Cultura
La creadora del “invernadero marciano” viene al Congreso del Futuro
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La arquitecta peruana ha dedicado los últimos 15 años a la ingeniería aeroespacial. Vive hace casi seis años en Japón, donde estudia un doctorado en la Universidad de Tokio y trabaja en el Centro Espacial Tsukuba (TKSC).
El miércoles 19 Luciana Tenorio (33) será parte del Congreso del Futuro exponiendo sobre el desarrollo de infraestructura tecnológica para Marte que ha estado explorando los últimos años.
Estudió en la Universidad de Palma Río de Perú y en la Universidad Técnica de Madrid, y cuando egresó se dedicó a la arquitectura de vivienda. Su primera aproximación al espacio fue en 2013 a propósito del proyecto Mars Society y su visita a la estación de simulación espacial ubicada en el desierto de Utah.
Ahí se dio cuenta de que este tipo de infraestructuras estaban pensadas como máquinas perfectas, pero no contemplaban el confort para el ser humano y decidió dedicarse a la arquitectura espacial.
Tenorio es reconocida a nivel global y ha figurado en la lista “Innovators under 35” del MIT.
En una conversación por Zoom desde Perú, donde está de visita luego de dos años sin poder volver a su país producto del Covid-19, cuenta que su doctorado termina en septiembre de este año, pero no descarta seguir trabajando en Japón. “Tengo un pie en la Tierra y otro en el espacio”, dice la arquitecta.
Explica que actualmente trabaja desarrollando un hábitat para Marte que inicialmente contempla un invernadero. “Utilizamos técnicas ancestrales como el origami para desarrollar una estación que se pueda doblar y expandir en el espacio con la diferencia de presión. Un equipo muy portable y compacto, elaborado a partir de membranas con protección UV, que también sirve para climas extremos como el desierto o la Antártica”, cuenta la experta.
Agrega que la exploración espacial no es la única meta y recalca que muchos inventos se han desarrollado a raíz del espacio y se han implementado para uso terrestre, como los pañales y los lentes de contacto. “El fin es testear nuevos materiales y estructuras que no terminen en un prototipo olvidado o en un paper académico, sino que tengan usos prácticos”.
Luciana reconoce que hace 15 años habría dicho que le gustaría viajar al espacio, pero hoy, luego de conocer mejor este tipo de misiones y de haber usado traje espacial en espacios de simulación espacial, entiende que no cualquiera puede ser astronauta.
Cuenta que como parte de su investigación académica le tocó realizar entrevistas a astronautas del programa Nasa Space Challenge y acceder a sus diarios de vida escritos desde el espacio. Comenta que algunos de ellos son de libre acceso y se pueden visitar en el sitio de la NASA, pero otros, los relatos más críticos, son de carácter reservado.
“Admiro a los astronautas. Lo más cercano a esa experiencia que hemos tenido fue durante el confinamiento, en términos de encierro y falta de libertad. Vivir en el espacio es incómodo; dormir, comer, ir al baño. Mi misión es crear condiciones de confort para que cualquiera pueda ir al espacio”.
Le cuesta adelantar una fecha tentativa para los viajes al planeta rojo. Cree que la tecnología para lograrlo ya está cerca, pero falta tener más certezas respecto a cómo se afectaría el ambiente marciano.