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Las 3 claves para invertir en salud y tecnología
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Desde marzo de 2020 la industria tech goza de un buen momento. El Nasdaq 100 -índice de las principales acciones tecnológicas de Estados Unidos y el mundo, que depende del Nasdaq (Bolsa de EEUU)- ha rentado un 32% en el último año. En esa misma línea, el desempeño de las acciones de compañías ligadas a la salud, como Moderna (que ha tenido un crecimiento del 234% en 2021), también es positivo.
“La pandemia ha generado mayor interés por la tecnología, de la mano con la masiva adaptación al trabajo remoto, así como también por la salud, en respuesta a la pandemia. El último año y medio ha sido un ejemplo de la importancia de estar expuestos a distintas fuentes de retorno dados los cambios estructurales que estamos viviendo en tecnología, salud y digitalización”, dice Andrés De Goyeneche, Country Head de BlackRock Chile.
Pese al buen momento (y a la tentación por comprar una ficha que parece segura), los expertos advierten sobre la importancia de diversificar y no poner todos los huevos en la misma canasta. “Cualquiera sea la inversión, en lugar de apostar en solo una compañía, hay que distribuir el mismo dinero entre varias empresas”, dice Boris Garafulic, CEO de Racional.
¿Pero en qué empresas fijarte? ¿Qué fondos específicos son los mejores? ¿Cómo pueden los ETF ser una buena alternativa? Lo respondemos a continuación.
Una de las mejores alternativas de inversión cuando una persona no conoce bien una industria son los fondos mutuos, los cuales reúnen pequeñas participaciones en distintas empresas.
Uno de ellos es el Silicon Fund de DVA Capital. Este fondo se especializa en tecnología de la información, con inversiones en compañías especializadas en la producción de chips, como Nvidia. En 2021 ha rentado 16,4%. Desde el lado de la salud, la misma firma ofrece el Medtech Fund, que invierte en empresas que dominan la fabricación y desarrollo de equipamiento médico e insumos. Durante este año ha rentado 12,1%.
Tal como los fondos mutuos, los exchange-traded fund (ETF) son conocidos por entregar diversificación y bajas comisiones. “Hay maneras de invertir en estos rubros de manera eficiente y diversificada. Más allá de elegir una u otra compañía, se trata de armar un portafolio que invierte en una diversidad de firmas a lo largo del sector tecnológico o de la salud”, dice Andrés De Goyeneche.
¿Pero cuáles? Existen decenas de ETF específicos, pero Boris Garafulic menciona dos que son clave para introducirse en este rubro: “Uno de los principales es IYW, con un alza de 47,52% el año pasado. Mantiene presencia en referentes de la electrónica, hardware y software de Estados Unidos, como Apple, Microsoft y Facebook. Otro más específico, llamado SMH, invierte -exclusivamente- en compañías del rubro de los semiconductores, creciendo más de 55% durante 2020, debido a la alta demanda de microchips”.
Y respecto del rubro de la salud, el ejecutivo recomienda XLV porque tiene posiciones en farmacéuticas, equipamiento y centros de atención médica. Pero también menciona a ARKG porque “ha tenido un crecimiento superior a 180% durante 2020, y que gestiona inversiones de manera activa en el campo de la tecnología genómica, participando en empresas de edición genética, tratamientos e investigación con células madre y diagnósticos moleculares”.
Años atrás, los países líderes en la industria tecnológica eran Estados Unidos -con empresas como Apple, Microsoft y Google- y Corea del Sur, con Samsung y LG. Pero ahora China ha ganado terreno. “Tencent, Alibaba o Baidu se han transformado en férreos competidores, con millones de usuarios que testifican sus capacidades. En las últimas semanas el gobierno chino ha tomado cartas en el asunto para evitar el monopolio de muchas de estas empresas, lo que ha asustado a los inversionistas, pero podría incluso fomentar la competencia y generar una ventaja a largo plazo”, advierte Francisco Verdugo, socio de DVA Capital.
¿Y qué pasa con el rubro de la salud? Los dardos apuntan a Europa. “Compañías como Bayer, Roche, Novartis o Novo Nordisk tienen importantes participaciones, y conviven con grandes empresas norteamericanas del tipo Pfizer, Johnson & Johnson”, agrega Verdugo.
3. Impuestos y consideraciones clave
Invertir en este tipo de instrumentos no es algo sencillo. En particular la industria de la salud tiene una importante volatilidad y requiere entendimiento en el tema. “Es relevante conocer los rendimientos proyectados para las acciones de interés y así ajustar las expectativas de la inversión”, recomienda Carlos Quezada, Trader Senior de Libertex.
También hay que considerar la carga impositiva. “Todo este tipo de actividades están sujetas a pagos de impuestos, y por eso, hay que revisar detalladamente la estructura tributaria de cómo un individuo compra esos fondos, para después liquidarlos”, advierte Cristián Lecaros, CEO de Inversión Fácil. Y agrega: “Hay varias empresas en Chile que entregan este tipo de asesorías de inversiones, donde pueden llegar y comprar acciones de este tipo de firmas ligadas al ámbito de la salud”.
¿Y va a bajar en algún punto? Esa es la pregunta que muchos se hacen. “Desde 2020 vemos una tendencia alcista, pero también se han registrado correcciones (caídas) durante el año, las que representan oportunidades de compra cada vez que se dan”, dice Quezada.
Algo similar aporta Verdugo de DVA Capital: “Si miramos las valorizaciones de las compañías, se pueden ver algo apretadas, por lo que en el corto plazo es difícil determinar si es momento de entrar. Los mercados tienen espacio para corregir y es algo normal. Sin embargo, pensando en el largo plazo, sin duda es momento de entrar. Estas inversiones no deben ser vistas desde el lado oportunista, sino que como grandes tendencias para el futuro”.