Pasadas las 20:00 horas del viernes 16 de junio en el medio digital Timeline, fundado en 2013 en Antofagasta, se publicó un reportaje titulado "En dos meses: Fundación de pareja de la diputada Pérez (RD) se adjudicó $426 millones en convenios con Seremi de Vivienda de Antofagasta".

Sin pensarlo, explica su director Jorge Ortiz, se destaparía entonces un caso que hoy involucra al partido Revolución Democrática, tienda política cuyos militantes y fundadores son parte del gobierno del Presidente Gabriel Boric. 

La nota revelaba algo que a estar alturas ya es conocido por la opinión pública: la existencia de convenios por $ 426 millones entre la Seremi de Vivienda y la fundación Democracia Viva, cuyo representante legal es Daniel Andrade, entonces pareja de la diputada Catalina Pérez, ambos militantes de RD.

Aquí, Jorge Ortiz, cuenta cómo llegaron a esta información.

El WhatsApp con el anzuelo

Dos semanas antes de la publicación, cuenta el director de Timeline, recibieron la primera pista por WhatsApp. "Tenemos un grupo de mensajería en el que compartimos titulares y nuestras notas con suscriptores. Fue a través de esta vía, que uno de ellos se comunicó con nosotros de forma privada para mostrarnos un mail", explica el periodista de la Universidad de Viña del Mar.

El mensaje mostraba un correo enviado a principios de mayo por la asociación de funcionarios del Serviu, donde hacía ver una serie de cuestionamientos y quejas hacia el manejo de la Seremi de Vivienda de Antofagasta, encabezada entonces por el militante de Revolución Democrática (RD), Carlos Contreras.

Entre ello enumeraba la marginación de las decisiones que el Equipo Asentamientos Precarios experimentó bajo esta jefatura; manifestaron su preocupación por la cantidad de profesionales contratados por la seremi sin existir respuesta al detalle de sus funciones; el pago en una sola cuota de $ 54 millones para el arriendo del inmueble de una fundación cuyo contrato no había sido entregado; y, advirtieron sobre los convenios con Democracia Viva y el vínculo con la diputada Pérez y el titular de la fundación, Daniel Andrade.

Doris Pinto, la asesora de la Subtel que fundó la cuestionada fundación Democracia Viva

"Era la fotografía de un mail. Revisamos su veracidad, que no estuviera intervenido. Luego comenzamos a contactar a fuentes ligadas al Serviu, los que nos dieron más pistas", comenta Ortiz. "La figura de Catalina Pérez es muy poderosa a nivel regional. Y no podíamos aseverar que Andrade era su pareja. Lo chequeamos al corroborar su vínculo como asesor de Defensa. Ahí es donde el mail que recibimos nos empieza a hacer más sentido", añade el director de Timeline.

El viernes 16 de junio advirtieron que en Twitter había una serie de cuentas falsas filtrando extractos del caso que ellos a esas alturas tenían prácticamente armado. "Tenían información que nosotros ya habíamos reporteado y confirmado", asegura. Entonces, junto al periodista Jonathan Mondaca se propusieron publicar su información ese mismo día.

Entonces contactaron a los protagonistas de esta historia.

José Antonio Kast, el primero en retuitar

Las autoridades del Minvu involucradas, las de Democracia Viva y la diputada, respondieron por escrito, señala Jorge Ortiz. "Hubo varias de ellas que no fueron respondidas", asegura. "Por ejemplo, le preguntamos al seremi Contreras si es que conocía a Andrade y no contestó", explica.

En paralelo, cuenta: "Ese día, cerca de las 19:00, hubo una reunión que tuvieron autoridades electas y designadas de RD en Antofagasta. La instancia estuvo liderada por la directiva regional de RD (Paula Orellana es su presidenta y también es actual CORE) donde principalmente se les contó a los otros militantes que el tema iba a salir en este medio, y que estaba todo en regla. No creían que fuera a tener mayor impacto. Miguel Ballesteros, delegado presidencial de El Loa (también militante RD) también participó del encuentro".

Y confiesa: "La verdad nosotros tampoco creímos que la nota tendría el impacto que tuvo. Era un mal día para nosotros, y una mala hora. Creíamos que recién el lunes podría haber algún tipo de reacción".

El artículo se publicó pasadas las 20:00 de ese viernes.

"De inmediato agarró mucho vuelo en Twitter. Estaban todas las fuentes consultadas, y nadie negaba los hechos. Su defensa no estuvo en desmentir la información, si no en asegurar que estaba todo en regla", relata Jorge Ortiz quien asegura que la crónica sumó más de 900 páginas vistas por minuto. En un día normal, esa cifra bordea los 200.

Ese mismo día José Antonio Kast, líder del Partido Republicado y ex candidato presidencial, hizo eco de la publicación de Timeline. "El mundo político enganchó y entonces los medios tradicionales se sumaron", comenta.

¿Qué viene ahora?

Jorge Ortiz adelanta que por estos días el equipo de Timeline sigue cubriendo el caso.

"Estamos intentando descubrir el mecanismo. Está claro que faltan patas por contar en este tema", señala. Y dice: "Una de las áreas que estamos mirando es quiénes eran los militantes de RD que participaban en la fundación. Nuestra misión es terminar de contar esta historia. Vemos a todos los medios nacionales detrás de lo mismo, no pretendemos competir con los grandes, no tenemos los recursos. Pero sí quedó demostrado con este caso que en regiones se puede hacer buen periodismo".

La historia de Timeline

Jorge Ortiz confiesa que el nombre del medio, ahora le da "un poco de vergüenza". "Es muy malo", dice entre risas.

La historia se remonta al 2 de octubre de 2013, cuando fundó este medio online en Antofagasta junto a Patricio Figueroa con la idea de "contar las noticias de una forma distinta". En ese momento Twitter estaba tomando fuerza en los medios, y bautizaron su proyecto con un concepto que se relacionara a la red social de Elon Musk. "Línea de tiempo. O Timeline", recuerda.

Jorge Ortiz inició su carrera en la televisión. Oriundo de Valparaíso, estudió dos años Derecho y luego se cambió a Periodismo en la Universidad de Viña del Mar. Ahí, cuenta, "pituteaba" con TVN. Cuando apareció un cupo de un puesto fijo en Antofagasta, en 2008, decidió mudarse al norte de Chile. 

"Con Patricio veníamos pensando en crear un medio de comunicación. Contar las historias de forma muy audiovisual, pero de otra manera, más sintetizada que como lo hacen los canales de TV y con un tono como era el de The Clinic", rememora. 

Empezaron a hacer programas en vivo por redes sociales, y, según comenta, su primer golpe fue la cobertura del caso de Cecilia Julio, crimen que remeció a Antofagasta.

Relata el periodista que el estallido social, en 2019, fue el punto de inflexión del medio. "Vimos una tendencia en medios digitales, todos intentando hacerse parte del movimiento. Nosotros mantuvimos distancia y una mirada crítica: no sólo cubríamos las marchas, también los desmanes".

En esa época crecieron de 100 mil a 2 millones de interacciones semanales, dice. 

Hace dos años Jorge Ortiz compró la participación de su socio. Actualmente el equipo consta de 4 periodistas y encargados comerciales, quienes se encargan del avisaje pues el modelo de negocios no incluye suscripción (pero sí tienen medición de usuarios que, dice, bordean los 6.500).