Los abuelos del arquitecto de la Universidad de Sapienza Roma, Patricio Rolle (65), llegaron a Chile a principios del siglo XX. Su “nonno”, como le dice, era de Piamonte y su “nonna”, de la Toscana. Habla italiano fluido y la cultura de la península ha estado siempre presente en su casa.

Mientras recorre la casa en la que vivía su padre, en la calle Napoleón, Las Condes, se ven detalles de Italia, inspirados en el escultor Luca della Robbia. En la entrada, un busto de greda de Dante Alighieri, hecho a mano por su padre.

Rolle se sienta en la misma silla que su progenitor, quién fue médico cirujano de la embajada de Italia. El arquitecto trabaja ahí, rodeado de libros, cuadros, archivos y diplomas. En el escritorio se vislumbran los sobres con los que él y su familia emitieron sus votos el domingo pasado.

Casado y con cinco hijos, trabajó más de 25 años como socio de un estudio de arquitectura y luego se independizó. No terminó la carrera en Chile debido a diferencias con un profesor de la Universidad Católica, pero el 2005, ya con familia formada, tuvo la oportunidad de titularse en Roma. Estuvo yendo dos meses a Italia durante cinco años para preparar los exámenes.

Desde el 2015 participa activamente en la comunidad italiana en Chile. Fue electo consejero del comité chileno, junto a otros 12 italochilenos. En las ideas de fondo, se siente identificado con el lema de Meloni, “Dios, patria y familia”. Incluso milita en el mismo partido.

“Uno va siguiendo la política, a Meloni la sigo hace años en redes sociales”, confiesa Rolle. Sin embargo, fue el 2020, tras un comentario en Facebook por un discurso sobre la familia de la recién electa primera ministra, que le llegó un mail de Roberto Menia, el encargado internacional del partido Hermanos de Italia (Fratelli d’ Italia). “Me dijo, ‘por encargo de Giorgia quiero saber quién eres, le pareció un buen comentario’. Me preguntó si quería sumarme a un grupo de WhatsApp internacional del partido”.

La dupla De Palma/Rolle

A los pocos días tuvieron un Zoom, hablaron más de una hora y Rolle pudo contarle al diputado italiano cuáles eran sus valores, por qué seguía a Meloni y qué pensaba él para la circunscripción de América del Sur. Se fueron haciendo más cercanos. El 2021, lo contactó Francesco Braga, un italiano que vivía en Toronto y lo juntó con el periodista argentino de ESPN Vito de Palma. Hicieron un grupo de WhatsApp y en él hablaban temas de ciudadanía italiana.

“Un sábado, estábamos en un Zoom y me tuve que salir por un tema familiar. A los pocos minutos me escribió Menia y me dijo ‘necesito conversar contigo’”, recuerda el arquitecto. Era julio de este año y el actual gobierno recién había sido disuelto. Se juntaron el lunes y el político le preguntó si estaría dispuesto a ser candidato. “Le dije ‘sí, absolutamente’”, afirma Rolle.

Menia siguió sondeando y a principios de agosto le pidió al arquitecto que mandara todos sus antecedentes, currículum, certificado electoral y pasaporte para ser precandidato. El 21 de agosto el consejo en Italia decidiría en un congreso quiénes serían seleccionados en el extranjero. Todo apuntaba a que los elegidos eran De Palma para el Senado y Rolle como diputado.

Sin embargo, políticos brasileños propusieron que el candidato al Senado fuera el excampeón de la Fórmula 1 Emerson Fittipaldi. La madrugada del 22 le avisaron a Rolle que no sería él quién esté en la papeleta, la dupla quedó con el piloto al Senado y el periodista a la cámara de diputados.

Ganaron en todos los países de la cuenca del Pacífico, a excepción de Uruguay, Argentina y Brasil, por lo que no resultaron electos. Eso sí, se habrían encontrado votos falsos al otro lado de la cordillera, y algunos acusan un fraude electoral en más de 25.000 papeletas.

“Este trabajo está recién partiendo”

Rolle no fue candidato, “pero este trabajo está recién partiendo”, dice. Su plan es ayudar a expandir las redes italianas de su partido en Sudamérica e impulsar nuevamente el ministerio para los extranjeros. Chile ha tenido dos candidatos al parlamento italiano, Alberto Cordero y Claudio Curelli, actual presidente del comité chileno.

El arquitecto señala que la prensa internacional y estatal italiana se ha dedicado a caricaturizar a Meloni. Afirma que ella defiende la iglesia, los valores patrios y es europeísta, no busca salir de la Unión Europea. Está de acuerdo con la OTAN y en contra de Putin y la invasión a Ucrania. “Desde joven ha participado en política, conoce los errores de ésta, la corrupción, y como se ha formado duramente en su infancia valora las cosas que valen la pena”, destaca.

“Lo que hace Meloni es ponerse como Macron o los alemanes, que defienden la identidad de su país. Ella dice, ‘los franceses son franceses, los alemanes son alemanes, los españoles son españoles, pero los italianos son europeos’. Y eso lo quiere cambiar”, recalca el consejero.

Elecciones en Italia

Durante el fin de semana pasado se celebraron elecciones en Italia. Por primera vez, una mujer fue la candidata electa. Georgia Meloni, de 45 años. La participación fue la más baja de su historia, con un 63,9% del electorado, diez puntos menos que en el 2018.

La candidata del partido de derecha Hermanos de Italia tiene una activa trayectoria en política. A los 15 años comenzó su militancia en las juventudes del Movimiento Social Italiano, partido fundado por ex seguidores de Mussolini. Tres años después fundó un movimiento estudiantil y en 1998 fue electa concejal de Roma. Seis años más tarde fue la primera mujer presidenta de la juventud del partido Alianza Nacional.

El 2006 se convirtió en la vicepresidenta adjunta más joven de la cámara de diputados y posteriormente su partido se fusionó con Hermanos de Italia. Además, fue ministra en el gobierno de Silvio Berlusconi, la más joven de la historia de su país. Gracias a sus votos del domingo, se convertirá en la primera ministra.

Por una reforma de Silvio Berlusconi cuando era primer ministro y Mirko Tremaglia, entonces ministro de los italianos en el exterior, los ciudadanos que viven en el extranjero pueden votar y ser candidatos al Parlamento.

Hay cuatro circunscripciones: Europa (menos Italia), América del sur, América del norte y Caribe y África, Asia y Oceanía. Cada una de éstas considera dos senadores y cuatro diputados. Como referencia, en Chile hay 70 mil italianos y en Argentina un millón.