Lecciones de Vida
Claudio Castro: “Lo que me ha dejado sin dormir es pensar que hay un proyecto que se acaba”
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"Vivía en una población en La Florida y cuando quedé aceptado en el Instituto Nacional se produjo una situación: me convertí en el chico del barrio que iba al Instituto y eso marcaba una distancia con el resto de mis amigos por las oportunidades que eso significaba. Estaba muy presente la idea de un vehículo de movilidad social. Me encontré con una institución de prestigio. Ahí surgieron gran parte de las convicciones que tengo. Hoy hay que asumir que es un colegio diferente: ya no es el establecimiento ultra selectivo y solo de hombres.
Hago política hace mucho tiempo, incluso antes de haber ingresado a un partido. En la universidad fui presidente de la FEUC. Después tuve un paso por Techo que fue muy importante para entender que la organización formal de la comunidad era un requisito para lograr cambios estructurales. Y eso es política. Cuando salí de la organización comencé una serie de conversaciones con otros jóvenes y definimos que queríamos entrar a militar, e hicimos una campaña. El primer lema era “creo en la política” y el segundo era “me sumo a la DC”.
Sigo creyendo en la política. Creo que es fundamental, es importante para enfrentar todo lo que queremos cambiar: ofrecer gobernabilidad, generar cambios impensados... La política está en un muy mal momento con respecto a su conexión con la ciudadanía, y eso es lo que debe revertirse.
“El PRI queda retratado en toda su magnitud en esta acción”
El jueves de la semana pasada (25 de febrero) estábamos en la municipalidad con actividades en terreno, cuando me llegó el rumor de que el Tricel iba a inhabilitar mi campaña. Empecé a recibir llamados de ánimo y esperanza, pero todavía no conocíamos el fallo. Entonces se generó una situación especial. Se auto convocó una movilización en la Plaza Mayor de Renca donde se congregaron cientos de vecinos para apoyar mi candidatura.
Esa noche casi no dormí. El fallo se publicó a las 3 de la mañana del viernes. Yo estaba despierto porque sabía que era inminente —reconozco que en los últimos días he dormido muy poco—, y leerlo fue la confirmación de algo que a mí me parece muy injusto: anular a un candidato que cumplió con la ley.
El viernes (26 de febrero) había una tristeza genuina, un ánimo de que algo se había quebrado. Y me tocó algo paradójico: tratar de revertir eso. Llegué a la oficina con el ánimo de establecer una estrategia con mi abogado, Gabriel Osorio, para hacer una nueva presentación al mismo Tricel.
Ha habido muchas expresiones de apoyo y muy transversales. Esto no se trata de mí, ni de mi futuro político, ni de cómo yo lo pueda tomar. Lo que me ha dejado sin dormir es pensar que hay un proyecto que se acaba. Es muy complejo que sea un tribunal el que defina a un representante de una comunidad. Y eso es lo que está pasando acá. No es solamente que yo me quedé sin la posibilidad de ser candidato, es también que las renquinas y los renquinos no tienen la opción de elegir quién los gobierne. Eso marca un precedente donde todos pierden: pierden los sectores políticos y la ciudadanía. Dado que esto pasa hoy, podría ocurrir en el futuro y que se empiece a instalar la idea de que se puede zanjar una elección en tribunales antes de llegar a la votación.
Nadie puede ser sindicado como responsable de un error cuando ha cumplido con todos los plazos y con lo indicado formalmente. En ese momento el calendario electoral oficial decía que el último plazo para renunciar a un partido era el 26 de octubre hasta las 23:59. Yo cumplí con todo. Lo que evalúa el Tricel no tiene que ver con eso, sino que con una aplicación de una norma posterior cinco meses después. Ni yo ni ningún otro candidato que renunció a sus partidos el 26 de octubre debiésemos ser sindicados como responsables de un error. Al contrario.
El PRI queda retratado en toda su magnitud en esta acción. Un partido político tiene una responsabilidad que es cuidar la democracia y promover la participación. Y el PRI, al hacer esta apelación, lo que está diciendo de manera directa es que quieren que su candidato gane sin tener una elección. No hay otra razón posible, porque saben que la consecuencia de bajar mi candidatura es esa. Están faltando a su rol más genuino como partido político y le hacen un flaco favor a la democracia.
No he hablado con César Monsalve (el único candidato por Renca) porque hay muchas dificultades en este proceso. Él está viviendo otras situaciones de índole personal que con lo mediático que se ha tornado todo esto naturalmente se hace más difícil poder conversar.
Yo me voy a mantener como independiente. Mi bloque está en la centroizquierda, en la convicción de una socialdemocracia del siglo XXI, que pueda disputar con ideas de vanguardia este escenario político donde existe una izquierda que ha ido haciéndose más ortodoxa y donde hay una derecha que está muy desconectada de lo que está pasando para enfrentar la desigualdad. Este bloque al que yo pretendo aportar está teniendo dificultades tremendas para articular una unidad que nos permita ofrecerle al país una alternativa de gobernabilidad”.