Lepün significa espacio de encuentro en mapudungun. Küifi Kimün hace alusión a la sabiduría ancestral en la cultura mapuche. Lepün Küifi Kimün es el nombre elegido para el espacio cultural que abrió sus puertas al público el pasado 15 de noviembre y que durante este verano ha estado recibiendo además de las visitas locales, las de los turistas que en su trayecto al sur de Chile, escogen Los Ángeles como parada. 

Ubicado en pleno centro de la ciudad, en las calles Valdivia con Lautaro, donde durante casi 10 años funcionó el Museo Artequín Los Ángeles, un aporte de Fundación CMPC a la comunidad que se construyó en un terreno entregado en comodato por parte del municipio. 

Coincidieron dos hechos que dieron cabida a un nuevo proyecto en ese espacio. Por un lado, la Fundación CMPC decidió cambiar de giro el sitio de Artequín. Por otra parte, el municipio buscaba un lugar para exhibir la colección de platería mapuche donada por el doctor Raúl Morris von Bennewitz, que data de los siglos XIX y XX, y que desde el terremoto de 2010 permanecía en sus depósitos debido a los daños que sufrió el edificio que los albergaba.

En mayo de 2023, SUMO, la oficina de diseño dirigida por Pablo Romero y Sebastián Moro, recibió el encargo de proyectar un espacio de exhibición para la colección de platería. Se trataría de una alianza: el edificio habilitado por CMPC -a través de la Ley de Donaciones Culturales- luego quedaría en manos de la Corporación Cultural de la Municipalidad de Los Ángeles como administrador.

En sus más de 20 años de existencia, SUMO ha desarrollado principalmente proyectos patrimoniales como el Museo de la Merced, la sala Chile antes de Chile del Museo Precolombino, el Museo Histórico de Carahue, el Museo de las Telecomunicaciones en Valdivia, además de estar a cargo de la museografía de decenas de exposiciones en el Centro Cultural La Moneda, el Museo Histórico Nacional y Lo Matta Cultural, entre otros. También tienen una línea de experiencias y wayfinding (orientación espacial) con recorridos al aire libre. “Siempre hay un relato, storytelling, cultura, educación, patrimonio, algún valor agregado”, indica Romero.

Con esa experiencia a cuestas la Fundación CMPC les solicitó que aplicaran su ojo crítico para evaluar si era viable un proyecto así. “Lo primero era comprobar que la colección estuviese en buen estado, si realmente era valiosa a nivel patrimonial y simbólico para la cultura mapuche. También si este edificio podía reunir las condiciones de conservación, analizar cuestiones como estabilidad climática, seguridad, etcétera”, dice Pablo Romero sobre el estudio de factibilidad técnica que aplicaron al espacio de 170 metros cuadrados.

En julio de ese año presentaron un plan maestro que consideraba un proyecto expositivo, pero que además proponía la creación de un depósito aledaño, un laboratorio, una cafetería, una tienda y un pequeño anfiteatro al aire libre. Atendiendo a los plazos y recursos disponibles, la fundación optó por concentrarse en el edificio principal, al menos en una primera etapa. En octubre SUMO recibió el vamos y en enero de 2024 comenzaron las obras a toda máquina, ya que la meta era entregar el museo a fines de ese mismo año. 

Plata y equipo
“El doctor Morris había formado una colección súper completa. Esa es su principal particularidad y valor, además de tratarse de un número significativo de piezas”, comenta Romero sobre los 160 adornos y accesorios de plata que hoy se exhiben en Lepün Küifi Kimün.

En materia de contenido curatorial los asesoró Juan Painecura Antinao, rütrafe (orfebre mapuche) reconocido por su saber ancestral en el ámbito de la platería. José Ceballos Antipán, presidente de la Asociación Indígena Las Newenches de Santa Fe, los apoyó en la parte comunicacional. “Era importante definir cuáles iban a ser los términos a utilizar, cómo se comunica en redes sociales, medios impresos, vía pública”, explica el diseñador.

Aporta además contexto geopolítico: Los Ángeles es una de las fronteras históricas entre mapuches y españoles. Se trata de una zona a menudo en tensión donde distintas agrupaciones del pueblo mapuche se disputan su representación. Como era necesario validar los conceptos del proyecto, señala Romero, se optó por trabajar con una de estas agrupaciones. Si buscaban el visto bueno de todas, podían esperar eternamente, dado que el consenso es algo muy difícil de lograr. 

Para este tipo de proyectos se arman equipos transdisciplinarios, que además de la arquitectura y diseño del montaje consideran aspectos como recursos audiovisuales (interactivos didácticos, multimedia, etcétera) y expertos en comunicación.

SUMO convocó a Constanza Gaggero, de Gaggero Works, para el trabajo de identidad gráfica y narrativa visual. “Ella planteó que si le poníamos Museo de la Platería Mapuche de la Municipalidad de Los Ángeles, no tenía impacto ni identidad. CMPC se alineó con esa idea”. Se concibió el proyecto como un centro de interpretación. En conjunto con Ceballos y sus lamngen (hermanas) llegaron al nombre Lepün Küifi Kimün, concepto mapuche que no se traduce literalmente, pero que en este caso relaciona el sistema de creencias y valores, que abarca lo espiritual, social y territorial, con la platería mapuche, una de sus expresiones culturales más profundas. 

Foco en la mujer mapuche 
De las cerca de mil piezas que componen la colección original, unas 500 correspondían a platería, de las cuales se priorizaron 160 para exhibición. El criterio para elegirlas y organizar el recorrido museográfico privilegió el rol educativo. 

“La idea es que la colección permita entender cuáles son los atuendos que ocupan las mujeres mapuche a lo largo de su vida; algunos de ellos corresponden a ritos ceremoniales o de transición. Hay prendas que viste una mujer al casarse u otras que distinguen a una machi”, comenta el socio de SUMO. El 90% de lo expuesto corresponde, agrega, a indumentaria de mujer. Sólo un 10% son piezas relacionadas a hombres y se trata de objetos puntuales: aperos, un anillo, un mate, una pipa, una hebilla. 

Parte fundamental en el equipo de excelencia fue la participación de Macarena Murúa como curadora. Junto a ella elaboraron un guion. “Macarena se dedica a investigar, cruza información y también lo traduce de manera que resulte fácil de acceder para el público general”. El edificio tiene dos plantas y el recorrido se organiza según cuatro ámbitos: Bienvenida; Territorio y Rakiduam; El Poder del Rito y La Sabiduría de la Plata. El segundo piso está contemplado para desarrollar talleres participativos, dirigidos por orfebres locales, donde los visitantes y comunidades podrán aprender a crear sus propias piezas. 

Lograron cumplir con los tiempos. “Fue súper entretenido el proceso e inusual que fluyera lo bien que fluyó, considerando que había distintos interlocutores: público y privado. Lo mejor es que el día de la inauguración todos estaban contentos: la gente de la municipalidad, los representantes de CMPC, la familia del doctor Morris -que después de 15 años volvió a ver la colección expuesta-, los angelinos y también los mapuche presentes. El espacio estaba a la altura de lo que ellos esperaban, se sintieron representados, los conceptos estaban bien tratados. Eran desafíos culturales bien importantes”, comenta Pablo. 

En la inauguración: Amalia Fernández, Juan Painecura, Constanza Gaggero y Pablo Romero.

Marcha blanca

Durante esta primera temporada, Lepun ha estado muy concurrido, cuenta Katherine Cáceres, coordinadora del espacio. Todavía se encuentra en marcha blanca, dice. Actualmente abre de lunes a viernes, de 10 a 17:30. El ingreso es libre y también tienen un sistema de visitas guiadas previa inscripción. El primer martes de cada mes sesiona una mesa participativa donde miembros de las organizaciones mapuche de la comuna revisan el funcionamiento y diseño del área educativa.

Durante el verano además funciona Epew, una instancia de relatos de la tradición mapuche pensado para la infancia los viernes a las 16.00. “Hemos tenido harta visita turística. Lepun se está instalando como punto de interés. Hay quienes pasan por aquí a visitar el museo y siguen a los Saltos del Laja o viceversa”, comenta Cáceres. Para programar visitas guiadas y más información @espaciokuifikimun o ccmla.cl.