Personaje
José Cox, socio y amigo: “Lo que hizo de nuestro Presidente una persona única es sabido y reconocido, pero no tanto así las características de su alma”
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“Estamos aquí para despedir el cuerpo del Presidente Piñera... no así su alma, que imperecedera permanecerá con nosotros y con la historia para siempre.
Con curiosidad miré el significado del concepto ALMA, y, define la RAE: “Sustancia espiritual e inmortal capaz de entender, querer y sentir, que informa al cuerpo humano y con él constituye la esencia del hombre”.
Me quedo con esa definición y es respecto del ALMA de nuestro Presidente, nuestro amigo Sebastián, que quiero hacer algunas disquisiciones.
En las palabras expresadas por aquellos que me antecedieron en la mañana de hoy, se han descrito a cabalidad las virtudes académicas, políticas, organizativas...La capacidad de acción, decisión, análisis... la profundidad de su pensamiento, la visión de futuro, la medición de los riesgos y la forma de asumirlos o evitarlos, todas aquellas cualidades que hicieron de nuestro Presidente una persona única... tal vez diría un estadístico 1 en 100 o más millones.
Todo aquello es sabido y reconocido, pero no tanto así las características de su alma...aquella sustancia capaz de entender, querer y sentir.
En estos aspectos, el entender, el querer y el sentir, enumero, como él nos enseñó, algunos de ellos:
1) Un extraño pudor le impedía gozar cuando se lo representaba como un hombre bueno...por el contrario, se sentía incómodo y cambiaba el rumbo de la conversación... era un hombre BUENO.
2) Prescindencia de su cuerpo: nunca declaró un dolor, con 39 grados de temperatura, seguía trabajando, pensando y operando como si no existieran las gripes ni dolores.
3) Desconocimiento del rencor: Pienso que ni siquiera distinguía ese sentimiento tan natural y común...NO LO CONOCÍA. Nunca habló mal de alguien y nunca se quejó cuando hablaron mal de él, conocía y aceptaba la debilidad humana.
4) Humor: Gran sentido del humor, en el sentido más sano... jamás riéndose de los demás, sino con los demás.
5) Un alma sencilla en el más amplio sentido de la palabra... capacidad de relacionarse de igual a igual... sin distinciones de ningún tipo.
Y finalmente;
6) Conmoción con el sufrimiento ajeno... Parte de MOTU PROPRIO, su motor interno, provenía de ahí... le conmovía y desencajaba el ver sufrir a los demás... Ese sentimiento le generaba la fuerza para rescatar mineros, reconstruir zonas terremoteadas, organizar poblaciones incendiadas... pensar en mejores políticas públicas, aumentar pensiones... Mejorar la calidad de vida de la gente.
Vuelvo sobre el alma... Era el ALMA de nuestro amigo SEBASTIÁN PIÑERA, llena de sustancia espiritual, la que le permitía entender, querer y sentir, para luego informar, a su propio cuerpo constituyendo la esencia de, en este caso, este hombre tan excepcional como querible.
Pido a Dios que lo reciba y lo guarde por la eternidad.