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Cultura

Nicolás Jaar: “Cada vez que estoy aquí es un momento de gran aprendizaje”

Nicolás Jaar: “Cada vez que estoy aquí es un momento de gran aprendizaje”

Ladridos se llama el encuentro multidisciplinario que este fin de semana reúne a una veintena de músicos y artistas latinoamericanos en el Galpón 5 del Persa Víctor Manuel. Organizado por el sello Other People, de Nicolás Jaar, y la plataforma Grieta.

Por: Sofía García-Huidobro - Fotos Ladridos: Raúl Goycolea | Publicado: Sábado 4 de marzo de 2023 a las 12:00
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Ocho jóvenes músicos y productores provenientes de Chile, Argentina, México, Venezuela, Colombia y Perú se encontraron el domingo pasado en Santiago para iniciar una semana de residencia y participar del encuentro multidisciplinario Ladridos este fin de semana en el Persa Víctor Manuel en Franklin, y que en su primera versión abrirá diálogos sobre inteligencia artificial, sonido, artes visuales, cultura, política, instalaciones, performance, además de música en vivo. 


Ese día los residentes se conocieron presencialmente, pero ya llevaban dos meses encontrándose en sesiones de Zoom dirigidas por el compositor y productor chileno-estadounidense Nicolás Jaar desde Palestina.

“Nos conocimos después de meses en pantalla. Ha sido muy genial. Hemos encontrado muchas semejanzas entre nosotros”, cuenta Felipe Parada, uno de los residentes chilenos que lleva un par de años incursionando en la música electrónica, ahora bajo el nombre artístico Aria.

Un amigo le contó de la convocatoria abierta para participar de la instancia gratuita organizada en conjunto por el sello de música Other People, de Jaar, y el proyecto chileno Plataforma Grieta, de Laura Estévez y Sebastián Herrera. Aria decidió postular, aunque sin muchas esperanzas, cuenta.

Eso fue el pasado mes de septiembre, recuerda, y debía enviar una canción, explicar en qué consistía su propuesta musical y responder la siguiente pregunta que marca el encuentro: “¿Qué significa ser de aquí?” Él se centró en Pudahuel Sur, barrio donde vive y donde nació. “Hablé de la relación con mi comuna y lo que escucho en la vida cotidiana. Cité a referentes como el poeta Armando Uribe, que es importante para mí. El territorio donde uno transita día a día se cuela en lo que uno hace, es inevitable. Yo no tenía mucha consciencia de eso hasta que en estos talleres comenzamos a reflexionar al respecto”, comenta. 

Felipe primero fue preseleccionado y luego quedó en el grupo definitivo junto a Sukubito (Chile); Merma Suelo (México); QOA (Argentina); Brigitte Olivares (Venezuela); Astro Melou y Josef Paternina (Colombia); y marchani (Perú).

Esta semana alojaron todos juntos en una casa ubicada en Providencia, y cada mañana después de tomar desayuno se trasladaban hasta el Galpón 5 del Persa Víctor Manuel, donde les facilitaron un espacio para llevar adelante las jornadas de residencia junto a Jaar, Estévez y Herrera, además de una veintena de artistas y productores nacionales de Latinoamérica también invitados al encuentro.

Escenas de una semana de residencia en el Persa Víctor Manuel


En ellas tienen talleres más técnicos, por ejemplo, en el manejo de Ableton -software para producir música-, como también conversaciones más amplias y existenciales; y preparando una presentación en colectivo bajo el nombre
Ladridos. “El Nico (Jaar) siempre está presente, nos transmite mucha energía. Yo conocía algo de su música, pero ahora que sé cómo produce, me parece aún más interesante”, dice el músico. 

Además de los residentes, cinco artistas internacionales y siete nacionales explorarán las maneras de concebir el territorio, utilizando como herramientas el cuerpo, las ideas, la cultura, la política, el arte y la música. 

Dos de las invitadas internacionales son las artistas mexicanas Chantal Peñalosa y Stéphanie Janaina, que también compartieron con DF MAS la experiencia de estos días en los que prestaron asesorías creativas a los residentes, “es una dinámica de acompañamiento para el proceso artístico”, además de preparar sus propias obras; Chantal Peñalosa montará una videoinstalación con una selección de su trabajo de los últimos años y Stéphanie presentará una performance.

Chantal Peñalosa, artista mexicana invitada a Ladridos

“Por más voces distintas que tengamos, hay cruces entre nosotros que generan un sentido de pertenencia. También hay contrastes que dirigen posibles respuestas y cómo muchos “allá” terminan siendo un “aquí” que colectivamente estamos inventando”, afirman.

Destacan también la experiencia de compartir presencialmente en un mismo espacio donde el diálogo cobra un nuevo significado. “Cambia la interacción y se vuelve más sensible”, coinciden. 

Representando a Chile estarán Georgina Canifrú, artista sonora de Valdivia; la banda experimental Lavina Yelb; una muestra artística de Seba Calfuqueo, entre otras acciones de exponentes nacionales. Además de Nicolás Jaar, que se presentará el domingo a las 13.00 horas. 


La inspiración Jaar y la década de su sello

El músico Nicolás Jaar nació en 1990 en Nueva York, hijo del artista visual Alfredo Jaar y de Evelyne Meynard, y pasó parte de su infancia en Chile. Su formación como músico tomó vuelo desde Estados Unidos y hace ya 15 años su nombre está instalado en lo alto de la escena electrónica internacional con varios discos: Space is only noise (2011); Sirens (2016); Cenizas (2020), entre otros, además de presentaciones en vivo. 

Este 2023 se cumplen 10 años desde que creó el sello Other People, con sede en Nueva York y Berlín, y ha preparado varias instancias para celebrarlo, siendo Ladridos la inaugural.

“Al comienzo empecé el sello para lanzar mi música y la de mis amistades de forma independiente. Poco a poco, empezamos a dar becas y crear instancias como (un)building listenings en Palestina, Overtones en Los Angeles, Ladridos aquí en Santiago y próximamente Free.Wav en Kerela, India, donde experimentaremos con diferentes formas de aprendizaje y colectividad”, cuenta el músico.

Este año el foco de Other People, agrega, estará puesto en seguir potenciando compilados y en proyectos curatoriales como Ladridos. “Esto nos permite generar una red de artistas de diferentes partes del mundo, creando lazos afectivos que permitan compartir diferentes conocimientos”, agrega. 

Hace algunos años atrás Jaar hijo se propuso conocer más sobre lo que estaba pasando en Chile a nivel artístico y cultural. Al principio no conocía muchos nombres, pero fue estrechando lazos que hoy son relaciones sólidas.

“Cada vez que estoy aquí es un momento de gran aprendizaje y agradezco mucho cuanto me han nutrido mis colaboraciones con Sebastián Herrera y Laura Estévez de Grieta, Antonia Taulis de Mercvria, el colectivo Pésimo Servicio en Valparaíso, MAPA, los hermanos Andrea y Octavio Gana de Delight Lab, Mala Memoria y el Museo de la Memoria y los Derechos humanos.

Sobre la pregunta que plantea la residencia, “¿Qué significa ser de aquí?” El chileno estadounidense reflexiona también sobre la existencia de una identidad latinoamericana: “Creo que puede existir una cultura latinoamericana y al mismo tiempo varias culturas muy diversas”.

Jaar junto a dos de los residentes

Durante los últimos tres años, el músico se ha enfocado en la educación, dando cursos y talleres principalmente en Palestina y Chile. “Estos tipos de encuentros, la colaboración, el aprendizaje colectivo y la posibilidad de compartir procesos creativos, me han cambiado profundamente y estoy muy agradecido de sostener mi práctica trabajando y creando lazos afectivos que permitan compartir diferentes conocimientos”, añade desde la residencia que lo ha mantenido concentrado estos días.

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