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Personaje

Cristina Torres, la jefa del estresado presupuesto post pandemia

Cristina Torres, la jefa del estresado presupuesto post pandemia

Asumió en abril de este año a cargo de la Dipres. Y ha sido una montaña rusa. Fijar el erario público en medio de una pandemia, reducir el gasto en un 22,5%, y dejar todo listo para el cambio de gobierno -además de negociar con la Convención- son hoy las preocupaciones principales de la abogada.

Por: Emilia Larraín y Nicolás Durante - Fotos: Julio Castro | Publicado: Sábado 2 de octubre de 2021 a las 21:00
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En primero medio, en el colegio Greenhouse de Temuco, Cristina Torres Delgado fue tesorera de curso. Era la que sacaba los cálculos en las fiestas para pagar las cuentas, la que manejaba los temas logísticos y presupuestarios entre sus amigos.

Lo que no imaginó entonces es que años más tarde, a sus 36 años, esa habilidad tomaría fuerza y se convertiría en la directora de Presupuestos del país. Menos, que le tocaría visar los gastos en medio de una pandemia y a punto de cambiar de gobierno. Uno de los momentos más complejos -no hay dudas de eso- para dar luz verde a financiamientos públicos.

Estas semanas ha estado en la palestra y algunos dardos políticos han apuntado a ella, además de su jefe, el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, por reducir el gasto en 22,5% para el próximo año -quedó en US$ 82.135 millones- y recortar varios de los programas del erario público, ahora que lo peor de la pandemia estaría pasando.

La principal critica a la que han apuntado en la oposición es la drástica caída del gasto sin tener certeza de cómo viene el otro año. A ello Torres ha respondido que había dos decisiones: o seguían alejándose de la regla fiscal o trataban de converger a un equilibrio reduciendo los gastos transitorios que generó la pandemia. Ella empujó por acercarse a unas finanzas públicas más ordenadas, lo que fue apoyado por el ministerio y por el mismo Presidente Sebastián Piñera, quien finalmente visó la cifra de 22,5%.

El llamado de Piñera

El currículum de la jurista cuenta con dos pasos por el piso 12 de Teatinos 120. Entre 2012 y 2014 fue asesora de la directora de Presupuestos del primer gobierno del Presidente Piñera, Rosanna Costa, y en 2019 regresó a la misma entidad, pero como analista de la Unidad Jurídica cuando Rodrigo Cerda era el director; y luego asumió como subdirectora de Racionalización y Función Pública, en reemplazo de Matías Acevedo, cargo que ocupaba hasta abril de este año.

En su entorno recuerdan esos días previos a convencerla de asumir el cargo. Ella les dijo que no era economista, lo que rompía la tradición en el servicio. Pero reconociendo sus limitaciones, dijo estar dispuesta a trabajar en equipo. Cerda personalmente se lo pidió.

Pero fue una llamada del Presidente Sebastián Piñera lo que la terminó convenciendo. Con el Mandatario venían sosteniendo reuniones bilaterales tres o cuatro veces por semana en La Moneda.

Pero antes, entre 2014 y 2018, Torres trabajó en materia legislativa en Libertad y Desarrollo y fue ahí donde conoció más en profundidad a Piñera. La abogada, explican quienes la conocen, fue clave en la construcción del programa de gobierno con el que la centroderecha lograría llegar a La Moneda nuevamente.

De hecho, desde ese tiempo es muy cercana al presidente de la Cámara de Diputados, el RN Diego Paulsen, también parlamentario por La Araucanía. Con el senador Juan Antonio Coloma también ha trabajado por muchos años, tanto en LyD como desde el Gobierno.

En la oposición también ha tendido redes. En particular con Ximena Rincón (DC), presidenta del Senado, quien es además la titular de la Comisión Mixta de Presupuesto. “Si bien han existido diferencias de opinión respecto de la directora, y en general del gobierno, hemos podido acercar posiciones en varios temas”, dice Rincón.

En particular sobre el presupuesto, la senadora afirma: “Tenemos muchas diferencias de cómo está planteando la reactivación el gobierno” y agrega que “si bien entendemos que es necesaria una revisión del gasto, para combatir el déficit fiscal que ha generado la crisis del Covid y las transferencias directas que se requerían en pandemia, estos recortes presupuestarios no pueden afectar la reactivación que nuestra economía requiere”.

Hoy, ha reiterado Cristina Torres, se siente a gusto en su puesto. La relación con Cerda y con Piñera fluye, se alinean velozmente a la hora de tomar una definición y las decisiones se toman rápido en cuanto a montos a aprobar. O rechazar.

Críticas de la Convención

Desde mayo mismo, un mes después de asumir, Torres comenzó a trabajar en el Presupuesto 2022. Con las cifras del coronavirus al alza, y con una economía global que daba signos de recuperación, el ajuste de prioridades era algo que debía manejar con precisión de relojero la directora de Presupuestos.

Uno de los momentos complejos en la elaboración del Presupuesto fue cuando tuvo que informarle a todos los ministerios que el gasto extraordinario producto del Covid se rebajaría. De ahí cada cartera tuvo que priorizar lo urgente y lo importante. No todos quedaron felices al interior del gobierno, pero la decisión de generar ahorros en el gasto ya estaba tomada. Y firmada por la misma Torres.

Ha reconocido en privado que a veces le duele decir que no a programas que en el papel suenan bien, pero que son imposibles de costear, o que no están en las prioridades de ese momento. “Pero hay que hacer lo que hay que hacer no más”, ha respondido. Momentos difíciles también se han vivido con el Poder Judicial, que exigía más presupuesto del que había. En la misma oficina de Torres, la alta cúpula del Poder Judicial estuvo negociando hasta hace dos semanas.

Algo similar ocurrió con los nuevos gobernadores regionales. Las reuniones fueron intensas con las nuevas autoridades. Finalmente, Torres logró llegar a buen puerto: se les otorgará un presupuesto agregado a las autoridades regionales, y ellos podrán destinarlos a cada ítem de manera autónoma. Hasta antes de la creación del cargo de gobernador, cada intendente recibía el detalle glosa por glosa de lo que podía gastar.

Con la Convención ha sido un tema aparte. En Hacienda sabían que la primera negociación de presupuesto con el órgano ya instalado iba a ser difícil, por lo que lo primero que hicieron fue reunirse con parte de la mesa de la Convención en el ministerio. Allí, en una extensa reunión, fue la misma Torres la que les explicó cómo funciona la discusión presupuestaria y la ejecución de los gastos y fueron delineando la separación de los gastos estructurales, imprescindibles, de los que podían ser negociables. Lo habló en particular con Elisa Loncon y Jaime Bassa en las oficinas del Ministerio.

“Nosotros tenemos que hacer la pega técnica siempre. Estoy segura de que vamos a llegar a buen puerto, porque cuando hay un trabajo técnico detrás, no se trata de llegar a un acuerdo político y listo, sino que hay un respaldo de lo que se requiere y lo que es posible técnicamente”, responde Torres.

Hoy participa en alguna de las mesas de trabajo que lideran Hacienda y Segpres, con técnicos en presupuesto de la Convención, pero la directora está convencida de que lograrán, pronto, un acuerdo.

“Aunque no tengo una red de partidos políticos, conozco a mucha gente del gobierno y del Congreso por los trabajos en los que me he desempeñado. Habiendo estado en otros servicios, sé lo que es esperar que Dipres apruebe recursos. Esas cosas me han ayudado a ser un poco más empática con la situación que estamos viviendo, porque efectivamente hay ministerios que han tomado un rol mucho más relevante y hay otros que se han quedado más rezagados, pero no por eso no son importantes”, apunta Torres.

Estas últimas semanas han sido jornadas largas: hasta días antes de presentar el Proyecto de Presupuesto, sus días empezaban a las 7 de la mañana y se extendían hasta las 2 de la madrugada. Torres le ha dicho a su círculo que en todo esto hay raíces familiares en su forma de actuar, de vivir, de comprometerse.

Familia y la Araucanía

Aunque no fueron una familia política, y ella nunca participó en la universidad en actividades de esta índole, recuerda que en su infancia sí se hablaba de temas de coyuntura. Su familia, ella misma lo ha reconocido, es de derecha y más bien conservadora.

Su abuelo paterno, abogado, en los años ‘60 fue cercano a la Democracia Cristiana. Incluso, ha recordado Torres, alguna vez vio como parte de los recuerdos familiares propaganda de él como pre candidato a diputado, carrera que no siguió.

Por el lado materno, su abuelo llegó a Chile en el Winnipeg, como exiliado del franquismo español. Torres recuerda que él nunca les inculcó nada, pero sí los hizo ser conscientes de dónde viven y de todo lo que él le debía a Chile.

Algo de eso, sumado a un padre que fue militar, cree Cristina Torres, la ha llevado a aceptar los cargos públicos en los que ha estado.

Vivir entre Temuco y el campo de los abuelos en Freire también fue algo que marcó a la directora de Presupuestos. Siempre recuerda que los fines de semana se lo pasaba jugando con vecinos del pueblo mapuche, que vivían alrededor, o incluso que trabajan para sus abuelos. Ha contado una anécdota, donde Cristina y una de las hijas de un trabajador del campo se vestían de novia.

En enero de este año, después de 11 meses sin ver a sus padres, Torres pudo ir a Temuco a visitarlos. Fue de hecho, el 21 de enero de este año, en un campo a 10 minutos del de su familia, donde su entonces pololo le pidió matrimonio. No hubo fiesta masiva, pero sí se casaron por el civil en mayo de este año en el registro civil de Vitacura. La ceremonia religiosa quedó pendiente. Hoy, le ha reconocido a sus cercanos, está enfocada en terminar su cargo en la Dipres, y no tendría un minuto para además organizar un matrimonio.

Hoy, Cristina Torres no tiene claro su futuro laboral. El presupuesto es lo que más la ocupa actualmente; de hecho, en su oficina hay un calendario que marca cuántos días le faltan para despacharlo. El miércoles restaban 54 días. Lo que sí sabe es que apenas termine el gobierno se subirá a un avión con su marido y se tomarán la luna de miel que no pudieron concretar por la pandemia, y por haber asumido como directora de Presupuestos. África podría ser uno de los destinos.

El desconocido empresario detrás de 5 “famosos” exits

Héctor Gómez se inició en el mundo tecnológico en los años ‘70. Dicom, Payroll e IMED son algunas de las compañías que ha cofundado, hecho crecer y vendido a players globales. Fue socio de Sonda durante más de dos décadas y del empresario Isidoro Quiroga, quien acaba de vender su porcentaje en Grupo Sable, la matriz a través de la cual Gómez maneja todas las empresas. Hace poco menos de un mes, tuvo su último exit: la venta del software de RRHH Rex+ a la gigante noruega Visma. Esta es su historia.

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