Personaje
Claudio Hidalgo, el rancagüino que reestructuró WeWork
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“Soy de Rancagua, menor de cinco hermanos, hijo de don Pedro y doña Blanca. Carnicero y dueña de casa. Tuve la suerte y el privilegio de tener acceso a la educación superior y también a estudiar inglés fuera del país”. Así empieza la conversación con Claudio Hidalgo, el chileno a cargo de reestructurar operacionalmente WeWork en el mundo. Está en Londres, es de noche y este año ha dormido al menos 100 noches en hoteles. El próximo jueves 5 de diciembre Hidalgo estará en Chile como speaker en la tercera versión de MAS Pitch, el evento que reúne a startups, inversionistas y VC, organizado por DF MAS.
El ingeniero comercial de la Universidad Gabriela Mistral cuenta que cuando a los 15 años hizo un intercambio escolar en Loveland, Ohio, quedó con el bichito de vivir en el extranjero. Esa oportunidad se le presentó por primera vez en su último año de estudios: “Se necesita un goma con oportunidades de carrera internacional”, decía el afiche pegado en un muro de la casa de estudios. Quien lo buscaba era Eduardo Novoa, actualmente director de empresas y mentor de Endeavor.
“Me presenté a la entrevista y veía cómo todos mis compañeros que entraban a la sala salían muy rápido. Cuando tocó mi turno. Antes de sentarme, Eduardo me empezó a preguntar si tenía ahorros y auto. Después me dijo: ‘¿Estás dispuesto a pagar por un trabajo?’. No entendía nada. ‘Te vamos a pagar US$ 275 diarios, pero el hotel te va a costar US$ 175, la comida y el transporte US$ 50 y vivir unos US$ 50 más. Por dos meses’, agregó. El trabajo era para iniciar el proceso de la Administradora de Fondos de Jubilaciones y Pensiones en Argentina, en 1995”, recuerda Hidalgo.
Aceptó.
“Mi papá me dijo que cómo era posible que fuese a pagar por trabajar, que cómo era tan tonto. Me mandó al carajo”, agrega.
Al llegar a Buenos Aires supo que todo eso no era cierto. Quién lo recibió, le dijo: “Eduardo nos contó que iba a conseguir a alguien que estuviera dispuesto a pagar por estar aquí, pero no es así”. Novoa buscaba a alguien con hambre y que estuviera dispuesto a trabajar gratis, aunque fuera mentira.
“Fue una oportunidad de oro”. relata sobre esos seis meses en el país trasandino.
Teléfonos y Caribe
Al volver a Chile entró a Telefónica. Fue manager de telefonía movil en Chile, lideró el equipo que lanzó la telefonía de prepago y en 1999 fue elegido como uno de los profesionales de alto impacto. “Eso me hizo acceder a una terna para postular a la primera posición directiva que existiera en la empresa a nivel internacional”, cuenta. A los 28 se fue de CEO de una operadora en Puerto Rico. Estuvo seis años en esa posición y cuando Telefónica compró 10 operaciones de BellSouth, Hidalgo se hizo cargo de Panamá, Nicaragua y Guatemala. Allí vivió cuatro años hasta 2008. A su vuelta, asesoró a VTR para crear su operador móvil y luego presidió Nextel Chile, y fue COO en Brasil y México. El salto fue cuando lo nombraron COO de Digicel, una operadora móvil en el Caribe. Ahí le tocó manejar 23 países y se fue a vivir a Jamaica.
En 2013 hubo movimientos fuertes en el mercado. Softbank (el grupo japonés fundado por Masayoshi Son) adquirió Sprint en Estados Unidos, una operadora que arrastraba problemas hace años, y que Hidalgo había conocido de cerca por su trabajo en distintas telcos.
“Me fui en 2016 a Estados Unidos para hacerme cargo de la operación del sureste del país y el Caribe”, relata. “Y ahí hicimos una transformación importante: bajamos los gastos de más de US$ 30.000 millones anuales a casi US$ 20.000 millones. Y en 2020 la vendimos a T-Mobile. Ahí pensaba en retirarme, las acciones venían de valer centavos a una conversión sobre los US$ 100”.
“Me fui en 2016 a Estados Unidos para hacerme cargo de la operación del sureste del país y el Caribe”, relata. “Y ahí hicimos una transformación importante: bajamos los gastos de más de US$ 30.000 millones anuales a casi US$ 20.000 millones. Y en 2020 la vendimos a T-Mobile. Ahí pensaba en retirarme, las acciones venían de valer centavos a una conversión sobre los US$ 100”.
Pero algo pasó en el camino. Un día -cuenta el chileno- recibió un llamado de Marcelo Claure, que trabajaba en Sprint. “Me pedía ocupar mi oficina en Nueva York. Le dije que él tenía más de 100 locaciones allá, que por qué necesitaba la mía. Me respondió que era un tema confidencial. Al otro día llegué a mi despacho y vi a Adam Neumann (fundador de WeWork) saliendo de él. En ese momento no tenía idea quién era. Marcelo me lo presentó y cuando se fue, me dijo: ‘Lo acabo de despedir’”. (Softbank tenía el control de WeWork). Nunca imaginó Hidalgo que después estaría ligado a esa empresa.
WeWork
Durante la venta de Sprint, Claure asumió la presidencia de WeWork. La empresa de arriendos de oficinas pasó de una valorización de US$ 47 mil millones a US$ 200 millones. A Hidalgo, se le asignó la misión de reestructurar la compañía en Latinoamérica.
Estuvo dos años en WeWork Latam. Hidalgo asegura que esta región fue el primer mercado en volver a crecer. Para eso, lo separaron del fondo de Softbank Global y “a mediados de 2022, cuando sentí que el trabajo estaba hecho, me retiré”, rememora. Se fue a vivir a Colombia con el objetivo de descansar, pero otra cosa se cruzó en el camino. O alguien. Conoció a Forrest T. Heath III, un estadounidense radicado en el país cafetero. Era el fundador de Somos, una startup acelerada por Y Combinator que ofrecía internet de prepago. Se unió y levantaron una ronda de US$ 13,4 millones con Kaszek, Nazca y el fondo venture del rapero Jay Z.
Todo apuntaba a que sus próximos años estarían dedicados a esta compañía, pero a mediados de 2023 recibió un llamado de Sandeep Mathrani, entonces CEO de WeWork. “Me estaba invitando a volver a la empresa porque potencialmente se iba a ir a Chapter 11”. El desafío era hacer lo mismo que antes llevó a cabo en la región, pero a nivel global. Sería una de las siete cabezas más importantes de la compañía. Y aceptó.
La primera semana de junio aterrizó en Nueva York. Arrendó y amuebló un departamento en una semana y la mañana del lunes 5 de junio se presentó en la sede central de WeWork. Se acercó a la jefa de recursos humanos, a quien ya había conocido en su paso anterior, y le dijo que era su primer día. Su respuesta lo dejó atónito: “Claudio, te tengo una noticia. Sandeep se fue”.
“No lo podía creer”, recuerda Hidalgo. “Me invitó, me dio una tarea, alquilé un departamento. ¿Me acabo de mudar y ya no está? ¿Tú sabes mis condiciones?”. Ella no sabía nada.
“Podía volverme a Medellín, estaba entretenido allá”, comenta Hidalgo. La ejecutiva de RRHH le insistió en que conociera al nuevo CEO, David Tolley. “¿Y tú quién eres?”, le preguntó. El nuevo gerente general no tenía idea quién estaba al frente de él. “Soy tu nuevo COO”, le contestó el chileno.
El resto de la historia será parte de la presentación que hará Hidalgo el jueves 5 de diciembre en el escenario del MAS Pitch. Sobre el estado de la compañía, el ingeniero comercial chileno es optimista: dice que va por buen camino, que se cumplieron todos los plazos del Chapter 11 y que “la esencia de hospitalidad es la misma”. La diferencia, comenta, es que “hoy WeWork tiene una disciplina operacional, financiera y estratégica con un foco muy claro: ser una compañía rentable”.