La arremetida de Rodrigo Topelberg en tribunales para evitar, mediante una medida precautoria, que siga adelante la venta de acciones de Grupo Patio por parte de los hermanos Álvaro y Antonio Jalaff Sanz, y sociedades relacionadas, hizo que un nutrido grupo de abogados entrara en escena en este conflicto.

Tal como lo publicó DF -aparte de las acciones penales que se han levantado en el llamado Caso Audio y Factop-, Topelberg, a través de Sociedad de Inversiones Tanuka, abrió una arista civil, con esta medida precautoria. En ella pidió a la justicia que cinco entidades -tres sociedades y dos personas naturales-, no pudieran enajenar sus acciones en Grupo Patio.

El objetivo declarado de Topelberg en su acción es resguardar este patrimonio de los Jalaff (sus acciones en Grupo Patio), para que estos tengan con qué responder a las acciones indemnizatorias que pretende llevar a cabo Topelberg, lo que ha sido desestimado de plano por la contraparte. 

Por lo mismo, la sociedad Santa Teresita -que es una de las tres sociedades incluidas en la precautoria y en la que participan a través de varias sociedades Álvaro y Antonio Jalaff y Cristián Menichetti-, contrató al abogado del estudio Carey, Juan Carlos Riesco.

Antonio Jalaff, por su parte, está trabajado con el abogado Sebastián Pérez Torrejón, mientras Álvaro Jalaff, con Rodrigo Cataldo.

Otra de las sociedades también individualizadas en la precautoria, el Fondo de Inversión Privado 180 -a través de su AGF, WEG-, contrató a Rodrigo Iturra y Félix Guerrero.

La precautoria fue concedida por el tribunal en que se ventila este litigio, aunque está apelada por los Jalaff.