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5 organizaciones conservacionistas acuerdan comprar el 30% de Cochamó y ahora tendrán que levantar US$ 78 millones

5 organizaciones conservacionistas acuerdan comprar el 30% de Cochamó y ahora tendrán que levantar US$ 78 millones

El terreno de 133 mil hectáreas, ubicado en la Región de Los Lagos y rodeado de glaciares, montañas y paredes de granito, representa el 30% Cochamó, y hoy está en un pleno proceso de venta que es liderado por Puelo Patagonia, The Nature Conservancy, Freyja Foundation, Wyss Foundation y Patagonia, la multinacional fundada por Yvon Chouinard.

Por: Mateo Navas | Publicado: Sábado 27 de abril de 2024 a las 21:00
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Bosques nativos, valles, humedales, glaciares, ríos y lagos. Ovejas, ganado y caballos. Montañas y grandes paredes de granito. Huemul, monito del monte y ranita de Darwin. Esquí, pesca, senderismo y escalada. Todas esas características están dentro de la extensa descripción de Hacienda Pucheguín, un territorio de 133 mil hectáreas ubicado en plena Patagonia chilena, a solo 119 kilómetros de Bariloche y a 999 kilómetros de Santiago.

Actualmente, esas 133 mil hectáreas -que representan el 30% de todo el territorio de la comuna de Cochamó y que equivalen a 1,5 veces la ciudad de Santiago- son propiedad de Roberto Hagemann, un reservado empresario que ha tenido incursiones en las industrias inmobiliaria y minera.

Crédito foto: Rodrigo Manns

En 2018 Hagemann -junto a Luis Ignacio Muñoz, propietario minoritario del terreno- puso este activo a la venta, pero en 2020, con la pandemia, decidió bajarlo del mercado. En diciembre de 2021 reactivó el plan y las coloridas fotos de la Hacienda Pucheguín se mostraron en las pantallas de la oficina de Christie’s en pleno Manhattan, Nueva York. “Price upon request (consultar precio)”, aparecía en los avisos. Según informó DF MAS en 2022, el valor rondaba los US$ 150 millones. Hoy, esa operación está cada vez más cerca de concretarse.

Durante dos años los agentes inmobiliarios de Christie’s (quienes tenían la exclusividad de la venta de la propiedad) buscaron interesados en todas partes del mundo. Pero la respuesta estaba más cerca de lo que pensaron. Ya existe un acuerdo de compra firmado con cinco instituciones vinculadas a la conservación: Puelo Patagonia, The Nature Conservancy, Wyss Foundation, Freyja Foundation y Patagonia, Inc. Esta última, la icónica firma de ropa outdoor fundada por Yvon Chouinard.

¿El objetivo? Comprar el paño para destinar este terreno para la conservación. Pero hay un obstáculo: las cinco instituciones involucradas tendrán que salir a recaudar US$ 78 millones que, junto con asegurar la compra del paño, permitirían diseñar una plan de gestión, que incluye el desarrollo sostenible de la comunidad local, así como la habilitación de infraestructura y servicios necesarios, todo a implementar en un plazo estimado de siete años.

Crédito foto: Rodrigo Manns

Si se llega a concretar la operación, dicen desde el conglomerado, se creará uno de los corredores biológicos más importantes de Latinoamérica. Esto, porque el territorio de la hacienda se unirá a las 1.630.000 hectáreas de áreas protegidas chilenas y argentinas que rodean el paño. Esto es relevante, explican, porque -hasta ahora- “este terreno privado carece de la protección legal y ambiental que lo blinde de la fragmentación u otro tipo de proyectos de alto impacto que han amenazado la zona”.

“Ésta es la primera compra de tierras a gran escala que está siendo tan publicitada y abierta al público. Históricamente, la mayoría de estas transacciones se han hecho en forma privada. Posiblemente esta campaña sea única en su especie también por el conjunto de organizaciones que se unieron”, señala a DF MAS Brady Robinson, director de Filantropía de Freyja Foundation.

La negociación

Todo empezó en 2022, cuando la ONG chilena Puelo Patagonia se enteró que Hacienda Pucheguín estaba a la venta. En ese momento, y de manera incipiente, surgieron las primeras ideas para adquirir el terreno, el cual -gracias a las gestiones de Roberto Hagemann- tenía un solo rol ante el Servicio de Impuestos Internos. Al final de ese año, con un reportaje de DF MAS que daba a conocer la oferta de venta, se generó un sentido de urgencia en la organización nacional.

“Podía caer en manos de una persona que no tuviera una mentalidad de conservación y de desarrollo económico de las comunidades”, explica Rodrigo Condeza, director de Puelo Patagonia.

Al inicio de 2023 empezaron a tender puentes con Roberto Hagemann. Clave en ese proceso fue José Claro, presidente de Puelo Patagonia. La misión no era fácil, porque esta ONG se había opuesto al ahora desechado proyecto hidroeléctrico Mediterráneo, que justamente estaba emplazado en Pucheguín. A pesar de ese impasse, empezaron las negociaciones en sentido amistoso.

Se reunieron unas 10 veces antes de firmar una promesa de compra. Al principio, afirma Condeza, participó solo Puelo Patagonia, pero con los meses se fueron sumando otras organizaciones internacionales, como The Nature Conservancy y Freyja Foundation. Esta última fue fundamental, porque durante 2023 ayudó a la ONG nacional a comprar 300 hectáreas de bosque nativo en Cochamó donde se estaba planeando desarrollar un proyecto de parcelaciones.

Crédito foto: Rodrigo Condeza

Una de las cosas que más demoró las tratativas fue el precio final, que estuvo muy por debajo del valor comercial que se ofreció en Christie’s. El objetivo, comentan personas conocedoras, era acercarse lo más posible al valor promedio que se maneja en compras para conservación, que ronda los US$ 350 por hectárea, especialmente en terrenos donde no hay actividad productiva.

Con el precio definido, empezó un largo proceso de due diligence legal -que realizó el abogado Sebastián Avilés, socio MSyA Abogados-, además de estudios topográficos que confirmaron la cantidad de hectáreas que se habían registrado en el Conservador de Bienes Raíces de Puerto Montt. Todo determinó que los papeles estaban en orden.

Luego, vino la firma del acuerdo, que le entregó al consorcio un periodo de dos años para levantar los US$ 78 millones. Este trámite estuvo anclado al desembolso de US$ 2 millones para asegurar la exclusividad durante el periodo de levantamiento de fondos. Es decir, Roberto Hagemann no puede vender la propiedad durante estos 24 meses.

Andrés Diez, director ejecutivo de Puelo Patagonia, aclara que el monto total no solo cubrirá el pago total por el terreno, ya que el 20% de aquello irá a financiar arreglos e infraestructura. “La idea es que baje a la localidad y se pueda transformar un modelo de conservación. No sólo es adquirir la tierra, sino también desarrollar un proyecto completo que genere bienestar, desarrollo y un área protegida”.

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Mientras que para el director ejecutivo de The Nature Conservancy Chile, Juan José Donoso, lo que se está haciendo alrededor de la adquisión de Puchegüín es un ejemplo de colaboración para la conservación, con el que "buscamos proteger esta área de gran valor natural y cultural junto a las comunidades locales". 
 
The Nature Conservancy cuenta con más de 60 años desarrollando grandes proyectos de conservación al rededor del mundo; y en Chile llevan 20 años de gestión de la Reserva Costera Valdiviana, "un área protegida con un modelo de conservación basado en la ciencia, en coordinación con las comunidades locales y desarrollando mecanismos financieros que garanticen a futuro su protección", dijo Donoso al detallar las razones que los llevaron a poner su experiencia global a disposición del proyecto en Cochamó. 


Según afirman personas vinculadas a la iniciativa de fundraising, esta tendrá un fuerte enfoque en Chile, pero también en el extranjero. La idea es motivar a las principales familias de alto patrimonio locales a participar de la campaña, además de personas naturales interesadas en la conservación. Lo mismo se hará en el mercado internacional. Ya comenzaron las primeras reuniones y tienen ya una serie de compromisos firmados.

El método de recaudación será el siguiente: primero se recopilarán los compromisos de aporte. Cuando se lleguen a los US$ 78 millones le solicitarán a los distintos participantes que activen sus depósitos. “Es poca la filantropía ambiental en Chile. Entonces queremos hacer ese llamado a hacernos cargo de nuestro país y que tomemos la acción para sacar adelante proyectos como este”, señala Rodrigo Condeza.

Un poco de historia

En 1920 un grupo de empresarios -compuesto por Bernardino Henríquez, Bernardino Cárdenas, Alberto Massenlli, Gilberto Monje, Alfredo Goycolea y Enrique Miquel- adquirieron el fundo Pucheguín, que originalmente sobrepasaba las 230 mil hectáreas, pero que años después se fue reduciendo por expropiaciones.

Treinta años después obtuvieron el reconocimiento del dominio, amparados en la Ley de Propiedad Austral. A medida que pasó el tiempo, los familiares de los compradores originales fueron heredando el lugar.

Eso siguió su curso natural hasta principios de los 2000, cuando Roberto Hagemann empezó a comprar derechos hereditarios y así logró conseguir la totalidad de la propiedad.

Lograr eso no fue fácil: tuvo que realizar una exhaustiva investigación historiográfica para dar con los dueños del terreno (tanto así, que recién en 2021 logró consolidar el plano definitivo ante las autoridades). Antes de él, comentan conocedores, había tratado de hacer lo mismo el ecologista estadounidense Douglas Tompkins.

En paralelo a su compra de terrenos, Hagemann ideó un proyecto hidroeléctrico -de US$ 400 millones- a través de la empresa Mediterráneo S.A, de la cual fueron accionistas personajes como José Cox, Ricardo Bachelet, Carl Weber y los socios de Belfi, Fernando y Enrique Elgueta. La central de pasada quedaría cercana al lugar y la línea de transmisión eléctrica pasaría por Pucheguín.

Crédito foto: Gerhard Hüdepohl - Atacamaphoto.com

En junio de 2008 el empresario (apoyado por el abogado Arturo Costabal) adquirió -por US$ 45 millones- los derechos de agua del río Manso, donde se instalaría la Central Mediterráneo. Ese monto representó un récord para la época.

En 2015 comenzó a construir un camino que atravesaba su fundo y conectaba el Puente Cheyre con el Paso el León, cercano a la frontera con Argentina. Esto alertó a comunidades y organizaciones vecinales que levantaron reclamos ante la autoridad ambiental, argumentando que se estaba pasando a llevar el lugar. Dos años después Hagemann presentó un EIA (según el documento se invertirían US$ 4,3 millones), el cual fue aprobado en 2020. Actualmente, la construcción está paralizada.

Y luego de una extensa trama con comunidades conservacionistas, la Corte Suprema declaró nula la resolución de calificación ambiental que autorizaba la construcción de dicha central hidroeléctrica. Con el proyecto Mediterráneo anulado, el terreno ya no cumplía el mismo valor. Por lo tanto, a finales de ese mismo año salió a la venta el terreno.

Hoy, parte de los mismos grupos que se opusieron con uñas y dientes al proyecto, están liderando la nueva etapa para Pucheguín. Habrá que esperar para conocer el final de esta historia.


Brady Robinson, director de Filantropía de Freyja Foundation: “Sentí que me habían confiado un secreto”

“Parte de cómo Freyja llegó a este proyecto está relacionado con mi historia. Llegué a Cochamó hace 20 años, pero tomé dimensión de lo que representaba Hacienda Puchegüín en 2017.

A principios de los 2000, yo dictaba un programa de educación outdoor en la Región de Los Lagos. El itinerario comprendía caminar por el Río Blanco hasta el volcán Cerro Tronador y cruzar hacia Argentina. Sabía que el Valle Cochamó estaba cerca por lo que era una lástima que mis alumnos se lo perdieran.

Así que un día fui a buscar una ruta por el Valle Cochamó hasta el Tronador. Fue inolvidable, caminatas por las montañas, al borde de precipicios, a través del río. Nunca había visto un lugar tan lindo, digno de protección estatal. Sentí que me habían confiado un secreto: un lugar de incomparable belleza que el ser humano aún no había arruinado.

En 2017 regresé al Valle Cochamó como asesor de Freyja. Por estar en contacto con escaladores y conservacionistas chilenos, estaba al tanto de que la zona estaba cada vez más amenazada. En esta visita no sólo tuve la oportunidad de escalar, junto a otro miembro de Freyja, por el Anfiteatro, un sector de imponentes paredones del estilo de los de Yosemite, sino también de presenciar una emergencia médica y la admirable respuesta de la comunidad local.

Noté también cómo la operación del valle había mejorado de forma orgánica, sin ningún apoyo del gobierno: había un equipo viviendo allí que se dedicaba a administrar los campamentos, a construir senderos, refugios y baños secos, y hasta a responder a emergencias.

Volví a Cochamó en 2022 cuando me uni formalmente al equipo de Freyja. En mi nuevo rol llamé a Rodrigo Condeza, miembro del consejo directivo de Puelo Patagonia, para ver qué estaba pasando en el valle. Me comentó que había una propiedad privada de 309 hectáreas, que estaba en peligro de ser subdividida en 79 lotes. En agosto de 2023, Freyja terminó comprando ese predio de 309 hectáreas para asegurar su protección permanente, empezamos a involucrarnos en la conservación de la región y nos propusimos inspirar a otros a sumarse”.

Crédito foto: Rodrigo Manns


El valor ecológico de Pucheguín


La Hacienda Pucheguín -conocida en Estados Unidos como el “Yosemite chileno”, en alusión al icónico parque norteamericano ubicado en California- cuenta con más de 58 mil hectáreas de bosque primario (en alarmante disminución en el mundo) incluyendo casi 18 mil hectáreas de alerces -la especie más longeva del planeta- que constituyen casi el 10% de la superficie de este tipo de árboles de Chile, así como 1.463 hectáreas de ciprés de la cordillera.

Éstos forman parte de la superficie de bosques templados de la Patagonia, la más grande de Sudamérica -y de los últimos que quedan en el planeta-, lo que la convierte en un verdadero refugio climático, siendo el segundo sumidero de carbono del continente después del Amazonas.

De importancia para el almacenamiento de carbono y como reservorio de agua dulce, la zona cuenta además con una extensa red hidrográfica que incluye 507 hectáreas de glaciares, 41 kilómetros de riberas de lagos y lagunas, 372 kilómetros de ribera de ríos, y 150 hectáreas de humedales y turberas (ver infografía de arriba).

Este ecosistema ofrece también condiciones perfectas para la reproducción de una amplia diversidad de flora, fauna y funga. Además de los alerces, habitan ahí otras especies endémicas y en peligro de extinción como el huemul, la vizcacha patagónica, la ranita de Darwin y el monito del monte, uno de los pocos marsupiales en Sudamérica.

Crédito foto: Claudio Almarza

Uno de sus principales atractivos es la escalada: “Es un lugar de clase mundial para la práctica de este deporte rodeado por uno de los ecosistemas más bellos del mundo. Conocido también en el mundo de la escalada como Yosemite de los 70s de
Sudamérica por sus grandes paredes de granito de alta calidad, al igual que en el Yosemite de EEUU. Y sobre todo por su naturaleza salvaje que aún mantiene el lugar, y es sobre esta base que se conformará el proyecto Puchegüín”, explica Macarena Sánchez, gerenta de medio ambiente de Patagonia Chile.

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