La Jefa. Otros le llaman La Heredera. Chaqueta blanca, blusa y pantalón negros, pelo ondulado, dos collares de corazón al cuello y una sonrisa que no dejó en todo momento, Francisca Lucía Ponce Pinochet llegó este martes hasta el piso -3 del Hotel W en Las Condes, al seminario de BTG Pactual. Se sentó a metros del ministro de Hacienda, Mario Marcel, y casi al lado de Juan Guillermo Agüero y Fernando Massú, ambos del banco.

Aunque algunos no la reconocieron al comienzo, su acompañante daba todas las pistas: Julio César Ponce Lerou, su padre, presentaba en sociedad a su hija. “Ella es la jefa”, le dijo a más de alguno que saludó ese día al empresario alejado de los negocios, que hoy pasa sus días viviendo en su campo y practicando sus pasiones deportivas: los caballos y el golf.

Francisca, 44 años, conocida como “Pancha”, es la  más afín a su padre, dicen quienes conocen de su relación. Los hijos de Ponce Lerou con Verónica Pinochet Hiriart son cuatro: los dos mayores son Julio César y Alejandro Augusto, a quienes siguen Francisca Lucía y Daniela Verónica, la menor. Son “achoclonados”, se reúnen seguido y pasan buena parte de su vida fuera de Chile.

De los cuatro, Francisca es la más involucrada en los negocios. Cuando está en el país se ha reunido con bancos de inversión y abogados de las sociedades cascadas para definir estrategias y negociaciones. Igual que el padre, quien por muchos años cuando salió de SQM dijo que él sólo era accionista indirecto SQM y no tenía ningún cargo, su hija detenta hoy el poder sin un rol específico.

En SQM no participa -y no puede hacerlo hasta 2030, de acuerdo al pacto que hicieron con Corfo en 2018 por el arrendamiento del Salar de Atacama, lo que podría cambiar a partir de ese año tras la alianza con Codelco- y en las cascadas ya no es directora ni ejecutiva.

Sin embargo, aguas arriba de las cascadas, hasta el año pasado fue gerenta general de Inversiones SQYA (entre el 2017 y 2023), y entre 2010 y 2019 fue directora de Norte Grande y sus subsidiarias. Hoy en SQ Grand Cayman el cargo de gerente lo ocupa Caterina Dalbora, una cercana colaboradora y amiga de Francisca Ponce.

“Se le va a empezar a ver más”

Hoy Francisca vive en Canadá por razones familiares, pero el contacto con Chile es continuo y viaja siempre al país. “Se le va a empezar a ver más”, dice una persona familiarizada con el grupo. Los Ponce, apunta, quieren salir del ostracismo que fijó Julio tras el escándalo del pago ilegal a políticos.

Al final de toda la estructura, en el trust creado por Ponce Lerou sí aparecen los hijos. “SQM ha sido informado que, a partir del 15 de marzo de 2023, el controlador indirecto de Norte Grande S.A. es Pacific Atlantic Trading Corporation. El 100% de las acciones en que se divide el capital de Pacific Atlantic Trading Corporation forma parte de un fideicomiso, denominado The Pacific Trust, constituido por don Julio Ponce Lerou a favor de sus hijos, en partes iguales: Julio Ponce Pinochet , Alejandro Ponce Pinochet, Francisca Ponce Pinochet y Daniela Ponce Pinochet”, dice el último 20F de SQM.

Algunos de los hermanos sí participan en las cascadas. Daniela es directora en Pampa Calichera y Potasios; y Alejandro también está en esta última sociedad.

Este año hay renovación de directorio en las cascadas, y los hermanos o algunos de ellos podrían entrar a todas las sociedades. Si Francisca lo hace, o se mantiene en un rol de coordinadora del holding, aún en está en análisis.

Directa y detallista

Quienes han hablado con Francisca Ponce dicen que lleva bastante tiempo preparándose para suceder al padre. Y para hacerlo, se ha encargado de generar buenos lazos con las personas de confianza del fundador de la estructura. En particular, con Patricio Contesse Fica y Catalina Silva, gerenta general de las cascadas, y quien ha tomado cada vez más protagonismo en la empresa.

Hoy en lo único que invierten de manera importante es en SQM, pero varios de los hijos están con ganas de ampliar la cartera de inversiones hacia tecnología y otras áreas y geografías. El padre siempre lo ha dicho en privado: “Todo mi dinero está en SQM”. Quizá eso podría cambiar con la segunda generación a cargo del buque.

Muchos consultados para este artículo concuerdan en que Francisca, egresada del Lincoln International School, relacionadora pública de la Uniacc, con un diplomado en administración de empresas en Berkeley y un MBA en la UC, es una persona simpática, para nada intimidante, ni alguien que haga sentir que es la heredera de una de las 10 mayores fortunas del país.

Es una mujer extrovertida y sencilla, dice un cercano. Alegre y optimista, recalca otro. Del padre sacó su forma de ser directa y clara con sus ideas, además de muy detallista tanto en lo personal como profesional.

Es una mujer empoderada, aseguran las fuentes. Quienes la han visto conversar de negocios, la reconocen como alguien que estudia los temas previamente y hace muchas preguntas hasta quedar satisfecha con la respuesta, además de valorar el trabajo en equipo.

Le gustan mucho los deportes, tanto como al padre, pero en áreas diferentes. Hoy practica ciclismo de ruta y trekking junto a sus hijos de 13 y 15 años; y dicen además que es amante del ballet y la buena mesa. El amor por los caballos es algo que sí comparte con su progenitor, con quien habla casi a diario: conversan de la vida, de la contingencia y de los negocios. “Lo admira mucho”, dice un cercano.

Quienes la vieron este martes en el Hotel W concuerdan en que se notaba la complicidad de ella con su padre. Los focos y las cámaras son nuevas para ella, pero teniendo los apellidos y la fortuna que tiene, al parecer -coinciden varios- va a tener que empezar a acostumbrarse.