Un estadio en Albania, residencias en Montevideo y viviendas sociales en París, son tres de los proyectos actuales de Plan Común, oficina de arquitectura que nació hace once años en Santiago pero que desde 2018 se radicó en París. Ahí dos de sus socios, Felipe de Ferrari y Kim Courrèges, se asociaron con Sacha Discors y Nissim Haguenauer. “Lo que hacemos es maximizar y reforzar el espacio colectivo en nuestros proyectos, abordarlos desde lo común", sintetiza De Ferrari.

En la imagen: Nissim Haguenauer , Kim Courrèges, Sacha Discors y Felipe de Ferrari.

Desde el año pasado reincorporaron como socio de Plan Común Chile al arquitecto Marcelo Cox, quien había formado parte en los inicios del estudio. Actualmente tienen la sede francesa y la sociedad local, pero además trabajan en conjunto con algunas de las más importantes oficinas de arquitectura de Europa.

Marcelo Cox. 

Esto porque en paralelo, De Ferrari mantiene el proyecto OnArchitecture (que cofundó junto a Diego Grass), un archivo audiovisual de arquitectura que almacena filmaciones de edificios en distintas partes del mundo y entrevistas extensas con sus creadores. Así ha tenido la oportunidad no sólo de conocer en profundidad el trabajo de colegas, sino que, de estrechar lazos con prestigiosas firmas de arquitectura, algunas de las cuales se han convertido luego en socios estratégicos.

“Estamos trabajando con las mejores oficinas de Europa, lo digo sin pecar de arrogante, es realmente un privilegio. A partir de la entrevista, la amistad y de la confianza, se transforma en ‘ya, colaboremos’”, cuenta De Ferrari.  Como su experiencia profesional en Chile pertenece a un contexto muy lejano, explica, al momento de participar en concursos internacionales les conviene asociarse con  oficinas europeas que tienen más trayectoria.

Estadio albanés

Un buen ejemplo de eso es el actual proyecto de un estadio y complejo deportivo en Durrës, Albania, concurso que ganaron en mayo del año pasado invitados por la reputada oficina belga 51n4e (los cuales anteriormente se habían adjudicado la transformación de la plaza principal de Tirana también en el país balcánico).

La invitación era a hacer un estadio diferente y su propuesta fue generar un nuevo barrio deportivo que se integre al centro de la ciudad y que albergue múltiples programas como un hotel, un mercado con piscina exterior, un centro de convenciones, oficinas, viviendas y una biblioteca pública, entre otros programas.

Albania es un país con pocos recursos pero que se ha liberalizado bastante, contextualiza el arquitecto, y hay un interés por ser parte de la Unión Europea, por lo que los estadios deben cumplir con el estándar UEFA.

“Sin embargo es un país bien informal con regulaciones menos exigentes, lo que permite hacer propuestas más radicales. Por eso lo que proponemos es generar un proceso urbano fragmentado en el tiempo, compuesto por varios edificios que pueden ser desarrollados en distintas etapas”, apunta sobre el proyecto que bautizaron como Festival. 

Desde octubre de 2023 están en el proceso de desarrollo del proyecto, etapa que dura siete meses y en la que está involucrado el Fondo de Desarrollo Albanés, que se sumó como socio estratégico al proyecto. “Es decir, el Estado antes de tener una negociación con los privados -su viabilidad va a depender en importante medida de capital privado- decide avanzar en el desarrollo más de allá del masterplan de manera que sea más factible llegar a cifras y plazos concretos”, señala el socio de Plan Comun.

Edificio en Uruguay y viviendas sociales en París

Como oficina también están trabajando en un proyecto de desarrollo inmobiliario en Montevideo, asociados con la firma argentina Adamo-Faiden arquitectos. En ese caso se lanzaron además como inversionistas y reunieron a 14 personas para financiar la compra de un terreno en la capital uruguaya y construir un edificio de vivienda con dos volúmenes de cinco pisos y 24 unidades de departamentos pensadas para un público estudiantil o profesionales jóvenes, y en donde los espacios comunes tienen un rol importante: habrá una sala de coworking en el primer piso, sistema de circulación abierto, salas multiusos, jardines, quinchos y más, adelanta el arquitecto chileno.

Otro de los proyectos internacionales que les gusta destacar por sus características es PETIT; son 183 viviendas sociales en París. El concurso lo ganaron en 2019 junto a la oficina alemana Kuehn Malvezzi y el francés Nicolas Dorval Bory, y ya concluyó el proceso de licitación con las constructoras, por lo que su construcción debería empezar de aquí a al mes de septiembre.

"El estandar aquí es altísimo", afirma De Ferrari, en alusión a los materiales de construcción que se utilizan en este tipo de viviendas, como estructura de madera y fachadas de piedra. "No es revestimiento, son bloques de piedra, como se hacía en el París de antes", aclara. Es un proyecto de 40 millones de euros, que no se ubica en la periferia de la ciudad, sino que en el barrio parisino de Montparnasse, en el ex Hospital Saint Vincent de Paul, cercano a la Fundación Cartier, añade.