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Reorden patrimonial: el efecto “indirecto” de la venta de acciones de Falabella que Bethia protagonizó esta semana
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Efectos directos e indirectos tendrá la venta de acciones que el grupo Bethia -que integra las inversiones de Liliana Solari y sus hijos Carlos y Andrea Heller- concretó esta semana de un paquete de acciones de Falabella y que le reportaron una recaudación de $ 114 mil millones.
La razón directa de la venta fue amortizar deuda financiera de la matriz, Bethia, que se vio golpeada en particular con la crisis de proporciones que vivió la aerolínea Latam -una de las compañías en las que había invertido-, y cuyas acciones se fueron al suelo cuando entró al Capítulo 11 en Estados Unidos, a raíz de la pandemia. Además, la misma Falabella dejó de ser un aporte en reparto de dividendos.
Con las tasas de interés altas, que generan a su vez un gasto financiero importante, Bethia tenía esta operación planificada hace tiempo y desde hace cerca de un año que había solicitado esta posibilidad -una autorización-, en el marco del pacto de accionistas de 2003 y ratificado en 2013 en Falabella, dado que en dicho acuerdo societario se establece una restricción de mantener al menos el 8,5% de la propiedad a sus partícipes (con excepción de Sergio Cardone, que tiene el 2,3%).
Y el momentum fue ahora, con las acciones de Falabella al alza, que sólo este año han subido 36%, y ya roza los $ 3 mil por título, versus los $ 1.518 a los que llegó en su punto más bajo en noviembre de 2022.
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Ahora bien, un efecto indirecto de la venta de acciones de Falabella para bajar la deuda financiera es que se liberan garantías entregadas a los bancos, lo que contribuye al proceso de división patrimonial que están llevando a cabo de manera amistosa Andrea y Carlos Heller Solari.
Esta división de aguas involucra las empresas y bienes de este grupo inversor que en lo global aglutina el área agrícola, ganadera y lechera Ancali; el área de trasportes Sotraser, el área de comunicaciones Megamedia; una participación en la isapre Colmena; el haras Don Alberto, incluida una operación en Kentucky; y bienes inmuebles, además de las acciones de Falabella, que tras la venta concretada esta semana, Bethia se queda con el 6,4% de la propiedad del grupo de retail.
Sin prisa, pero sin pausa, dicho proceso ha seguido su avance. El banco de inversión Altis ya hizo las valorizaciones y el proceso podría quedar bastante definido este 2024. Por Carlos Heller con sus hijos Pedro y Alberto, es la sociedad Alpes la que congregaría las inversiones. Y en el caso de Andrea con sus hijos Paola Barrera y Felipe Rossi, es la sociedad Romy, que cambiaría de nombre a Sisbrom, acrónimo de Sister Brother and Mother. En esta estructura, Bethia no desaparece.