Personaje
Francisco Javier Errázuriz Ovalle: Mi padre “estaba en desacuerdo con la concentración económica que existe hoy en Chile”
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Azucenas y cipreses. Tanto en el campo de Las Cruces como en el de Panilonco, en las cercanías de Pichilemu, Francisco Javier Errázuriz Talavera disfrutaba de esas flores y esos árboles, así como de la poesía de Amado Nervo, Gustavo Adolfo Bécquer y Rubén Darío.
El derrame cerebral que sufrió en 2011 y minó su salud por 12 años no impidió aprovechar de su extensa familia de siete hijos y 32 nietos (y otro en camino), cuenta su hijo Francisco Javier Errázuriz Ovalle, hoy convertido en la cabeza del clan empresarial.
Y es que este lunes 4 de marzo, en Panilonco, donde días atrás se había subido a un caballo, “Fra Fra” Errázuriz -que a los 10 años fue a un médico para que le curara la tartamudez que lo acompañaría de por vida y le granjearía el particular apodo con que se hizo conocido- falleció. Detrás de él dejó un conglomerado en que participan todos sus hijos e hijas y empresas en 15 de los más diversos rubros: desde los autos, a los vinos, la fruta, los seguros, los minerales y un largo etcétera.
“Mi padre era muy serio, era muy justo. No le gustaban las prebendas. Era un liberal absoluto. Creía en el mercado, pero en el verdadero mercado, en donde se compite y si se pierde, se pierde. Y si se gana, se gana”, rememora su hijo.
“Había que ser eficiente y por lo general siempre estaba en desacuerdo con la concentración económica que existe hoy en Chile. Tanto así, que al período de la Concertación lo llamaba el periodo de la concentración”, indica Errázuriz Ovalle.
Por lo mismo, se explaya: “Nunca estuvo en el capitalismo popular de la dictadura. No lo encontraba apropiado, no lo encontraba razonable. Nunca participó, fue invitado muchas veces a participar de ese capitalismo popular y decía: ‘No, eso es inmoral’... Creía que estaban regalando las empresas y que no era moral que los ejecutivos se hicieran de ellas a bajo precio y financiadas por el Estado”, revela su hijo.
Y por lo mismo, dice que a su papá y al grupo “nos gustan los chilenos, nos gusta nuestro país. Seguiremos invirtiendo en Chile independientemente de las crisis y las inclemencias. Hay otra gente que sale arrancando. Nosotros, en vez de salir arrancando, vemos las oportunidades. Sí, porque confiamos en el pueblo chileno, como confiaba mi padre”.
Pero su padre fue también un personaje polémico. En la historia está su pelea con Endesa por derechos de agua -por el cual fue desaforado hasta 2002 como senador- o la oposición a una ley de pesca con cuotas por operador, así como su intenso conflicto con Soquimich. “Jugarse por lo justo, siempre dará frutos”, dice Errázuriz Ovalle.
Principio del fin
A fines de 2011, un derrame cerebral fulminante afectó a Francisco Javier Errázuriz Talavera y provocó un verdadero terremoto en los siete hermanos Errázuriz Ovalle.
Entonces hubo consenso en que las riendas del grupo las asumiera Francisco Javier Errázuriz Ovalle, ingeniero comercial de la Universidad de Chile y quien estaba más involucrado en los negocios de la familia, que facturan en conjunto entre US$ 900 millones a US$ 1.000 millones; emplean a 5.500 trabajadores directos y 10.000 indirectos y que este año planean invertir US$ 180 millones con sus propios recursos y cero deuda.
Y cuando a mediados de 2012 la gravedad del estado físico del excandidato presidencial y empresario se hacía evidente, los hermanos optaron por asesorarse en gobierno corporativo: primero con el ESE de la Universidad de Los Andes y luego con un estudio español especializado en grupos familiares cuyo nombre prefieren mantener en reserva.
Definieron un protocolo de prácticas corporativas, incorporaron a los siete hermanos a todos los directorios de las compañías del conglomerado y se organizó un holding, el Grupo Errázuriz, que entre sus directores tiene al economista Sebastián Edwards, Pedro Pablo Cuevas, Juan Enrique Vilajuana y cuyo presidente es el propio Francisco Javier Errázuriz Ovalle y en el que participan todos los hermanos. “Opera más como un consejo de administración”, relata este empresario.
Fue así como María Victoria, profesora de inglés; María Ignacia, periodista; Matías, ingeniero agrónomo; Carolina, diseñadora; las mellizas Macarena y Magdalena, una periodista y la otra licenciada en arte, además de Francisco Javier, entraron en las mesas directivas de las distintas firmas del grupo, que incluyen, entre otras, las mineras Cosayach, Atacama Kozan; Salmones de Chile; el negocio de seguros con Renta Nacional; el agroindustrial que entre otros activos tiene Viña Marchigüe; la venta de automóviles con Cidef en Chile o de Nissan y Renault en las provincias argentinas de Córdoba o Mendoza.
La diversificación es el sello del Grupo Errázuriz, así como una política conservadora en cuanto al financiamiento, una lección aprendida a fuego, cuando producto de las deudas, el patriarca se vio obligado a vender supermercados Unimarc.
“Hoy tenemos cero deudas”, dice Errázuriz Ovalle, quien agrega que, al igual que su fallecido padre, no tiene negocios preferidos. Pero producto de los precios, actualmente el negocio que más aporta a la facturación del grupo es el minero, que representa el 35% de las ventas. Y el futuro está puesto en el litio, donde Errázuriz está aliado con el fondo Simbalik para desarrollar el mineral en Maricunga y tiene proyectos en otros salares.
El cara a cara de Fra Fra con Julio Ponce
El grupo Errázuriz y SQM han protagonizado una de las disputas más longevas e intensas de la historia empresarial del país. Yodo, nitrato y ahora litio han marcado este conflicto.
-¿El capitalismo popular es el origen de la disputa que tiene con SQM?
-Julio Ponce obtuvo Soquimich del gobierno militar. A vil precio, a un peso la hectárea todas las riquezas salitreras del norte de Chile. Hubo un artículo transitorio del Código de Minería que permitía mensurar a la CORFO bajo el Código Nuevo. Y esa es toda la propiedad de salitre y esas mensuras fueron traspasadas a un peso a Soquimich cuando se privatizó.
-¿Y su padre tuvo su “cara a cara” con Julio Ponce?
-Sí, muchas veces. Julio Ponce es muy simpático y mi padre también lo era. Tenían sus conversaciones, digamos, medias etéreas”.
-¿No se enfrentaban por los numerosos litigios entre ambos?
-Soquimich tiene una estrategia de agresión para mantener el oligopolio mundial del yodo y otros minerales hasta el día de hoy. Haciendo juicios, haciendo todo tipo de actos corruptos, que le ha permitido mantener el oligopolio y ha hecho quebrar, no sé, más de diez compañías que han tratado de incorporarse a este negocio. Solamente quedan en ese rubro dos vascos, Urruticoechea y Errázuriz, porque han sido capaces de ser estoicos y darle cara a la adversidad y salir adelante. Las cortes nos han dado la razón en todo durante más de 40 años.
Lo que opina de Milei, Piñera, Boric
Aunque el grupo tiene un claro sello de apostar por Chile, hay una notable excepción: Argentina. Además de comercializar automóviles en Córdoba y Mendoza, tiene presencia en el rubro inmobiliario en Buenos Aires, donde manejan cines, patios de comida y otros inmuebles, detalla Errázuriz Ovalle.
Por ello, la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada no le es indiferente. “Milei es una persona bien excéntrica, pero necesaria para ese país, para hacer cambios profundos, porque estaba muy mal. Él tiene la capacidad y el coraje, porque hay que tener mucho coraje. Y no tiene pelos en la lengua para hacerlo y espero que le vaya bien”, opina.
Piñera, de quien vivía a una cuadra, dice que “era un gran economista, sabía muchísimo, pero era una cabeza empresarial orientada a las inversiones financieras, no a la actividad productiva”.
“Desgraciadamente, cuando la derecha gobernó, le faltó mucho resolver los problemas reales de este país. Piñera era un gran ejecutivo y un gran trabajador. Pero faltó darle un impulso a este país, en los temas que hoy día nos agobian”.
Y sobre el Presidente Boric, señala que “es un gobierno de gente muy joven, sin experiencia, que la está adquiriendo con gran capacidad de modificar sus propios pensamientos. Están haciendo todo el esfuerzo para hacer esas modificaciones que se requieren en este país. Ahora, la fuerza y la velocidad de ese esfuerzo podría ser mayor”.