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Efizity: La nueva energía de Colbún

Efizity: La nueva energía de Colbún

El 3 de septiembre se cerró la compra. La eléctrica ligada al grupo Matte se quedó con el 100% de la compañía de soluciones energéticas efizity ligada a cuatro ingenieros de la UC y UAI. Esta es su historia y cómo sellaron el negocio.

Por: María José Gutiérrez | Publicado: Sábado 19 de septiembre de 2020 a las 04:00
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Pedro Pablo Silva (39), socio de efizity, tiene fresco el recuerdo de ese día. “Estábamos metidos en un proyecto grande con Cencosud, una inversión de como un millón de dólares, que para nosotros es harta plata. Yo estaba a cargo de la parte financiera del negocio. Vuelvo de un viaje a Estados Unidos, hago mis números... y no teníamos recursos para pagarle a los proveedores, no teníamos para pagar los sueldos. Y no es que no hubiera negocio, porque hacia adelante había harto flujo, pero no teníamos caja. Y las empresas quiebran por caja, no quiebran por flujo”, recuerda. Ese mismo día citó a los otros tres socios a la oficina. Era domingo. 

Corría 2016. Los ingenieros José Antonio Kovacevic, Cristián Wolleter, Luis Enrique López y Pedro Pablo Silva dicen que ese día marcó un punto de inflexión para efizity, la empresa de asesorías en soluciones energéticas que fundaron tres años antes. “El panorama era negro. Teníamos todos los números rojos”, dice Kovacevic, gerente del área Green Building de la empresa. “Ahí nos dimos cuenta que no estábamos jugando con bolitas, que necesitábamos profesionalizarnos más y dejar de ser un emprendimiento”, agrega Silva, gerente de Desarrollo. 

Trajeron un director externo -el actual gerente general de Gasco, Víctor Turpaud-, salieron a hacer road show a los bancos, se pusieron tareas y se ordenaron. “Siempre tomamos por opción el crecimiento sobre la rentabilidad y cuando las empresas crecen, les cuesta mucha caja”, explica López, gerente general. 

El reordenamiento trajo resultados. La compañía creció al punto de convertirse en el mayor player del rubro, lo que hizo que tres años más tarde, en mayo de 2019, un asesor contratado por Colbún les tocara la puerta. 

“¿Están interesados en recibir una oferta?”, les preguntó. Hasta entonces no había estado sobre la mesa la opción de vender. 

Luego de casi un año y medio de negociaciones, el 3 de septiembre a las 4 de la tarde se cerró el deal: Colbún compró el 100% de la compañía. Al día siguiente los socios dieron a conocer la noticia a sus 65 trabajadores y a los principales clientes. Y en la noche se reunieron a comer en la casa de Wolleter junto a los asesores de la operación: Santiago Valdés y José Antonio Taladriz, a cargo del área de M&A de Endurance. Había que celebrar.

Punto de conexión

Kovacevic, Silva y Wolleter tienen 40 años y coincidieron en Ingeniería Civil en Construcción en la UC. Siempre pensaron hacer algo juntos. Pero antes, dijeron, debían pasar por el “servicio militar”: cada uno se empleó en una constructora. Una vez al año se reunían para ver cómo iban profesionalmente. 

Al cuarto encuentro dijeron “no más”. “El tema de la energía se viene fuerte”, reflexionaron. “Nos miramos y concluimos ‘no tenemos idea de esta cuestión, hay que ir a aprender en algún lado’”, recuerda Kovacevic. 

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Postularon a Becas Chile y cada uno partió con su familia a especializarse en eficiencia energética en edificios. Kovacevic al University College de Londres, Silva a Stanford y Wolleter a Austin. A su regreso, en 2011, fundaron KSW Ingeniería, y se instalaron en la una oficina en la calle Torremolinos, Los Domínicos, en el mismo edificio donde nacieron emprendimientos exitosos como Lemontech y Medularis. 

Partieron haciendo asesorías al rubro inmobiliario y arquitectura. Luego se metieron en el sector industrial: qué tipo de construcción hacer, qué orientación de luz darle, cómo hacer las edificaciones sustentables y eficientes.

Cuando tuvieron un primer gran proyecto -fue para la fábrica de ladrillos Techno Refractarios- se asociaron a ECONER, ligada al ingeniero y MBA del IESE Luis Enrique López y dedicada a asesorías de eficiencia energética, certificación LEED y proyectos de ERNC. El resultado fue bueno. Hubo un segundo proyecto grande. Esta vez para el BID. Volvieron a unir las capacidades de las dos empresas y se lo adjudicaron. Seis meses más tarde, en 2014, decidieron fusionar las dos compañías. Y nació efizity. 

“No podemos hacer que 1+1 sea 2. Tiene que se mayor que 2”, dijeron. “Y eso es lo que ocurrió”, relata Kovacevic. Sumaban 20 personas entre las dos empresas. Dos años después la cifra se triplicó, con operaciones en Chile y Perú.

"Lo que Colbún vio en nosotros es que somos un equipo joven, de innovación energética y eso no se dio solo. Decidimos que íbamos a crecer y para eso hay que desarrollar negocios y dedicarle tiempo, tener gente, ir afuera, y prescindir de los resultados a veces", dice Wolleter.

Mira afuera

Tras la fusión se trasladaron a la calle María Teresa, en Las Condes. Esta vez en el mismo edificio de Broota. La unión les permitió acceder a clientes más grandes como papeleras y cementeras. “En 2016 vimos una baja en los precios y los proyectos de energías renovables se congelaron”, cuenta Wolleter, gerente de gestión energética. “Ahí aparece una oportunidad de crear un marketplace donde contactábamos a clientes libres que querían contratar energía con los suministradores”, agrega. “Fue un desafío tecnológico: vimos la oportunidad del mercado y nos movimos súper rápido para hacer este portal donde a los mismos clientes que atendíamos como consultora les conseguíamos contratos de energía a bajo precio”, añade Silva.

En el camino adquirieron TBE, una empresa que hacía contratos de desempeño en edificios, y trajeron de Brasil una tecnología de monitoreo de control que les permitió ganar una licitación importante en el retail. Viajaron a EEUU en una misión del Ministerio de Energía, lo que les permitió estar en contacto con los mayores actores de soluciones tecnológicas americanas; a ferias tecnológicas en Alemania y España. 

“Invertimos para estar en la vanguardia de lo que se está haciendo”, dice Silva. “Sin ir mas lejos tenemos una unidad de negocios que es generadora de nuevos proyectos y oportunidades”, agrega Kovacevic sobre el área que lidera Silva. 

En 2018 abrieron operaciones en Colombia. 

“Lo que Colbún vio en nosotros es que somos un equipo joven, de innovación energética y eso no se dio solo. Decidimos que íbamos a crecer y para eso hay que desarrollar negocios y dedicarle tiempo, tener gente, ir afuera, y prescindir de los resultados a veces”, dice Wolleter.

Dos pausas

Juan Eduardo Vásquez, gerente de Negocios y Gestión de Energía de Colbún dice que tras la licitación de 2016 que lideró Máximo Pacheco, la empresa eléctrica comenzó a redefinir su estrategia para competir con fuerza centrado en los clientes libres. Para descomoditizar la venta de energía y agregar valor a su oferta, analizaron varias compañías tanto chilenas como extranjeras, entre las que estaba efizity. Y decidieron tantearlos. Primero a través de un asesor, y luego Vásquez directamente con su equipo.

Los socios de la empresa de eficiencia energética recuerdan que antes de recibir el monto de la oferta, viajaron a Chiloé a una jornada estratégica. “Ahí decidimos cuáles eran las condiciones mínimas por las que íbamos a vender”, dice López. 

A la vuelta comenzaron a negociar. Vinieron las conversaciones legales -para lo que contrataron al abogado Luciano Cruz, socio del estudio Arteaga Gorziglia-, contables, los due diligence. En septiembre pasado el proceso estaba “bastante avanzado”. Todo apuntaba a que el 1 de enero la operación se concretaría. Pero llegó el estallido social y las conversaciones se enfriaron. 

“Tanto ellos como nosotros hicimos conversatorios en la oficina sobre cómo la empresa nuestra jugaba un rol importante en la sociedad chilena. Entonces todo lo que estás viendo externo lo pones en pausa para concentrarte en lo tuyo”, explica Kovacevic. 

En febrero retomaron la negociación y cuando estaban listos para cerrar en marzo, la pandemia volvió a parar el proceso. Hasta que ambas firmas decidieron poner un plazo y continuar de manera virtual. 

Los últimos días de agosto los socios de efizity prácticamente no durmieron de la ansiedad. Hasta que el jueves 3 de septiembre firmaron la venta. 

¿Qué viene?

Desde Colbún explican que efizity desarrollará adicionalmente tres nuevas áreas: generación distribuida, almacenamiento y electromovilidad. “Son tres líneas que nosotros solos no habríamos podido lograr solos”, plantea López. 

Vásquez compara metafóricamente el resultado de la adquisición con lo que ocurre en un restorán: “Antes solo servíamos plato de fondo, que son electrones. Ahora nos preocupamos por la nueva experiencia que tendrán los clientes y para eso les ofreceremos más opciones. Por ejemplo, ahora hay aperitivo y/o plato de entrada también. Queremos que el cliente esté el centro (que pueda elegir libremente, es decir, todos aquellos que consumen desde 500 kW) y vea una opción potente. Puede o no tener generación propia, que podría ser el aperitivo. Lo importante es que quiera energía eléctrica”. 

Efizity continuará trabajando en la misma oficina en Andrés Bello, bajo el mismo RUT y la misma administración. Los cuatro socios seguirán adentro “al menos los próximos cuatro o cinco años”, dicen. Las únicas diferencias son que ahora deberán reportar a un nuevo directorio designado por Colbún, y que las áreas comerciales de ambas empresas trabajarán en conjunto para ofrecer estas soluciones integrales.

“Esto nos va a permitir transformarnos en un actor relevante en la industria del servicio energético. Si hubiéramos seguido solos continuaríamos como un actor más secundario porque se requiere de altas inversiones, desarrollos tecnológicos e implementar soluciones que quizás vamos a tener que traer de otros países, entonces con esta incorporación podemos lograr en un período muy corto lo que como efizity quizás hubiéramos hecho en muchos años más”, dice Wolleter. 

“Y la ventaja para Colbún es que nosotros vamos a ser mucho mas rápidos en desarrollar estas tres líneas que si lo hicieran internamente”, remata Luis Enrique López. 

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