Si bien existen más de ocho mil criptomonedas en el mundo, la más conocida es el Bitcoin. Desde su aparición en enero de 2009, este activo no ha dejado de protagonizar un récord tras otro. Y todo apunta a una adopción más masiva en los próximos años, a medida que la tecnología que lo soporta -blockchain- comienza a ser usada en nuevos modelos de negocios.

De eso y mucho más hablaron tres protagonistas del ecosistema, este martes en el encuentro digital “Cumbre Cripto DFMAS” donde debatieron sobre regulación, inversiones y el futuro de blockchain. ¿Seguirán subiendo las cripto?, ¿serán reguladas?, ¿qué otros activos prometen inversiones igual de positivas?

María Pía Aqueveque (CEO & Founder Maqueveq & Co),;  Guillermo Torrealba (cofundador y CEO de BudaPuntoCom) y, Matías Bari (Co-Founder de SatoshiTango.com) analizaron el futuro de estas inversiones y respondieron ésas y otras preguntas.

En 2017, la cotización del Bitcoin superó por primera vez los US$ 20 mil y en abril de este año este activo marcó su máximo histórico de US$ 63.410,29. Actualmente se sitúa en torno a los US$ 33 mil.

A la par de la fiebre cripto, se ha verificado un mayor volumen de inversiones en este tipo de activos, especialmente de grandes inversores que empezaron a fijarse en la criptomonedas como un refugio frente a la inflación. Multimillonarios como Elon Musk (Tesla) y Jack Dorsey (Twitter) dieron un fuerte respaldo al sector con sus declaraciones a favor de usar las criptomonedas.

A eso se suma que se trata de un activo que nadie controla. ¿Cómo puede un inversor novato beneficiarse del boom?

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“Sólo el 1% de la población mundial usa criptomonedas”, dice Guillermo Torrealba, CEO de Buda.com, un exchange de criptodivisas que además ha estudiado el comportamiento de los inversionistas: entre el 70% y 80% compra para invertir y el 20% restante, para solucionar problemas que el sistema financiero formal no consigue, como el envío de remesas de inmigrante a sus países de origen al menor costo.

Torrealaba sostiene que antes de comprar criptomonedas, se deben estudiar. “Probablemente estamos viendo el nacimiento del próximo estándar monetario global”, sostiene.

Su recomendación es analizar el plazo de la inversión y fijarse en período largos, donde el activo pueda entregar altos rendimientos. “Lo que estamos viendo es que hay grandes inversionistas que están manteniendo y otros que están liquidando y la tasa de liquidación de estos grandes inversionistas está acercándose al cero y entonces hay una mayor oferta de venta ante una demanda de compra de bitcoins que no para”, agrega.

Aguanta la volatilidad

Las criptomonedas vienen en cierta manera a cambiar el paradigma de las instituciones centrales que emiten dinero. “No hay ninguna duda de que llegaron para quedarse y no hay vuelta atrás, porque las criptomonedas son tecnología, principalmente porque tienen esta ventaja de que nadie las controla, son descentralizadas, se pueden enviar desde un teléfono a otro en cualquier parte del planeta sin intermediarios y por un costo bajísimo”, agrega Matias Bari, CEO y cofundador de SatoshiTango.com.

Bari añade que la alta volatilidad del activo tenderá a corregirse, pero advierte que las alzas y bajas de precio seguirán. Al menos por un tiempo.

Añade que el mercado cripto sigue siendo “muy, muy pequeño en comparación con otros mercados”, pero que no  hay dudas de que seguirá creciendo y desarrollando  tecnologías que hagan más segura y sustentable toda la operación.

“De momento al bitcoin la gente no lo ha elegido como medio de intercambio, sino como medio de inversión a largo plazo, pero la tecnología blockchain se está usando para otras cosas”, sentenció Bari.

Base para inversiones futuras

“Hoy tú puedes tener cierta propiedad sobre una porción de un metro cuadrado de una casa y sobre una parte de un lingote de oro”, adelanta María Pía Aqueveque, CEO & fundadora de Maqueveq & Co. Destaca que las criptomonedas y la tecnología blockchain podían jugar un rol muy relevante, promoviendo nuevos modelos de negocios.

La experta en blockchain sostuvo que “estamos iniciando un proceso que es parecido al del Renacimiento pero esto es un renacimiento digital”, añadió. Ello, debido a la convergencia de diferentes tecnologías como Internet, la Inteligencia Artificial, la energía sustentable, entre otras. Y  lo ejemplificó en el caso de un barrio de Brooklyn en Nueva York, donde se utiliza la tecnología blockchain para la generación y distribución de electricidad. Los hogares generan energía con paneles solares y si tienen exceso o déficit lo transan entre los mismos vecinos.

La experta enfatizó respecto de los problemas de privacidad y seguridad de datos, que “es un tema no resuelto, pero de toda la era de internet y la información. Aún es un desafío. Si bien el blockchain tiene mayores estándares de seguridad, dentro de un proceso “aún hay puntos débiles”, explicó.

El caso de El Salvador

El 5 de junio pasado , el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció que el país se converitirá en la primera del mundo en adoptar formalmente las criptomonedas. “Todos los restaurantes, todas las peluquerías, todos los bancos... todo podrá ser pagado en dólares estadounidenses o bitcoin, y nadie podrá rechazar esa forma de pago”, declaró Bukele días antes de enviar al Congreso la ley que aprobó el cambio, apenas días después, el 9 de junio.

El impacto de este “experimento” fue analizado en el encuentro de DFMAS. “La Ley Bitcoin es ambiciosa y facilitará la vida de los salvadoreños que viven en el exterior y envían dinero a sus familiares”, explicitó Torrealba (Buda.com).

Matías Bari (SatoshiTango.com) sostuvo que si bien el país centroamericano será el primero en adoptar esta divisa, otros países como Chile también terminarán adoptando al bitcoin “de una u otra manera” como una moneda, sostuvo.

En línea con sus investigaciones sobre el impacto de esta nuevas tecnologías en el acceso y democratización de mayores capas de población, María Pía Aqueveque, de Maqueveq & Co agregó que una de las grandes inspiraciones del presidente Bukele para adoptar las cripto “fue poder satisfacer las aspiraciones de un 70% de la población salvadoreña que no está bancarizada y ademas de la que está fuera del país que envía las remesas”.

Carga ambiental

Aunque no hay monedas ni billetes físicos y todo es en línea, la obtención de criptomonedas daña al medio ambiente, debido a su descomunal consumo de energía.

La llamada minería del bitcoin requiere de supercomputadores que necesitan un potente sistema de refrigeración para resolver complejos cálculos.

El año pasado, el Centro para Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge del Reino Unido sostuvo que el consumo de electricidad del Bitcoin equivale al de todo un país como Suecia o Ucrania, una huella ambiental que según los participantes irá bajando,

“Ha habido una utilización intencionada de las estadísticas, que ha llevado a sacar conclusiones erradas con este tema en particular”, aseveró Aqueveque, destacando que si bien las criptomonedas consumen harta energía, utilizan la mitad que el sistema bancario tradicional al no usar oficinas físicas, ni transporte, ni papel.

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