Personaje
Luis Venegas habla de su querella contra productor de película “Papá al rescate”: “Mi dinero está secuestrado”
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“Yo en general no doy entrevistas. Nuestro trabajo es público. Consideramos que quienes aparecen en pantalla son los que nos representan y esa es la mejor forma de hablar. Entonces, si ahora lo estoy haciendo es porque esta es una situación completamente anómala”.
De esta forma Luis Venegas -67 años, obstetra, empresario, fundador de Vía X y operador de la red de TV pagada más grande del país (ver recuadro)- describe la situación que enfrenta desde enero de 2022 y que en septiembre pasado se profundizó con una querella que presentó en contra de Sebastián Freund, el guionista detrás de Papá al rescate, una de las películas chilenas más exitosas de 2023 y protagonizada por Benjamín Vicuña, Fernando Larraín, Rodrigo Muñoz y Jorge Zabaleta.
Venegas, quien es conocido por su bajo perfil, dice que no habla con un medio de comunicación desde 2016 y que accedió a esta entrevista para dar cuenta de una situación que afecta a toda la industria del entretenimiento. Está en Chucre Manzur, sentado en la mesa de reuniones de su oficina en Vía X, el canal que fundó en 1998. Es un espacio luminoso y rodeado de fotos, carpetas, parlantes y cápsulas de café. Empieza.
Dice que el problema partió en 2021 cuando invitó a Freund -productor de cine y series de ficción- a trabajar a Vía X Films, un negocio que estaba recién abriendo: el objetivo era entrar al mercado de la producción de películas y series. Se juntaron en reiteradas ocasiones en el restorán Tía Matilda, cercano a las dependencias del canal, y negociaron su aterrizaje al nuevo proyecto como productor ejecutivo.
En medio del proceso de tramitación del contrato, explica Venegas, Freund le propuso un negocio: una película que desarrolló dentro de Canal 13. Era una comedia llamada El club de Lulú (y que luego cambió de nombre a Papá al rescate).
“Nos cuenta que era una oportunidad muy barata porque Canal 13 ya había hecho todo el costo. También que lo habían desvinculado, pero la película ya estaba desarrollada. Estaban los guiones, había conversado con casi todos los actores. Y nos presentó un proyecto. Primero, (nos pidió) que pusiéramos US$ 100.000, después que faltaba un poco más. Terminamos haciendo un contrato donde aportábamos US$ 270 mil y con una urgencia brutal porque ya nos habíamos metido. Y en vez de hacerla en Chile, salía baratísimo hacerla en Argentina, en Mendoza. Y por eso era tan urgente. Firmamos. En poco tiempo transferimos US$ 270 mil a su cuenta de Rizoma (su productora)”.
Desde ese momento, dice el dueño de Vía X, “todos los compromisos del contrato no los cumplió nunca. Tenía que entregar un presupuesto detallado, el desglose, los costos. Y además tenía una obligación de una reunión quincenal y una reunión mensual”.
Y ahonda: “Él se comprometió a los mejores estándares de producción, de contabilidad. Elaboramos un acuerdo de confianza donde lo más importante era la relación de largo plazo. Nada cumplió. No solamente no entregó el presupuesto detallado, nunca tuvimos una reunión a los 15 días, ni 30 días. Nunca, nunca, nunca”.
- ¿Y usted le pedía las reuniones?
- ¿Qué crees tú? Obvio. En marzo (de 2022) no lo vimos y supimos que estaba filmando la película.
En marzo, cuando se enteró de la filmación, tomó un avión con destino Mendoza junto al entonces gerente de finanzas de Vía X, Aníbal Andrade. Venegas consiguió el dato del hotel de Freund y reservó ahí mismo. “Fue sin avisarle. Llegamos, reservamos hotel y le mandamos un WhatsApp. Lo fuimos a ver dónde estaba”, recuerda. Estuvieron tres días en la ciudad argentina y en cada jornada lo vieron una vez. “Eran excusas, evasivas. Nunca pudimos ver ninguna información”.
El empresario televisivo dice que el objetivo del viaje era conseguir información financiera sobre la producción de la película. “Me habría interesado (aportar a la producción) en otras condiciones. Pero fui al ‘show me the money’. ¿Qué estás haciendo? ¿Cuál es el estado? Estuvimos tres días y nunca lo logramos, ni enojados, ni molestos, ni reclamando. Nos vinimos con la promesa de que nos lo iba a mandar a la brevedad. De ahí no lo volví a ver (hasta diciembre de 2022)”.
Nueve meses después, a mediados de diciembre de 2022, recibió un correo. Era Freund. Decía que se había enterado de que existían diferencias, que quería resolver los problemas y que estaba abocado “en cuerpo y alma” a terminar la película. También le informó que estaban a punto de concluir un informe que daba cuenta del presupuesto, gastos, plan de medios, entre otros. Cuatro días después, Venegas le respondió: le dijo que efectivamente estaba enojado y le pidió una serie de antecedentes que, por contrato, debía entregarle: el presupuesto total abierto por partidas; exhibición de los contratos celebrados con los inversionistas Netflix, Leyenda, Twentyfour Seven, Secuoya y Canal 13; la exhibición privada de la película con su estatus actual; el cronograma de ingresos y el plan de pagos para los accionistas.
“(En el correo) no le pido nada que no sea sus obligaciones contraídas en el contrato. Nada. Ha pasado un año más y estamos exactamente igual. Sólo que ahora tomé la decisión de presentar una querella”, afirma Venegas.
A la semana siguiente se juntaron en su oficina del canal. Acudieron cinco personas: aparte de Freund y Venegas, estuvo el gerente de producción y de programación, la gerenta de administración y un tercero “imparcial” que el empresario prefiere mantener bajo reserva. “(Freund) se puso a llorar, hizo un show. (Dijo que) mandaría toda la información, que lo disculpara. Humo. Después no lo volví a ver”.
- ¿Y trató de retomar contacto con él en enero, febrero o marzo de este año?
- Sí, pero desapareció. Y ahí tomamos (en febrero) la decisión de presentar una acción civil. Yo no quería llegar a una estafa, que es un robo. Yo nunca me he querellado con alguien. Nunca. En mi vida. Y mira que llevo muchos años trabajando. Llegar a querellarse contra alguien es obviamente algo muy, muy duro. Traté de que exhibiera documentos, que lo obligaran. Nunca mostró nada.
Se trataba de una medida prejudicial que, según la defensa de Freund, era instrumental, que no cumplía con los requisitos exigidos por la ley y que parte de los informes solicitados estaban protegidos por cláusulas de confidencialidad. El 31 de mayo el 12º Juzgado Civil de Santiago citó a una audiencia de exhibición de documentos. Freund, a través de Rizoma Producciones apeló, pero en octubre pasado el tribunal de alzada confirmó la resolución original. El abogado que representó a Venegas fue Rodrigo Gil, socio de Jana & Gil Dispute Resolution.
- Esteban Barra, abogado de Sebastián Freund, explicó a Culto que “el contrato entre las partes se ha cumplido a cabalidad, se ha entregado toda la información pertinente y necesaria, repartido la participación de los ingresos a los socios en tiempo y forma, en un negocio de riesgo, el cual está en plena explotación”. ¿Cómo responde a eso?
- ¿Cuándo me devolvieron los US$ 270.000? O que diga cuánto se ha pagado hasta el día de hoy. Nunca. Ni un centavo. El abogado está faltando a la verdad. Entiendo que tiene que defender a su cliente, pero eso no lo obliga a faltar a la verdad gravemente.
- ¿Ha hecho un cálculo de cuánto podría ser la utilidad de la película, aparte de la inversión inicial?
- Si no tengo información respaldada, es un tiro al aire.
Y añade: “Necesito rescatar mi dinero que está secuestrado. Espero que tenga la voluntad de devolverlo. Yo hice mis esfuerzos. Esperé dos años, mucho más de lo que habría hecho cualquier persona. Me obligó a tomar una decisión que es fuerte. Y espero que la justicia determine que él ha actuado como un estafador. Está pretendiendo estafarme. No sé si lo va a conseguir. No creo que la justicia permita que nos estafen. Pero por lo menos su abogado está faltando a la verdad”.
“Nosotros no somos un fondo de inversión que pone plata y otro trabaja y después te viene a dar cuentas. No, nosotros somos una compañía que produce y pusimos plata porque confiamos en un negocio donde nosotros íbamos a estar adentro”, señala.
Luis Venegas no acudió al estreno de la película (el 5 de enero 2023) porque, dice, no lo invitaron. Tampoco vio el filme en el cine. Lo hizo en Netflix, donde la película sigue alojada. “Es una película barata comparada con los presupuestos que nosotros aprobamos, que era un tope, pero en realidad iba a costar muchísimo menos”. De acuerdo a la querella, los fondos totales destinados para el filme eran de US$ 1,3 millones.
- ¿Ha hablado con los otros accionistas del proyecto?
- Sólo Canal 13.
- ¿Y qué le dijeron?
- Pregúntale a ellos. No quiero que lo que yo vaya a decir sea una interpretación.
- Lo pregunto porque Cristóbal Sotomayor, de la productora española Twentyfour Seven, dijo a Culto que esta es industria de alto riesgo y que así funciona el rubro…
- Pero si esto es una película exitosa, extremadamente exitosa. Entonces, ¿cuál es el riesgo para devolverme la plata? Otra cosa es la utilidad. No tengo ni la plata que permitió hacer la película ni el resultado del filme.
-¿Los otros accionistas tuvieron una comunicación más fluida con Sebastián? ¿O usted fue la excepción?
- Lo desconozco. Yo en Mendoza no vi a nadie.
- En la querella aparece que Sebastián Freund, en una entrevista, agradeció a los inversionistas, entre ellos Vía X Films. ¿Qué siente cuando se entera de eso?
- Una frustración muy grande porque no era lo que esperábamos. Yo vengo de haber trabajado en el show business entre el ‘90 y el 2000, que es un negocio 100% de riesgo. Pero esta es una película que no tuvo este riesgo.
- Pero podría haberle ido mal…
- Yo estaba de acuerdo, claro. Pero le pediría lo mismo. Dame igual una reunión quincenal, muéstrame los números. ¿Dónde está la contabilidad? ¿Dónde asumiste la pérdida? Pero no sé nada. Nada.
Su objetivo más cercano, dice Venegas, es recuperar el dinero que invirtieron. “Y segundo, que (Sebastián Freund) nos dé el resultado que legítimamente nos corresponde. Nada más. Todo lo demás ya lo pasamos a pérdida. El haber contribuido a que la película fuera mejor. Esperamos que la justicia, la Brigada Investigadora de Delitos Económicos, sea lo suficientemente efectiva. Esperamos que se haga justicia con nuestra situación”.
Y añade: “Creo que está con la conducta de estafador. No es la conducta de una persona que le fue mal o que se equivocó. No hay ninguna equivocación”.
La producción de largometrajes era una “transición natural” a lo que venían haciendo en el canal, dice Venegas. “Es muy parecido producir una película que un programa de televisión. Tiene más o menos las mismas claves para hacerlo”, detalla. Además, apunta, se trataba de una industria que estaba creciendo, a diferencia de la televisión pagada. “En países desarrollados ha tendido a perder tamaño de suscriptores. En Latinoamérica eso todavía no es evidente, pero seguramente va a ocurrir”.
A pesar de empezar con el pie izquierdo en la industria cinematrográfica, el empresario dice que siguieron invirtiendo en otros proyectos. “A veces un tren que uno toma en forma equivocada te lleva a un buen destino”, dice.
Y añade: “Ahora tenemos una situación completamente distinta con el cineasta Jorge Olguín (Sangre eterna, Caleuche y La Casa). Hace un año produjimos una película que se llama Análogos y que la estrenaremos el 25 de enero de 2024”.
Análogos es una mezcla de ciencia ficción con drama, que une a los actores Jorge Guajardo y Mónica Carrasco, conocidos por sus personajes de Guillermo y Silvia en la serie Los Venegas.
También están desarrollando una miniserie de cuatro capítulos destinada a una plataforma de streaming. Pero no entrega más detalles. Se filmará entre febrero y abril del próximo año.
- ¿Y el canal?
- Va bien. Ayer (domingo 17 de diciembre) hicimos un especial de seis horas por el plebiscito constitucional. Para eso desarrollamos una alianza con el podcast La Cosa Nostra, que partió en nuestro canal.
-¿Y siguen interesados en la actualidad? El año pasado lanzaron Días contados, un programa de conversación política con Carolina Urrejola…
- Nosotros dejamos la música hace muchos años y los dos pilares de oferta de contenidos de Vía X son actualidad y opinión.
- Hace unos años se hablaba de la crisis de la televisión, que se lo iba a tomar Netflix…
- Hoy hay una abundancia de contenido, hay una sobreoferta. Es escaso el tiempo de las personas para verlo. Entonces, todos quienes trabajamos en esta industria competimos por ese poco tiempo.
Las otras luchas de Luis Venegas
Dice Venegas que esta es la primera querella que interpone en su vida. Pero no es el primer conflicto legal que enfrenta. En 2016 se enfrascó en una larga pelea con VTR, empresa que a principios de ese año informó que pondría fin al contrato que la unía con Filmocentro (empresa dueña de Vía X, ARTV y Zona Latina) para reemplazar dichos canales por Sundance Channel, Paramount Channel y NatGeo Wild.
El empresario decidió pelear. Comenzaron con un arbitraje en la Cámara de Comercio de Santiago y luego cruzaron por juzgados de policía local, tribunales civiles, cortes de apelaciones y, finalmente, la Suprema. Esta última instancia, y luego de un cúmulo de resoluciones adversas en procesos anteriores, le dio la razón y obligó a VTR a reincorporar los canales Zona Latina, Vía X y ARTV.
Muchos años antes tuvo un desencuentro con el ex diputado radical Fernando Meza, con quien organizó el recordado concierto de Silvio Rodríguez en marzo de 1990 en el Estadio Nacional. La ex autoridad del PR acusó que Venegas realizó una mala gestión y su relación terminó quebrada. En ese mismo contexto el empresario tuvo que enfrentar una demanda de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor. Ahí consiguió que lo representara el entonces principiante abogado Rodrigo Hinzpeter.