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Personaje

Las bacterias millonarias del Dr. Aldunate

Las bacterias millonarias del Dr. Aldunate

En 2019 Claudio Aldunate conoció a Gerardo Iturra, un ingeniero en biotecnología que desarrolló yogures con altos niveles de probióticos, pero que estaba a punto de quebrar. Entró como socio y meses después, con la pandemia, el negocio repuntó. Cuatro años más tarde, tienen laboratorios en Chile y Brasil, además de sociedades en España, Estados Unidos y México.

Por: Mateo Navas | Publicado: Viernes 15 de septiembre de 2023 a las 07:00
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Claudio Aldunate prácticamente ya no ejerce como médico. Sólo lo hace cuando un amigo o familiar lo llama con una duda específica. “Un 90% de mi día está dedicado a la empresa y un 10% al ejercicio de la profesión”, dice sentado en un café.

Está vestido con traje y corbata, un outfit muy distinto al que lleva, semana a semana, en su programa Doctor en Casa, que se transmite en internet, cuatro canales de cable y 62 señales regionales. “Tengo una reunión a pocas cuadras de aquí, por eso estoy así”, explica.

Hoy, este médico cirujano de la Universidad de Chile es más empresario que doctor. Usa más Excel que estetoscopio y tiene más reuniones que consultas. Y en su rutina diaria lo demuestra: se levanta a las 7:00 para ir al gimnasio y meditar (dice que realiza meditación Samatha, término budista que se traduce como “calma mental”). Con eso listo, parte con su jornada, que involucra conversaciones con proveedores y clientes, visitas al laboratorio y viajes.

Desde 2010 está más dedicado a los negocios que a la medicina. Justo por ese tiempo debutó como doctor invitado en el Mucho Gusto de Mega. Al año siguiente, el canal compró la licencia del programa norteamericano Doctor Oz y pensaron en él como rostro. “De la noche a la mañana pasé de ser un médico que operaba todo el tiempo, a ser un tipo que estaba más de la mitad de la semana en la televisión”. 

Estuvo un par de años en eso, hasta que Mega decidió no renovar la licencia del programa. Entonces Aldunate se dedicó a los negocios y abrió una productora especializada en contenidos de salud que transmitía en 4 canales de cable y 62 señales regionales. Además de RRSS.

En eso estuvo 100% enfocado hasta 2019, cuando se le cruzó Biosamer, un laboratorio de probióticos con problemas financieros, pero que al año siguiente, durante la pandemia, estalló en ventas gracias a su rol en el fortalecimiento del sistema inmunológico.

Aldunate lo explica: “Todos nosotros tenemos flora bacteriana. En esa comunidad viven bacterias buenas y malas. Cuando la población de bacterias malas es superior, te enfermas. Entonces los probióticos ayudan a agregar más soldados al intestino, para que la microbiota sea más poderosa y mejore el sistema inmune”.

Las últimas 200 lucas

Era un día normal de 2019. Aldunate estaba preparándose para entrevistar a un experto en salud. Así fue como conoció a Gerardo Iturra, el ingeniero en biotecnología detrás de Biosamer.

“Entrevisté a Gerardo porque en 2018 había lanzado Probiogurt, un producto que tenía cuatro cepas probióticas y que transformaba la leche en yogur sin lactosa. Empezamos a conversar. Me contó de las bacterias buenas, de la microbiota intestinal. Fue súper entretenido el programa”, recuerda.

“Yo justo estaba pensando en meterme en una startup. Y esto me llegó del cielo. Entonces le dije: ‘Gerardo, tu negocio está súper entretenido. Ándate un día a mi productora y conversamos para que me cuentes más detalles”.

Dicho y hecho. A la semana siguiente Iturra llegó a la pequeña oficina que Aldunate tenía en Providencia. “Gerardo es una persona muy abierta. Me dice que estaba pésimo. Me contó su historia, que partió de la nada, que había renunciado a su antigua pega, que había puesto toda su plata en hacer los 3 mil Probiogurt. Me contó que le quedaban 200 lucas en la cuenta y que se la gastó en una agencia de medios”.

En esa instancia Aldunate le ofreció el equipo de su productora para potenciar el marketing digital de Biosamer. Él, además, se encargó del networking estratégico y el área comercial. “Le dije que iría a las farmacias y que empezáramos a crear otras soluciones”.

A mediados de 2019 Aldunate entró como socio y hoy, explica, están 50/50. Al poco tiempo llegó la pandemia. Cuando algunas empresas cerraban por las restricciones sanitarias, Biosamer explotó en ventas. “Dijimos, ¿qué es lo que la gente necesita hoy? Mejorar el sistema inmune. Entonces le pedí a Gerardo que buscara el mejor probiótico para eso. Así lanzamos ProbioDefense. Empezamos a crecer, crecer. Le pegamos justo”.

Cada peso que les entraba lo reinvertían. Así sacaron productos enfocados en mujeres y otro para fortalecer el sistema gastrointestinal.

En medio de eso recibieron un llamado. Era Biopark, un megaparque de biotecnología ubicado en el Paraná, Brasil, con instalaciones que albergan a decenas de compañías científicas. Querían ofrecerles un espacio en sus instalaciones. “Nos invitaron un año, todo pagado. Querían ver si éramos realmente eficientes y si podíamos levantar el negocio. Nos dieron un espacio chiquitito”.

Hoy, la principal operación de Biosamer está ahí. Tienen equipamiento, científicos y un galpón sólo para ellos.

Al llegar a Brasil se encontraron con un obstáculo: la agencia reguladora de medicamentos se tomaba mucho tiempo para aprobar los productos destinados a humanos. Entonces, se enfocaron en animales.

“Empezamos a hacer probióticos para la tilapia porque Brasil es el cuarto productor más grande del mundo. Hicimos las pruebas y nos dimos cuenta de que los probióticos mejoraban la salud de los peces. Luego, nos metimos al rubro del cerdo y pollo. Eso empezó a apalancar la operación y hace tres meses nos estamos incorporando al área humana porque ya empezaron a salir todos los registros. En paralelo, en Chile, empezamos a construir el área de animales. Actualmente tenemos probióticos para perros y gatos”.

2,5 toneladas de probióticos

Ahora están enfocados en fortalecer su operación en Brasil y Chile, además de llegar pronto en otras geografías. El año pasado, dice Aldunate, constituyeron la sociedad de Biosamer en Valencia, España. La idea es que esa ciudad funcione como un hub para toda la comunidad europea. “Actualmente estamos en la acreditación de nuestras cepas para empezar a vender hacia final de año”, adelanta el médico.

Al mismo tiempo, constituyeron una LLC en Estados Unidos para aterrizar en dicho mercado vía e-commerce. “El objetivo es que a finales de septiembre o comienzos de octubre estemos vendiendo en Amazon”. En ese mismo periodo proyectan tener cerrados los trámites para abrir México.

Tienen 16 trabajadores en Chile, cuatro en Brasil y uno en México, España y Estados Unidos. Aldunate ocupa la dirección ejecutiva, mientras que Iturra ejerce como gerente general. En 2022 facturaron US$ 650 mil y este año proyectan llegar a US$ 1,1 millones sólo en el mercado local. El doctor afirma que tienen 10 grandes clientes, con más de 100.000 unidades de ventas al año y una producción probiótica que supera las 2,5 toneladas anuales.

Toda la estrategia de expansión, explica Aldunate, ha sido con reinversión. No han aceptado el ingreso de ningún inversionista. De hecho, explica, en 2021 llegaron al punto de equilibrio, es decir, cuando los ingresos por ventas igualan sus gastos fijos y variables.

“El invertir en empresas me parece súper bien, pero el crecimiento de una compañía no ocurre sólo por plata, sino por la generación de proyectos. No es solamente esperar a que te llegue un cheque”, reflexiona. “Hay algunas firmas, sobre todo startups, que quieren pasar de cero a 140 km por hora. Y el auto no les da, se les revienta en el camino”.

“Para nosotros, estos países son nuestro gold standard, no queremos más. Porque además tenemos representaciones en Argentina, Bolivia, Paraguay, Colombia y Venezuela”, concluye.

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