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Knock out: el golpe de gracia del boxeo chileno
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Muy temprano en la mañana decenas de oficinistas acuden al Club Ringo, el local de boxeo fundado por el actor Gonzalo Valenzuela, en pleno Parque Araucano. Llegan en trajes formales, pero en cuestión de minutos se cambian, se ponen guantes y comienzan la clase.
Algo similar ocurre a un par de cuadras, en Habana Boxing, un gimnasio fundado por el boxeador Julio Álamos y que es conocido por sus instructores de origen cubano.
En vez de una suscripción a un gimnasio tradicional, son cada vez más las personas que prefieren inscribirse en centros especializados en boxeo, una disciplina que crece como la espuma en Chile. ¿La razón? Los expertos mencionan dos: el exigente trabajo físico y la defensa personal.
“Este deporte te entrega atención y concentración, control de la ansiedad, un profundo consumo calórico y también logras sentirte más seguro”, dice Christián Farías, conocido en el rubro como “Sensei”.
Algo similar opina Ricardo Ponce, socio y administrador del Club Ringo: “La liberación de estrés es un factor clave. El hecho de pegarle a algo genera una distracción instantánea”.
A pesar de que Chile no es un referente mundial en el boxeo, la práctica de este deporte, al igual que el crossfit, ha crecido en los círculos jóvenes. Esa fue la lógica que siguió Joseph Cherkashyn Romo, conocido como “El Ruso”, un boxeador profesional oriundo de Bajos de Mena y que la semana pasada abrió su primer local en Lo Barnechea.
“Nosotros practicábamos en una plaza y lo conocimos. Después de un tiempo decidimos abrir un gimnasio porque nos dimos cuenta de que cada vez más personas estaban interesadas”, cuenta su socio, Ramón Delpiano.
Pero no todo son rings. De hecho, la mayoría de los locales funcionan con tres etapas: la primera, con un trabajo técnico y práctica individual. La segunda, con un contrincante y un profesor guía. Y la tercera, arriba de un ring con un sparring, que es un compañero que ayuda en la formación de combates de boxeo.
A pesar de que la pandemia afectó al rubro fitness, la mayoría de los gimnasios de boxeo están volviendo a reactivarse. Muchos retornaron con ofertas y modelos flexibles para atraer a nuevos clientes. Y la fórmula ha funcionado: los cupos de las clases en los gimnasios más cotizados se van en minutos.
Actualmente, los gimnasios de boxeo ofrecen paquetes que van desde los $40 mil a los $80 mil mensuales. Varía en la cantidad de clases a la semana y la personificación del plan.
Lo más notorio, dicen los principales exponentes, es el aumento de clientas. “Ha crecido más de 200% nuestra matrícula femenina en el último año. Antes de la pandemia, un 37% de las socias eran mujeres, pero hoy son más del 50%”, dice Ricardo Ponce. “Incluso nos planteamos si cambiábamos el camarín de hombres que era mucho más grande”.
La afición por el box no es solo presencial, sino que también virtual. Hanu Fit, la plataforma de streaming de entrenamientos deportivos apoyada por Benjamín Vicuña, ofrece una serie de clases de boxeo para principiantes.
“Se ha posicionado como una gran alternativa y ha subido mucho de preferencia en los primeros meses del año”, dice José Antonio Condell, CEO y cofundador de la empresa. Y agrega: “Ha sido tanto el éxito del box, que hemos incluido disciplinas complementarias como Muay Thai y Capoeira”.
Algo similar existe en Flycrew.com, una plataforma chilena donde deportistas e instructores profesionales organizan su negocio fitness y donde el boxeo ha sido una de las disciplinas más buscadas.
El boxeo chileno tiene dos almas: la recreacional y la profesional. Esta última se ha mantenido en las sombras, ya que la mayoría de los exponentes, según Christián Farías, lo ve como un vehículo para luchar contra la pobreza.
“Indudablemente ha aumentado la práctica del boxeo en Chile, pero sin la intención de profesionalizarse. Mucha gente se está interesando por un tema recreacional, liberación de estrés y para mantenerse en forma”, complementa el experto.
“Si bien hay mucha gente practicando boxeo profesional, hay falta de recursos, es muy caro y hay que dedicarse a tiempo completo. Hay muchos con talento y condiciones, pero falta dar el paso e irse fuera de Chile. Argentina, México y Estados Unidos tienen una industria muy desarrollada”.
Entre los principales exponentes del boxeo nacional están Miguel “Aguja” González (campeón latinoamericano en súper mosca), Carolina “Krespita” Rodríguez (cuatro veces campeona mundial de boxeo IBF), Joseph “El Ruso” Cherkashyn y José “Pancora” Velásquez.