Este 2024 el Teatro del Lago de Frutillar cumple 14 años de existencia. Las Semanas Musicales y su sostenido prestigio y convocatoria fueron el germen que impulsó la creación de un teatro de nivel internacional en la ciudad. En 2010 esa idea se hizo realidad, en plena avenida Philippi, mirando de frente al lago Llanquihue y a tres volcanes: Osorno, Calbuco y Tronador. 

El teatro se ha transformado en uno de los más relevantes centros culturales del cono sur, con una de las mejores acústicas de Latinoamérica, con programas de alcance nacional e internacional que suman más de 170 mil beneficiados en total y una veintena de premios que reconocen su arquitectura y aporte a las artes.

Sin embargo, hace casi dos años, la entidad comenzó una tarea difícil (y conocida) para la mayoría de las instituciones culturales: buscar la sostenibilidad financiera. En esa misión se encuentra Gonzalo Larenas, director ejecutivo de la Fundación Teatro del Lago. Una misión que, según cuenta, va bien encaminada.

“En menos de dos años pasamos de un 12% de autonomía financiera a un 51%, lo que es un muy buen piso para buscar el equilibrio financiero y salir de la zona de riesgo donde se encontraban las fundaciones, sobre todo las de artes escénicas, desde la pandemia”.

Larenas fue nombrado en su cargo en 2022. En ese entonces, el teatro generaba un 12% de los fondos y el resto venía de la familia Schiess, fundadores de la organización, un esquema poco auspicioso.

Hoy el escenario es distinto. No sólo se han sumado más donantes, empresas y fondos estatales sino que además el teatro logró armar un motor de diferentes proyectos, talleres y programas que representan la base de la tan anhelada independencia financiera. 

El modelo ha sido una innovación en el sector. Según Larenas, son pocas las organizaciones culturales financieramente autónomas porque, en general, dependen del Estado:

“Hay casos con hasta un cien por ciento de aportes estatales, entonces tuvimos que innovar en varias cosas. Primero, los modelos financieros, algo que existe en empresas, pero no en el área cultural. Y el gran motor para que esto funcionara fue la resiliencia del equipo; supieron reinventarse, aprender de gestión de alto rendimiento y cómo estos modelos del mundo privado pueden usarse para generar impacto social”. 

De aquí a 2025 el Teatro del Lago quiere superar el 60% de autonomía financiera y suman otro desafío: la expansión al resto del territorio. La fundación ya es un ente consolidado en el sur de Chile, por lo que ahora buscan alcanzar otros públicos a través de programas que entienden la cultura y las artes como un motor de transformación social, y al mundo privado como un proveedor de impacto social.

Para esto se han asociado con varias fundaciones, como Mustakis, Ibáñez Atkinson y la Fundación 99, además de organismos públicos de la zona, para seguir ampliando el impacto social de la cultura y las artes, ahora con un piso más sólido gracias al modelo implementado. 

Son cuatro programas que se están desarrollando en toda la región, cada uno de ellos sistematizado y con capacidad de ser replicado en el resto del país, con el acompañamiento del equipo del Teatro del Lago: Camerata Travesía, Academia de Orquestas Latinoamericanas, Formando Maestros y Puedes Bailar, este último ya se está implementando en La Pintana. 

“Queremos que los privados vean en todo esto a un proveedor de impacto. Eso ha sido un modelo que hemos insertado dentro de la fundación porque muchas de las empresas que donan no saben bien cómo desarrollar planes más profundos respecto de los ODS, ESG (por sus siglas en inglés “Environmental, social and corporate governance”), etc., y en la fundación tenemos ejemplos claros porque levantamos indicadores y juntos vamos trabajando en el desarrollo de esas aristas, generando valor también para el donante”, explica Larenas. 

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Festival Patagonia
Entre el 31 de octubre y el 3 de noviembre se llevará a cabo el Festival Patagonia, para celebrar los 14 años del Teatro del Lago.

Se trata del festival de artes escénicas más grande del sur de Chile que tendrá como invitada principal a Sarah Willis, cornista de la Filarmónica de Berlín. Junto a su presentación se realizarán clases abiertas, talleres, conciertos e instancias educativas gratuitas.

Una de las actividades destacadas es el encuentro Travesía Solidaria, un cóctel a beneficio del programa Camerata Travesía, dirigido por el músico y compositor Sebastián Errázuriz, para descubrir y desarrollar talentos musicales de la región de Los Lagos.