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La reconversión de un chileno después de 30 años en el Citi: llevar y traer inversiones a México

La reconversión de un chileno después de 30 años en el Citi: llevar y traer inversiones a México
Jorge Mora fue uno de los chilenos que más alto llegó en el Citi en México. Pasó por Chile, Costa Rica, Miami, y en Ciudad de México fue el líder de banca corporativa, de inversión y mercado de capitales. Fue clave en el ingreso de la compañía al Banco de Chile y en la integración y expansión con Banamex. Después de 30 años, dejó el mundo corporativo y está asesorando fintech, grandes corporaciones y está por levantar una boutique regional.
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En agosto del año pasado, Jorge Mora decidió terminar una carrera de casi 30 años en el Citi, donde ocupó cargos en Chile, México, Miami y Centroamérica. Es uno de los chilenos que más alto ha llegado en el banco estadounidense.
Con una vida armada en Ciudad de México, Mora, 54 años, casado, cuatro hijos, decidió independizarse y aprovechar su experiencia. Directorios, fintech, corporaciones mexicanas, colombianas y chilenas están en su radar.
Hijo de un diplomático, sus últimos años de colegio los pasó en Francia. De vuelta en Chile estudió Ingeniería Comercial en la UC y al salir quería trabajar en el área financiera y en una corporación internacional. Tocó las puertas a varios bancos de inversión en Chile. El 2 de enero de 1995 entró al Citi en Santiago.
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Estuvo en finanzas y banca corporativa en distintos roles atendiendo a los grandes grupos económicos chilenos y en 2005 asumió como CEO del banco en Costa Rica a los 34 años.
En 2008 lo llevaron a México como COO de clientes institucionales de Latinoamérica de la compañía que en 2001 había comprado Banamex, uno de los bancos más grandes de México. Aterrizó en plena crisis subprime, y mientras nacía la asociación del Citi con Banco de Chile. “Fue una experiencia muy linda, de mucha adrenalina, no necesariamente de la buena, pero años de mucho aprendizaje y crecimiento”, dice entre risas. Luego se movió a Miami y estuvo a cargo de 13 países de Centroamérica, Caribe y Ecuador. En 2014 volvió a México a recomponer la banca institucional y relaciones con clientes tras explotar un fraude de US$ 540 millones contra el Citi en el caso conocido como Oceanografía, un proveedor de Pemex.
El año pasado, con cambios en el banco a nivel global en México -decidieron salir de la banca de consumo, separar Banamex y enfocar el Citi México en banca de inversión-, Jorge Mora salió del Citi tras 30 años. Y empezó la reconversión, ahora como asesor independiente.
En México está su central de operaciones, con vista a toda la región. Reconoce que pensó que le costaría salir del mundo corporativo -de los call a las 6 de la mañana y de las discusiones con Nueva York-, pero no fue así. Ahora está en directorios, como el de la fintech chilena Galgo, asesorando a un grupo financiero colombiano, y a empresarios mexicanos con operaciones en Chile. Además, está en conversaciones para levantar una boutique financiera con otros socios, mirando otras asesorías a mexicanos que quieren salir, o extranjeros que quieren entrar al país.
Sobre México, dice Mora, hay muchos emprendedores que están llegando porque ven al país como la siguiente etapa de su expansión. “México representa una escala grande, tiene un mercado financiero sofisticado; líquido, hay mucho dinero, mucho; hay muchos emprendimientos chilenos que han llegado, como Galgo, Shinkansen o Xepelin”.
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Es un país que, por su tamaño y problemáticas, a veces asusta. “La idiosincrasia es distinta de la chilena, hay que saber navegarlo, saber con quién relacionarse, pero también con quien no hacerlo”. México sin duda es una plataforma enorme, sobre todo para aquellos que aspiran a llegar a Brasil, que es otro escalón más y hasta más complejo”.
Por el lado de los empresarios chilenos, en cambio, ve pocos grupos en México, lo que debería cambiar en el mediano plazo. “Todo el mundo reconoce la importancia de México dentro de su estrategia de conquista de mercado, pero no los veo lo suficientemente agresivos como han sido otros, instalándose en México. Eso tiene que ver con que estamos lejos o no entienden bien la idiosincrasia. A futuro yo veo grandes oportunidades acá”.
También reconoce el factor Trump y las tensiones comerciales que se acrecentaron tras la guerra comercial impulsada por el republicano, pero Mora cree que México puede salir fortalecido.
“Los analistas y economistas que he escuchado recientemente consideran que México tendrá un tratamiento relativo mejor al de otros países por su estrategia de diálogo y no de retaliación y que el TMEC prevalecerá con negociaciones y ajustes. El objeto de discusión sigue siendo y será China y van a forzar a que México no sea la puerta trasera para que ingresen sus productos desde aluminio, acero, autos. La industria automotriz es la que más déficit tiene y la van a regular más con reglas de origen. Hasta ahora, el gobierno de México ha estado gestionando de forma adecuada la relación con EEUU en los tres temas relevantes: drogas, migración y TMEC/China”.
Sobre Claudia Sheinbaum, una gobernante de izquierdas y el sentimiento que eso genera en empresarios, Mora dice que “tenemos una presidenta que ha demostrado pragmatismo, cabeza fría. Ideológicamente es alguien de izquierda, pero es muy preparada, tiene un doctorado en Stanford, es amiga de las energías verdes. Veo una presidenta que de a poco se va a empezar a desligar de su predecesor, y la veo haciendo lo correcto aglutinando al sector privado en torno a una estrategia común de país y cómo enfrentar juntos a EEUU. Veo un empresariado mexicano muy alineado detrás de Sheinbaum, porque a todos les interesa que el país funcione bien. Siempre va a estar esa dicotomía de que es de izquierda y el crecimiento económico, pero hasta ahora el común denominador de la gente en México es que ve una presidenta muy pragmática y centrada en lo que tiene que lograr para pasar toda esta volatilidad”.
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Uno de los puntos clave que va a aportar crecimiento es todo el cambio que se generó en las Afores (AFP mexicanas) y el alza del aporte patronal de 5 a 15%, que viene con un aumento de límites para activos alternativos de hasta 10% y se está hablando de aumentar ese límite a un 20 o 30%.
“Va a venir una necesidad enorme de inversión para todo el mundo institucional. Sólo el aumento de alternativos podría representar en torno a US$ 15 mil millones. Hay también una ola de nuevos fondos de crédito, donde México está muy abajo a nivel mundial, con sólo 36% del total de colocaciones sobre el PIB, versus EEUU que está en 200%, Chile en el 100%. Todo el mundo está viendo esa oportunidad, sobre todo en el sector medio y pymes, donde los fondos de crédito deberían jugar de forma importante”.
Para inversores chilenos, dice, esto es una oportunidad crucial, sobre todo por la experiencia que han tenido con el desarrollo de los fondos de pensión como fuente de recursos para financiar proyectos y empresas, particularmente en el campo de los alternativos y fondos de infraestructura.
“México no es todo narco. Hay grandes empresarios, hay gente muy seria. Pero como en todos nuestros países hay que tener estómago, y los que hemos operado en Latam en los últimos 100 años, hemos tenido de todo: revoluciones, guerras, golpes de Estado. México sigue siendo una gran plaza y, lo más importante, es que hay que saber con quién lidiar en México, por eso asociarse con gente local seria es parte de la clave, no entrar solo”.
Mientras, recalca que las oportunidades para el mercado mexicano en fintech están principalmente en la bancarización. “México sigue teniendo un porcentaje alto de la población no bancarizada. Acceder a esa población con productos sencillos de valor agregado, sobre todo porque todo el mundo tiene un celular, eso es lo principal. También está toda la gente joven que no quiere ir a sucursales y necesita mejorar su experiencia en el mundo digital. México es un país de 130 millones de habitantes, hay oportunidades”.