Lecciones de Vida
Ilustrador catalán y la historia de su libro con Olivia Newton-John: "Tras el Festival de Viña me escribió para echar andar el proyecto"

Ilustrador catalán y la historia de su libro con Olivia Newton-John: "Tras el Festival de Viña me escribió para echar andar el proyecto"
Ignasi Blanch (58) es uno de los artistas que pintó el Muro de Berlín tras su caída. 20 años después, en la conmemoración de este hito, conoció a Olivia Newton-John. Hace cuatro años lanzaron juntos el libro “Liv on”, con el que ella buscó transformar el duelo personal -el cáncer que padecía desde 1992- en sanación.
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Diez meses después, en septiembre de 1990, fuí elegido para representar a España con el proyecto de una pintura en esa porción de muro que no se había destruido, en el tramo entre el puente Oberbaum y la estación central de Berlín del Este, a orillas del río Spree. La obra se llamó Parlo d’amor (Hablo de amor), mide 5 metros de largo, y sigue en pie 32 años después. En ella se ven tres rostros masculinos que buscan su sitio en el mundo, tal como yo a mis 26 años.
El primero de cuatro encuentros
Con el marido de ONJ, John Easterling, y la cantante en Berlín, 2009. Ese día el ilustrador le regaló un libro con sus trabajos. Así se conocieron.
En 2007 había ilustrado un libro sobre una historia que me gusta mucho, Alicia y el País de Maravillas. del autor Ángel Burgas. Le regalé un ejemplar. Mi atrevimiento hizo que, aparte de la suerte de que lo encontrara lindo -porque podía suceder que no le gustaran mis dibujos-, esto funcionara. Días después me envió una tarjeta a mi casa agradeciendo mucho el libro, y diciéndome cuánto le gustaron mis dibujos. Estaba sorprendido.
Fue el inicio de distintos encuentros que sostuvimos más adelante: en 2013, en Birmingham, Inglaterra; en 2017, en Londres; y en Barcelona, en 2019. Fui un seguidor de ella toda la vida, aunque nunca me consideré un fan. Nunca en la vida sospeché que esto de entregarle un libro nos llevaría a trabajar juntos.
“Me arriesgué y me dediqué a ilustrar las 11 canciones de su disco”
Olivia Newton-John y Blanch, en Birmingham, 2013.
En 2013 viajé a Birmingham, Inglaterra, a ver su concierto en NIA Academy. No tenía pase VIP, compré entrada normal. Al final del recital, uno podía quedarse para hablar con ella. La saludé, conversamos, y le pedí el prólogo de un libro sobre cáncer que estaba escribiendo mi hermano. Olivia estaba también trabajando en temas de la enfermedad: ella la padecía desde 1992. Y en esa charla surgió la posibilidad de hacer algo juntos.
Ella me comentó ‘quizás podríamos hacer algo para mi hospital’ (en 2007 fundó el Centro de Bienestar y Cáncer Olivia Newton-John en Melbourne, Australia). Me quedé con eso. Creo que fui perseverante pero no insistente. Y busqué la siguiente oportunidad.
“Tuve nervio de que no le gustaran mis dibujos”
Tuve mucho nervio, de que les gustara y les pareciera que no traicionaban su trabajo. Hice los dibujos de la misma manera que los hago siempre, a mano y sobre papel. El tono que elegí, fue el azul. Preparé un dossier, una carpeta con tres copias, una para cada una, y volé de Barcelona a Londres. De nuevo esperé al final del concierto. Me vio, me saludó y le mostré mis dibujos: le encantaron e inmediatamente acordamos hacer el libro. Le apasionaba la idea.
Ella se acordaba de mi libro de Alicia, me lo comentó. Pero sobre todo le impresionó que alguien dedicara tiempo, perdido tal vez, a hacer los dibujos. Funcionó, ahí está el libro. Creo que parte del éxito es que presenté los dibujos en su porte tradicional, en papel. No hubiera sido igual haberlo mostrado en versión digital, con un Ipad, pasando las imágenes con un dedo en una pantalla. Hay una parte del trabajo hecho a mano que de algún modo se pierde en soporte digital, estoy convencido de eso.
“Tuvimos una bonita relación”
Ignasi Blanch con Olivia Newton-John, Amy Sky y Beth Nielsen Chapman, en Londres, 2017.
Para el Día de la Mujer le mandé un dibujo que hice un poco melancólico, triste. Me comentó ‘Ignacio, con lo alegre que tú eres, haz un dibujo positivo, otra cosa’. Lo hice, lo publiqué, y ella lo compartió en sus redes. Varios de mis dibujos los publicó en su cuenta personal. No sé si podría decir que éramos amigos. Porque ella debe haber tenidos muchos. Pero sí podría decir que tuvimos una relación de confianza todos estos años, una bonita relación.
“En enero dejamos de escribirnos. Quizás sabíamos que esto iba a pasar”.
“Tenía la ilusión de que el cáncer fuera una enfermedad crónica”.
Tenía la ilusión de que el cáncer fuera una enfermedad crónica, e implantar tratamientos alternativos a la medicina tradicional, hierbas, tratamientos para el dolor. La echaremos de menos”.