Lecciones de Vida
Cristián De la Fuente por disparo a su hija: “Quiero que esto se trate como un homicidio frustrado”
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En el momento en que pasó, no me di cuenta de que era una encerrona. Estaba en la entrada de las Lomas de La Dehesa dejando a una amiga de la Laura, mi hija, de vuelta del colegio.
Yo venía de un almuerzo en Alonso de Córdova con unos amigos porque ese día, el 10 de marzo, era mi cumpleaños. Y salí de ahí a las 4:15 para ir a buscar a la Laura, que está en 4 medio. En la entrada del condominio había un taco.
Hasta ahí todo normal. Vi un hombre pasar detrás del auto pero pensé que estaba cruzando, nunca pensé que iba a venir a golpearme el vidrio con una pistola apuntándome. No me dice nada, o yo no escucho nada, y para escapar me subo a una rotonda que estaba al frente.
Cuando acelero, él me dispara. Yo estaba con la ventana cerrada, siento el balazo, me miro el brazo y veo que tenía sangre porque me habían saltado algunos vidrios. De ahí veo a la Laura y le veo un hoyo en la pierna.
Me fui rápido a la Clínica Alemana de Lo Barnechea, que era la que me quedaba más cerca. Ahí le dieron las primeras atenciones y después la trasladaron a la clínica de Vitacura porque ahí tenía el pabellón quirúrgico que se necesitaba.
Cuando chico, estábamos con mi mamá de vacaciones en España y unos tipos le robaron una cadena de oro que ella tenía, la empujaron y se la cortaron. Pero yo nunca había estado en algo así de violento. Porque uno ve que los delincuentes andan con pistolas para ser usadas cuando hay resistencia, pero que un gallo llegue y dispare porque sí a la primera, no.
Por eso yo estoy tratando de que esto sea tratado como un homicidio frustrado más que un intento de robo. Ahora uno ve que esto no fue encerrona porque no es el modus operandi. Es muy probable que hayan estado persiguiendo el reloj que yo tenía.
Lo que no entiendo es por qué no me lo pidieron saliendo del restorán, por qué me siguieron tanto, y bueno, hay una serie de interrogantes que uno deja inconclusas.
Lo primero que vi fue que no salía mucha sangre, yo rezaba que la bala solo la hubiera rozado. Ella al principio no sentía dolor, pero estaba súper asustada... hasta que se ve el hoyo en la pierna. En la clínica le bajó la adrenalina -ese modo de supervivencia que uno tiene- y le empezó a doler todo: la canilla por donde había entrado y salido la bala y el muslo de la otra pierna, donde ésta volvió a entrar y se alojó.
Ahí fue que la Angélica (Castro, su mujer), que es más espiritual que yo, pidió una cadena de oración por la Laura porque necesitábamos que en todo ese recorrido la bala no hubiera hecho daño porque podría haberle roto la rodilla, huesos, articulaciones… Eso no pasó.
Fue un milagro, y hay muchos milagros, porque en la investigación me dicen que esta bala pasó con suerte a tres centímetros de mi cabeza. El tipo no creo que haya querido disparar a una niña en uniforme, me quería disparar a mí, y no le achuntó.
Pero el cerebro como que empieza a hacer un ejercicio de qué es bueno y malo: bueno, de que está todo bien, salió todo bien, pudo ser peor. ¡Pero esto no debería haber pasado! No está todo bien, porque la Laura tiene que ir al colegio en silla de ruedas y todavía no puede mover la pierna.
Entonces la palabra ‘bien’ va teniendo otra connotación, nos vamos poniendo conformistas a medida que vamos normalizando esto. Y uno escucha, ‘oye, por suerte que me quitaron el auto nomás y no me pegaron’; ‘que suerte que me pegaron y no me dispararon’; o ‘que suerte que el balazo le dio en la pierna’.
No nos vamos de vuelta a Estados Unidos. Si la Laura me lo pidiera, lo hago, pero ella acá está rodeada de amor, de sus amigas. Hoy tiene un daño físico que se va a sanar, esperamos. Si yo me la llevo y la saco de su tribu, le estaría haciendo un daño en el alma. Y estos delincuentes no solo hubieran tratando de robarme y le hubieran pegado un balazo, sino que le hubieran quitado su libertad y su felicidad.
Además que la razón por la que estamos en Chile es porque ella quiso que nos viniéramos aquí cuando cumplió 15 años. El 18 de octubre de 2019 en la tarde nos dicen que la Laura esta aceptada en el Santiago College, el día del estallido social.
El lunes 21 nos llaman del colegio, ¿están seguros que quieren venirse a Chile? La Laura dijo que sí. Y nos vinimos a fines de diciembre de 2019. Luego vino la pandemia y nos fuimos todo el 2020 a vivir a Vichuquén.
Queremos que lo que pasó valga la pena. Hoy tenemos una tribuna para hablar y queremos hacer todo para que se apruebe en el Congreso la Ley Tamara. Estamos conversando con diputados y senadores.
Queremos que haya penas de acuerdo a los delitos. No puede ser que alguien que le quita la vida a otro pague con cinco años de cárcel; que los robos tengan dos o tres años, que los jueces por tiempo hagan juicios abreviados que dejen gente en libertad o que muchos de estos extranjeros que están delinquiendo los manden de vuelta a sus países sin cumplir la condena aquí y después regresen en forma ilegal con otros nombres y sigan delinquiendo.
Mi única vinculación con Parived es que yo le vendi dos relojes que ni siquiera eran Rolex. Y ni siquiera se los vendí a él, se los vendí a la Tonka porque me pagaron con cheques de ella. Punto. Los negocios que hace Parived, lo que él está haciendo relacionado con relojes Rolex robados, es de él. Yo no tengo nada que ver.
Que eso esté conectado con los balazos son puras especulaciones de la prensa porque se venden más diarios diciendo eso, o tiene más morbo decir ‘son los mismos relojes’.
Puede que hayan querido mi reloj, pero no necesariamente que Parived haya tenido que ver con eso. Además que es muy feo, yo no creo -y no quiero llegar a pensar- que esté metido en algo así vinculado a una banda de asesinos.
***
Cuando chico, después de ver La Guerra de las Galaxias, me hice una nave de cartón y encontré increíble que con la imaginación podía viajar. Con un amigo jugábamos, hablábamos por radio y aterrizábamos en planetas distintos. Vivir una realidad que no era la tuya a momentos me sacaba de días tristes.
Mi infancia fue súper sola porque yo soy el hijo de la amante de mi papá, entonces era mi mamá y yo, que esperábamos a que mi papá llegara: en Navidad había que esperar que fuera despúes de las 12, y de repente no llegaba.
Cuando vas al colegio, te das cuenta de que las realidades son distintas, te preguntaban ‘¿tus papás son separados?‘ ‘Sí.‘ ‘¿Entonces por qué se ven todos juntos?‘ Es que entonces como que volvieron. ‘¿Y con quién vive tu papa?’ ‘Con la primera señora‘… Yo siempre acepté mi realidad, a mi papá no tenía por qué juzgarlo como marido o pareja. Lo juzgué como papá y él fue un papá increíble.
Partí actuando a los 18, y el año 98 cuando tenía 24 años se me dio una oportunidad de audicionar para una serie en EEUU. Fui, quedé, y decidí quedarme a vivir en Los Ángeles. Despues de esa serie para Telemundo, en español, hice varias series en inglés y en español, en EEUU y México.
Después que me fui, vino este boom de actores taquilleros en Chile, Zabaleta y Vicuña, que ganaban millones, yo no alcance a ganar milllones. En EEUU todo era más grande, había más presupuesto, todo era mejor. Es como jugar en el equipo nacional o irte a jugar a Europa.
En un principio tenía esa deuda y preocupación de que no me reconocieran en Chile y allá sí. Pero me dejó de importar. Y además que es al revés, me va súper bien en mercados que son súper grandes. Entonces no puedo quejarme. Doy gracias.
A pesar de trabajar fuera de Chile, nunca nos fuimos de Chile. Siempre tenía una razón para venir: hago producción y soy Oficial de Reserva de la Fuerza Aerea hace 23 años. Cada vez que vengo, vuelo. Acá, en helicóptero y en EEUU tengo un avión para hacer acrobacias.
Quisimos tener más hijos, pero después de que la Laura nace, a la Angélica la internan en la UCI por una semana porque se le quedaron unas gasas adentro y la infectaron. No quedó inhabilitada físicamente de tener otro hijo, pero sí psicológicamente. Y después cuando se nos pasó el miedo tratamos un poco, no se dio. Pero ahora, con ella casi mayor de edad, la verdad es que o estaría cambiando pañales de nuevo.
Queremos que la Laura si quiere estudie en EEUU, yo seguir yendo y viniendo. Y en un futuro no muy lejano, me quiero retirar e ir a vivir a Vichuquén. Allá tenemos nuestra casa, nuestra huerta, la vida es más simple.