiento son procesos voluntarios y sin intermediarios.
Las PYME también se tienen que preparar para este periodo. “En 2022 tendremos una tasa de crecimiento mucho más baja y donde hay claramente incertidumbre política”, dice Francisco Goycoolea, gerente comercial de CFC Capital.
Según Goycoolea, las compañías tienen cuatro claves para ordenar sus finanzas y proyectar el 2022: “Primero, realizar un análisis exhaustivo del entorno actual, identificando los factores estratégicos y diferenciando oportunidades y amenazas. Segundo, mantener las obligaciones de la empresa, como sueldos, impuestos y seguir con los proveedores estratégicos. Tercero, tomar medidas oportunas y ordenar las finanzas. Y cuarto, adquirir los financiamientos correctos”.
Respecto al último punto, el ejecutivo dice que “por lo menos un tercio de las PYME tienen algún grado de morosidad. En periodos de desaceleración económica y al ver que los márgenes se estrechan y el acceso al crédito se dificulta, se abren algunas oportunidades de financiamiento alternativo”.