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Juan Aldea, dueño de Feria Chilena del Libro y cierre de emblemático local en El Golf: “Fue un golpe duro”
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“Cuando entraba al estacionamiento en auto siempre miraba hacia la vitrina de la librería. Y ahora veo el cartel de la farmacia, entonces miro para otro lado. Es mucha historia y una especie de nostalgia”, confiesa.
Hace memoria. Lleva casi 80 años en el negocio, que hoy comparte con dos de sus hijos, Juan y Alberto Aldea Pérez, y que además de las librerías físicas y la venta de libros online, contempla las operaciones de una inmobiliaria, parte de la empresa familiar.
“Hay un dicho que dice ‘lo que natura non da, Salamanca non presta’. No tuve oportunidad de ir a la universidad porque tuve que emplearme desde muy joven. Como estaba metido en los libros me interesó divulgar ideas, pero me di cuenta de que me faltaba talento para la escritura. Entonces dije ‘por ese lado no, pero voy a hacer algo para difundir las ideas de los grandes escritores’”.
En 1952 abrió una pequeña librería -casi un kiosco, precisa- en plena Alameda, entre las calles Estado y Ahumada. “Mi primer viaje fue a Buenos Aires. Traje una serie de compras de libros y eso sirvió de despegue”.
En 1960 la Feria Chilena del Libro se instaló en un moderno local en Estado 50 y Aldea creó también la Editorial Renacimiento, a través de la cual publicó distintos títulos y miles de textos escolares. “En esta trayectoria, en la difusión del libro y la lectura, debemos haber impreso varios millones de libros”, declara.
Durante los años ‘70 y ‘80 la Feria Chilena del Libro abrió más locales en Santiago y en otras ciudades, transformándose en la cadena de librerías más grande del país.
Hoy son seis las librerías físicas de la marca, y una bodega central en Enea donde llegan los pedidos e importaciones que luego se reparten a los locales y venta online.
La tienda tenía su público fiel e incluso utilidades, aunque pequeñas, dice el patriarca. “Convenía arrendarla, esa es la verdad”, agrega. Luego se explaya y cuenta que en un principio estaba descartado cerrar ese local. Los representantes de Cruz Verde les realizaron una buena oferta que rechazaron. Pero ante la insistencia, les mandaron una propuesta que incluía una cifra que los haría considerar la transacción. “Conforme”, le respondió la contraparte y la operación agarró forma. Un buen negocio, pero “un golpe duro”, confiesa el librero.
“En algunos locales teníamos una fotografía ampliada de la Feria (Chilena del Libro) de Huérfanos, repleta. Con fila afuera. Y le pusimos la leyenda: ‘¿Dónde están hoy día estos lectores?’”, dice.
- Le falta poco para cumplir un siglo. ¿Qué se siente haber construido un verdadero imperio del libro?
Lo enorgullece además mencionar que es descendiente del Sargento Aldea, Juan de Dios Aldea Fonseca, uno de los héroes del Combate Naval de Iquique. En su oficina hay un retrato de su antepasado y también una pintura de la batalla naval.
- ¿Cree que el libro tiene vida por delante?
Algunas cifras de lectoría
Una Encuesta de Hábitos y Percepciones Lectoras en Chile realizado por Ipsos Chile y Fundación La fuente en 2022 a una muestra representativa de 1.719 hombres y mujeres de 13 a 75 años provenientes de todas las regiones del país, arroja que siete de cada diez encuestados declaran tener mucho o bastante interés en la lectura por gusto. Proporción que disminuye considerablemente en las personas de bajos ingresos, los menores a 18 años y habitantes del sur del país.
Al 82% de los chilenos les gustaría leer más de lo que leen actualmente. El formato impreso sigue siendo la principal opción para quienes leen libros, con 55% que lee semanalmente en este formato. El 49% lee libros digitales cada semana y sólo el 19% dice escuchar audiolibros.
Asimismo, la encuesta señala que las temáticas de mayor interés para los chilenos que leen libros son la ciencia ficción y fantasía, historia, salud, cocina y romance.