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Personaje

Fernando Chomali, arzobispo de Santiago: “No tengo ninguna pretensión de poder”

Fernando Chomali, arzobispo de Santiago: “No tengo ninguna pretensión de poder”

Hace una semana se anunció que será cardenal. Importante nombramiento que se suma a la huella que las palabras del arzobispo de Santiago han dejado los últimos meses, sobre todo en el Te Deum. Aquí monseñor Chomali se pronuncia sobre qué significa ser católico y cuál es el lugar de la Iglesia en los temas país.

Por: Sofía García-Huidobro | Publicado: Sábado 12 de octubre de 2024 a las 21:00
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A las 7:32 am del domingo pasado el teléfono de Fernando Chomali mostraba la llamada entrante de un periodista español. Extrañado por la hora, respondió. “En este minuto te acaban de nombrar en el Ángelus que reza el Santo Padre. Has sido elegido para ser cardenal”, le dijo el reportero.

“Quedé bastante impresionado. No me la creo, pensé. Pero hoy no es el Día de los Inocentes. A mí nadie me llamó antes diciéndome que se iba a anunciar este nombramiento”, narra el arzobispo de Santiago a pocos días de ser nombrado cardenal por el Papa Francisco I.

Es el título honorífico más alto que puede conceder el Pontífice, son los “príncipes” de la Iglesia Católica. Actualmente el Colegio cardenalicio tiene 235 cardenales, de los cuales 122 son electores papales (tienen derecho a voto en un cónclave porque tienen menos de 80 años). 

El 8 de diciembre, a sus 67 años, Fernando Natalio Chomali Garib será creado cardenal, transformándose en el noveno chileno purpurado de la historia y sumándose a los vigentes Francisco Javier Errázuriz, Ricardo Ezzati y Celestino Aós. “Estoy muy emocionado por la responsabilidad y espero ser un aporte para la Iglesia chilena. Recen por mí y yo rezaré por ustedes como siempre lo he hecho. ¡Dios mío, ven en mi auxilio!”, escribió esa mañana en su cuenta X tras el anuncio del Papa.

Días después profundiza a DF MAS: “Significó para mí una gran alegría y al mismo tiempo una gran responsabilidad, porque voy a estar más cerca del Santo Padre y en algún minuto voy a tener la responsabilidad de participar en la elección de un nuevo Papa. Lo acojo con humildad y sencillez”. 

El domingo 6 de octubre tras ser anunciado cardenal electo celebrando misa en la parroquia San Luis Gonzaga, en Macul. 

Chomali nació en marzo de 1957 en Santiago. Estudió en la Alianza Francesa y luego en el Instituto Nacional, para cursar después Ingeniería Civil en la Universidad Católica. Ya titulado entró al Seminario Mayor de Santiago y fue ordenado sacerdote en 1991. Experto en bioética, suma varios títulos más: licenciado en Teología moral de la Universidad Lateranense de Roma, doctor en sagrada teología de la Universidad Gregoriana de Roma y máster en Bioética por el Instituto Juan Pablo II de la Universidad Lateranense. En  2011 se convirtió en arzobispo de Concepción y en diciembre pasado fue nombrado arzobispo de Santiago. También es Gran Canciller de la Universidad Católica.

La relación con el actual Papa, el argentino Jorge Bergoglio, es buena, asegura. “Hemos conversado temas de toda índole que nos inquietan como sociedad y como Iglesia. El Papa me conoce bastante bien. Además, le mandé un libro de poemas que escribí. Y él, de puño y letra, me contestó que le parecía un acto de mucha humildad exponerse a través de la poesía a los dolores que uno tiene”, comenta. 


El eco del Te Deum

“El crimen organizado y la corrupción demuelen la democracia. Es una dictadura que no tiene ni Dios ni ley y donde la vida pierde valor. Es la hora de la valentía y el primer acto de valentía es dialogar”. El 18 de septiembre la prédica del arzobispo en el Te Deum Ecuménico caló hondo en las autoridades y los feligreses presentes en la Catedral de Santiago, pero también en la ciudadanía. Fue un discurso enérgico, en el cual monseñor se pronunció sobre temas contingentes. 


El Te Deum lo preparé con cuatro meses de anticipación porque entendía que era un momento importante para Chile. Escuché a empresarios, académicos, pobladores, a mucha gente. Es una buena síntesis de lo que está pasando en el país y creo que fue bien acogido. Escuché sobre todo a los trabajadores, que se levantan en la mañana a trabajar y están muy molestos porque sienten que hay dos mundos: el de la elite, que se mueve en los miles de millones de pesos, y el mundo de los pobres, que es el caso de ellos. Creo que el camino de la evangelización implica tener una dimensión profética y también denunciar aquello que va en contra de la dignidad del ser humano. Espero seguir en esta línea, porque siempre la Iglesia ha tenido una palabra desde su antropología, su enseñanza y su historia”, dice. 

El discurso, en el que también abordó cuestiones valóricas como la discusión sobre el aborto y la eutanasia, abrió un interesante debate de ideas sobre qué significa ser católico. Ese domingo en su columna de El Mercurio, Carlos Peña apuntó a que paradójicamente los aspectos sociales que destacó el arzobispo tuvieron más eco que aquellos morales, incluso entre los católicos.

“La catolicidad exige que existan aspectos incondicionales, no negociables relativos a la condición humana”, escribió el rector generando una seguidilla de reacciones y respuestas a través de cartas a ese medio.

“Lo que le corresponde a la Iglesia es evangelizar. No hacemos proselitismo ni tampoco estrategias de marketing. (…) Jamás vamos a ir en contra de lo que nosotros creemos firmemente para ganar adeptos. Seguiremos firme promoviendo la dignidad de la persona humana desde la concepción hasta la muerte natural”.

“Lo que plantea Carlos Peña es de toda lógica”, responde Chomali. “Los católicos tenemos que hacer un camino de conversión para comprender con mucha fuerza que hay principios que no se transan. El primero tiene que ver con el respeto a la vida humana, desde la fecundación hasta la muerte natural. El derecho que tienen los padres y el deber de educar a sus hijos. La libertad religiosa. La libertad de emprendimiento. La objeción de conciencia. Son muchos los temas que inquietan al hombre y también a la Iglesia”, recalca. 

Voz y parte 

Desde que asumió como arzobispo de Santiago, la voz de la Iglesia Católica ha vuelto a hacerse presente en la agenda pública luego de años en los que permaneció más silenciada y que coinciden con denuncias de abusos contra algunos de sus miembros.

Se trata de una opinión generalizada que monseñor rebate: “La verdad es que eso no es así. Siempre hemos hablado en nuestros colegios, en la universidad, en las parroquias, en las obras sociales, etc. Es un error pensar que la tarea nuestra es hacer propaganda o estrategia de marketing. Lo nuestro es anunciar el Evangelio y eso se ha seguido haciendo. Lo que pasa es que yo tengo una personalidad más extrovertida. Eso ha sido siempre igual desde que soy joven y especialmente ahora que tengo esta responsabilidad misionera”. 

Si tuviera que elegir con cuál de los Discípulos se identifica, escoge a San Pablo. “Los 12 apóstoles eran bien complicados. Uno traicionó a Jesús, otro lo negó. Otros querían quedarse cómodamente instalados en sus carpas. Yo me identifico mucho con San Pablo. Un hombre misionero, que conoce su debilidad pero que sigue adelante porque quedó cautivado y enamorado de Jesucristo”. 

- ¿Qué rol debe ocupar la Iglesia hoy?  
- Pienso que es importante participar en la agenda nacional porque nosotros no somos un apéndice de la sociedad, tampoco somos un cáncer, somos parte de la sociedad. Una parte relevante ya que muchas personas le encuentran sentido a la vida gracias a Jesucristo y a nuestra enseñanza. Y relevante en momentos complejos de la historia, donde las personas han visto en la Iglesia un lugar donde refugiarse. Vamos a seguir en eso. 

Comenta que estos meses en el Arzobispado de Santiago ha sentido buena acogida. Antes vivió 13 años en Concepción: “Diría que  cambié porque yo venía del mundo académico y ahí conocí una pobreza muy dura, el quiebre de muchas empresas, personas que se quedaban sin trabajo y eso a mí siempre me dolió y los acompañé”. 

Con el Gobierno, afirma, mantiene una relación cordial. “Ellos tienen una misión, gobernar. Nosotros tenemos la misión de evangelizar y nos topamos cuando se trata de velar por el bien común. El Comité Permanente de la Conferencia Episcopal tuvo una reunión muy grata con el Presidente Boric, donde le hicimos ver que nosotros queremos colaborar y que tenemos una manera de mirar la vida que ha sido un aporte en múltiples obras pastorales y educativas. Él quedó muy agradecido de nuestra visita”.


Agrega que el domingo pasado, al celebrar su primera misa tras el anuncio de que será creado cardenal , se presentó el ministro Álvaro Elizalde en la parroquia San Luis Gonzaga de Macul a desearle en persona el mejor de los éxitos. 

Un corazón inquieto

Monseñor Chomali se levanta muy temprano, reza, hace deporte, lee el diario, contesta emails y los WhatsApp que alcanza.

“Hago un esfuerzo grande por leer, porque cuando uno no lee, se seca. Creo que uno de los dramas que tenemos hoy es que faltan personas más leídas para tener una visión amplia del mundo. También tengo inquietudes artísticas que trato de desarrollar en la pintura, el arte, la fotografía. Soy una persona con un corazón inquieto, que busca sinceramente encontrarse con el Señor y prestar un servicio como arzobispo y ahora como cardenal. No tengo ninguna pretensión de poder. Me interesa que las personas reconozcan en mí a alguien que los puede ayudar a encontrarle sentido a su vida y, sobre todo, alguien que promueve la justicia social, el bien común, la solidaridad, la fraternidad”. 

Foto César Dellepiane/Revista Universitaria/Dirección de Comunicaciones de la UC.

Su círculo de confianza lo componen amigos, obispos, sacerdotes y su familia. Menciona en particular a un sobrino y a sus hermanos. Uno de ellos, Jaime, es diplomático y embajador en Australia. Otra es la doctora May Chomali, directora ejecutiva del Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud.

“Y tengo amigos del colegio, de la universidad y de toda la vida que nos seguimos viendo. Pero debo reconocer que hay un espacio de mucha soledad en virtud de situaciones complejas que uno tiene que resolver de cara al Señor. Lo tengo asumido como parte de la vida episcopal. La vida cardenalicia es una vida de oración con la confianza de que el Señor es nuestro refugio”.

Se reconoce activo tuitero. “Efectivamente uso las tecnologías porque es una excelente manera de llegar a mucha gente y siempre tratando de mostrar un camino razonable y verdadero que ilumine a las personas. Creo firmemente que el contenido de la Iglesia Católica en materia social no solamente es maravilloso, sino imbatible. Es la respuesta adecuada a todas las preguntas que tenemos los seres humanos. Los comentarios negativos ni siquiera los leo. Pero hay mucha gente que agradece que yo haga un comentario propositivo, siempre sin herir a nadie”.

El viernes 4 realizó un live a través del canal del Arzobispado explicando qué significa ser católico, que suma casi tres mil reproducciones en YouTube.

Cifras versus fe
- La Encuesta Bicentenario de la UC de 2023 señaló que un 36% de los jóvenes se identifica como católico versus el 48% que lo hacía en 2018. ¿A qué adjudica usted esa baja? ¿Cómo revertirla?
- Tenemos que encontrarnos en un debate de ideas, de diálogo, siempre en búsqueda de la verdad. Evidentemente que los jóvenes están desencantados, se sienten solos, tienen proyectos que no pueden llevar a cabo y mi llamado es que piensen una nueva manera de vivir donde nadie les robe sus sueños. 

- El 76% de los encuestados en la última CEP afirma que cree en Dios y siempre ha creído. Bastante por sobre el 48% que dice sentirse cercano al catolicismo. 
- Hay una baja evidentemente de católicos, también es cierto que hay católicos que dicen que dejaron de serlo, pero la verdad que nunca lo fueron. A mí me duele mucho y tengo la misión de ir a buscarlos uno por uno a través de la fe, la misericordia, el testimonio que es lo que más mueve. Vivimos un proceso de secularización y la encuesta CEP da cuenta de eso. Pero eso no sólo pasa con la Iglesia Católica, pasa con todas las instituciones. Hay un desencanto de vincularse con otros.

- ¿Personalmente se abre a discusiones como el fin del celibato o la ordenación de mujeres sacerdotes? 
- La verdad es que la Iglesia occidental, la Iglesia latina, ordena solamente personas célibes, como el caso mío, pero no así la Iglesia Católica de Rito Oriental. Por lo tanto, hay hombres casados que son ordenados sacerdotes, no así para el episcopado. En relación con la ordenación de mujeres, se ha respetado la voluntad de Jesucristo, que en su momento llamó a 12 hombres. Pero eso no significa que la mujer no tenga un rol fundamental en la Iglesia. 

- ¿Es partidario de revisar otras doctrinas del catolicismo o cree que la Iglesia debe mantener su línea?
- Lo que le corresponde a la Iglesia es evangelizar. No hacemos proselitismo ni estrategias de marketing. Esta es una experiencia religiosa del hombre y de la mujer que busca a Dios a través de Jesucristo. Sí es cierto que no hemos educado una pedagogía correcta para explicar qué creemos y por qué creemos. Eso lo tenemos que hacer y las nuevas tecnologías nos pueden ayudar, pero jamás vamos a ir en contra de lo que nosotros creemos para ganar adeptos. Seguiremos promoviendo la dignidad de la persona humana desde la concepción hasta la muerte natural. Seguiremos firmes diciendo que el aborto no soluciona nada, sino que termina con una vida inocente. La eutanasia también. Pero al mismo tiempo, como dije en el Te Deum, cuidamos a las mujeres embarazadas, a los enfermos terminales en nuestros hogares. Entregamos dignidad y sobre todo mucho amor. Una persona sensata no puede negar la inmensa labor que hace la Iglesia Católica en favor de los más necesitados. 

Durante la pandemia, dice, la Iglesia Católica mantuvo 60 comedores funcionando en Concepción, lo mismo en Santiago y otras ciudades. “Siempre cuando hay desgracias el Gobierno nos llama para que articulemos nuestra red de solidaridad”. 

- ¿Qué visión tiene del empresariado chileno? Usted ha alzado la voz contra la corrupción, ¿qué opina de los casos que han caído en malas prácticas y delitos?
- Creo que hay muchos que están haciendo un gran esfuerzo por hacer ver que su trabajo no termina solamente en un buen negocio. Que quieren formar parte de la sociedad y contribuir a un mundo mejor. Sin empresas no hay trabajo y si no hay trabajo, hay pobreza. Por lo tanto, hay que ayudar a los empresarios a que salgan adelante. Y el Estado ahí tiene una responsabilidad muy grande. Es cierto que se han dado problemas serios con algunos empresarios, pero eso no puede opacar la inmensa mayoría que emprende para dar trabajo y hacer que el país crezca. 

Durante los últimos nueve meses se ha reunido con empresarios, dirigentes y ejecutivos, para ver de qué manera colaborar a un país más justo. “Evidentemente todo lo que sea colusión, tráfico de influencias, hay que condenarlo porque son malas prácticas que perjudican a los más pobres”, agrega. 


El valor del humor 

En estos días está en marcha el proceso de elección de nombres para definir quién será el próximo rector o rectora de la Universidad Católica a partir de marzo de 2025.

“No me quisiera pronunciar porque hay un comité de búsqueda elegido tanto por los profesores como por mí. En esta materia se requiere absoluta independencia y cualquier cosa que yo diga puede influir en ellos, cosa que no quisiera. Pero estoy seguro de que ese equipo va a encontrar a las personas más adecuadas para la terna. Y yo espero en oración y discernimiento elegir a la persona que enviaré a Roma para ser designada por la Santa Sede. La Universidad Católica es un tesoro que tenemos que cuidar”, sostiene Chomali. 

- Como cardenal le tocará participar de la elección del próximo Papa. ¿Qué atributos debe tener el líder de la Iglesia Católica del futuro?
- Ya llegará su momento, pero ahora lo que corresponde es apoyar al Papa Francisco en esta nueva frescura que le está dando a la Iglesia en un contexto muy complejo. Él quiere una Iglesia más eclesial y menos eclesiástica, con una preocupación muy concreta por los pobres y centrarnos en lo más importante que es Jesucristo. Cuando llegue el momento verá el Espíritu Santo a quién nombrar Papa.

Esta semana el arzobispo publicó un meme que le hicieron llegar donde se veía su rostro dentro una propaganda como posible candidato a Papa. “Por supuesto que me lo tomé con mucho humor porque lo encontré genial. El humor en mi vida es fundamental. En cambio, creo que la ironía es el arma de los cobardes. La creatividad del ser humano, es infinita. Encontrarse con una persona con un sano humor me parece que es una de las exquisiteces de la inteligencia humana. Siempre le pido a Dios que me quite cualquier cosa, pero no el sentido del humor”. 

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