Personaje
Ian Lee: “Este año lo más difícil ha sido aprender a escalar como fundador”
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“La verdad es que al principio todos piensan que ser joven es una desventaja, pero al contrario, en mi experiencia ha sido siempre lo que rompe el hielo. Ha sido muy bueno ser el más joven, el nuevo en este mundo. Mi edad (21 años) es siempre una novedad en Chile y Estados Unidos, pero allá es menos: tengo amigos de 17 años que se dedican a lanzar cohetes al espacio.
Este año lo más difícil ha sido aprender a escalar como founder, decirme “Ian, ya no eres un programador encerrado en tu pieza, eres un CEO con 130 personas a tu cargo, he tenido que ir aprendiendo a tomar este rol. Este año crecimos mucho, estos últimos meses han sido de ordenar la casa para crecer aún más en 2023. Toca detenerse, ver temas regulatorios y seguir adelante con una estrategia.
Ha cambiado el panorama de los VC, pero no tanto para nosotros, levantamos mucho capital en un momento correcto. Estamos en una posición donde tenemos harta caja. Antes decíamos que queríamos crecer a pasos absurdos, ahora somos más conscientes de la rentabilidad, no se trata de quemar todo para crecer. Todo lo que no es facturación no debe ser la meta, una empresa sin facturación no es una empresa.
A principios de año nos pasó algo bien entretenido, fuimos a San Francisco, arrendamos una casa, nos encerramos a trabajar y teníamos que comprar una silla. Pedimos la más barata que vimos en Amazon y llegó una silla miniatura. Nos metimos de nuevo y después nos dimos cuenta de que era muy chica, el ambiente era tan caótico que compramos lo primero que vimos. Así recordamos que hay que detenerse un poco, no podemos tener estos errores en cosas más graves. No me gustan las series ni películas, mi pasatiempo es leer, hoy partí el libro de Warren Buffett, Snowball. El fin de semana leí cuatro libros, uno de ellos me marcó, la historia de Michael Dell, que a los 21 años ya facturaba millones de dólares y a los 25 sacó la empresa a la bolsa.
Desde chico me encantan los relojes. Me pasaba que entraba a reuniones en buzo y chalas y los mayores con traje no me pescaban. Entonces dije, voy a tener un buen reloj. Siempre quise usar el Apple watch, pero no podía tener dos relojes, entonces encontré este anillo (muestra un anillo que lleva puesto de color negro) que hace lo mismo del Apple watch en el dedo. Me sirve para saber cuánto duermo, hay semanas que duermo tres horas diarias”.