“Nosotros los VC también tenemos que levantar capital. Y eso a la gente a veces se le olvida, pero cuando hablamos con emprendedoras y emprendedores, nosotros hemos pasado por eso. Entendemos el nerviosismo. Un VC que no ha pasado por un levantamiento de capital no va a tener la empatía que se necesita para acompañar a los equipos fundadores en su trayectoria.

Nosotros estamos siempre con paranoia, paranoia de perdernos un deal, de que una empresa va a morir, que un LP (limited partner) nos va a decir que no, que no sabemos qué va a pasar con nuestro portafolio, paranoia constante. Este es un trabajo emocional brutal.

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Cuando vino el Covid y 30 empresas del portafolio necesitaban ayuda al mismo tiempo, fue tremendo. Mi marido es emprendedor (Sebastián Kreis, CEO de Xepelin) y me decía ‘¿por qué estás tan estresada?’. Uno tiende a comerse el nervio, pero después empecé a vomitar los problemas que teníamos, porque había mucha incertidumbre y necesitábamos ir apalancándonos. Ahí es muy importante tener una cultura muy fuerte, donde nos podamos acompañar.

2022 ha sido un año bien movido en muchos sentidos. Y creo que lo peor que pasó también se relaciona con lo mejor del año. Vimos una corrección muy fuerte en todo el ecosistema. En 2021 se perdió la disciplina, las valorizaciones estaban por las nubes, no hacían mucho sentido con las tracciones de ese momento y se esperaba que los crecimientos fueran infinitos, y la verdad es que eso no es realidad.

Eso generó un remezón para toda la industria. Pero al mismo tiempo fue lo mejor, porque vuelves a ver equipos fundadores que realmente están apasionados por una problemática y no solo por el hype que generó 2021 que pudo haber sido la razón del inicio de muchas empresas. Hay fundamentos para lo que viene mucho más potentes.

El año pasado veíamos a un montón de empresas que querían hacerlo todo, pero que hoy día no pueden porque hay más limitación de capital, el capital es más caro. Y tienes que enfocarte en hacer ciertas cosas, pero hacerlas muy bien. Es de vuelta a la génesis de lo que es emprender.

El segundo cambio que me parece muy sano para el ecosistema es volver a los indicadores de rentabilidad, de cuáles son tus fuentes de ingreso, pero también cómo haces tu empresa sustentable en el tiempo, no tan solo de crecimiento. 2021 fue crecer, crecer, crecer y ahí se pueden esconder muchos crecimientos subsidiados: no sabes si los consumidores realmente quieren ese producto o si simplemente lo están comprando porque es muy barato. Y eso no se sustenta con el tiempo.

Lo tercero es que las expansiones regionales ahora son mucho más cautas. Nos encanta que los equipos sean ambiciosos, pero veíamos empresas que querían abrir Brasil y México, desde Chile, al mismo tiempo. Y Brasil es súper difícil. Ahora, con la cantidad de empresas cerrando Brasil y enfocándose solamente en México, dicen ´mejor me quedo en México, me apoyo en un partner como ALLVP y expando mi negocio acá y cuando esté consolidado me voy a Brasil´.

Siempre hemos sido muy disciplinados, pero quizás, en lo que somos más cautos ahora es en expansión del negocio de las empresas de portafolio y en empujar iniciativas que generen capital o que generen ingresos en el corto plazo, versus las que son más long shots.

¿Por qué? El capital es más caro y necesitas generar más caja en el corto plazo antes de empezar a tener toda tu plata hipotecada, por así decirlo, para el futuro. Es un balance, no puedes dejar de invertir en el futuro, pero quizás el año pasado le dábamos un poquito más de libertad de hacer inversiones que tú sabías que eran más intensivas en capital y que se iban a empezar a ver los frutos en tres años más. Ahora somos más cautelosos.

Vemos 2023 como un año de consolidación de muchos cambios. El 2021 se creció quizás para todos lados, ahora viene la parte de consolidación, con qué tecnología nos quedamos, cuáles son útiles, cuáles son modelos de negocio sustentables”.

Serie favorita: “Vikings me encanta y la última de Game of Thrones, de House of the Dragons. Soy un poquito geek”.

Música: “Escucho mucha música de meditación, que es lo contrario de mi parte geek y me sirve para suavizar este nerviosismo que se vive y que me ayuda a centrarme y a volver a mi conexión conmigo misma y con la tierra”.