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Hermanos Del Curto disputan herencia de su padre, fundador de la frutícola

Hermanos Del Curto disputan herencia de su padre, fundador de la frutícola

Han pasado 40 años desde que el italiano David del Curto perdió la vida en un accidente aéreo en Viña del Mar. Hoy, después de múltiples capítulos, los tres herederos del fundador de una de las mayores exportadoras frutícolas de Chile se vuelven a ver las caras en la High Court of Justice de Inglaterra.

Por: Mateo Navas | Publicado: Sábado 2 de septiembre de 2023 a las 08:00
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Su nombre real era Davide, aunque en Chile siempre fue David. Vivió sólo 55 años, pero parecieron más: algunos dicen que participó como partisano contra el régimen de Mussolini en Italia, vivió brevemente en Argentina, emprendió en Chile, compró helicópteros y estrechó vínculos con altos políticos chilenos, empresarios -entre ellos el expresidente del BCI, Jorge Yarur Banna (1918-1991)- y artistas, como Julio Iglesias. Todo esto, además de hacer negocios con el expresidente de Cuba Fidel Castro. Construyó una fortuna en tiempo récord, casi quebró en 1981 y, según han contado algunos de sus hijos, dejó un importante legado en la industria agro gracias a su trato directo con trabajadores y clientes.

Así era el italiano David del Curto, alguien que, se ha dicho, murió en lo suyo: fue el 12 de marzo de 1983 piloteando su helicóptero que se estrelló en el mar, frente a la Caleta Abarca en Viña. No estaba solo: lo acompañaban dos ejecutivos de Air France y sus esposas. Atrás dejó un verdadero imperio frutícola: sólo el año anterior vendió US$ 47 millones, lo que representaba el 80% de las exportaciones chilenas. Por ese tiempo ya era una figura ampliamente conocida en el país gracias a sus apariciones en la Teletón, además de una serie de eventos sociales. Su acento era único: una mezcla entre italiano y argentino intercalado con modismos chilenos.

El imperio de Del Curto comenzó tímidamente en los años ‘50, en Europa. Llegó a Chile en abril de 1949 con conocimientos de agronomía, gracias a sus estudios interrumpidos por la crisis económica en la Italia de la posguerra. Antes, pasó un año en Argentina, gobernada por Juan Domingo Perón, donde trabajó en un restorán.

Ya en en este país, se encontró con su tío Antonio, que tenía un negocio de exportación de frutos secos. Fueron sus inicios en esta industria. A los 25 años se independizó y se especializó en la comercialización de miel, nueces, almendras, frijoles y lentejas. Fue padre joven: en 1952 tuvo a su primer hijo, Julián, con Edith Prieto.


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A partir de los años ‘60 comenzó con la exportación de fruta fresca, como uvas, manzanas, peras y melones. Bautizó este emprendimiento con su propio nombre: David del Curto. Se crearon áreas técnicas, con profesionales que se especializaban en el cultivo, preservación y embalaje. En 1964 nació Gloria, su segunda hija. En la década siguiente se concretó la expansión geográfica, con la apertura de centrales en San Felipe, Requinoa y Curicó. También desarrollaron la primera planta con cámaras de atmósfera controlada (Central Kalinka) y el primer túnel de pre frío para uvas. Sus exportaciones llegaban a Europa y Estados Unidos. Era un negocio redondo que sufrió los embates de la crisis económica de 1981 y 1982.

Dos años antes de morir nació Rita, su tercera y última hija. Su madre fue Alay Laventhal. Aproximadamente, en enero de 1983, David del Curto le contó a su hermana Sofía de la existencia de Rita, según explicó en una entrevista con Revista Capital en 2003. Le dijo que nació en EEUU y que Julián y Gloria no sabían de su existencia. Dos meses después, el empresario falleció.

Según documentos a los que accedió DF MAS, los trámites de herencia se iniciaron en Chile y en ellos participaron Julián, Gloria y su madre, Edith Prieto. Rita, de entonces 2 años y viviendo en EEUU, no fue beneficiaria.

Pero 20 años después, validó la paternidad biológica de David del Curto luego de someterse a un examen de ADN en Estados Unidos.

Sin embargo, Rita, que estudió Política Internacional en Georgetown y actualmente trabaja como directora de ventas de MTArt -una agencia de representación de artistas basada en Londres-, nunca accedió a la herencia de su padre. Justamente esto la motivó a empezar un proceso judicial para recibir una porción del patrimonio.

Y hoy, a 40 años de la muerte de David del Curto, la trama sigue activa y con una resolución que aún es un misterio.

Santiago-Milán-Londres

Según constan documentos en la justicia británica a los que accedió DF MAS, en 2003 Rita Alay Libera del Curto interpuso una demanda ante los tribunales de Santiago para intentar reabrir la sucesión chilena de su padre. La acción, sin embargo, fue desestimada. Dos años después, sucedió lo mismo en la Corte de Apelaciones de Santiago. Luego de eso, la pelea se trasladó a Italia, donde Rita sostuvo que tenía el derecho a recibir 2/9 de la herencia: el 30 de julio de 2008 presentó una demanda contra Julián y Gloria en el Tribunale di Sondrio, Italia, solicitando que se declarase que ella era hija y, por tanto, coheredera de David del Curto, y que se condenase a sus hermanos mayores a restituirle los bienes que le correspondían, más intereses y revalorizaciones.

Julián y Gloria se opusieron a la ofensiva de Rita basándose en una serie de razones: los tribunales carecían de competencia porque los activos que se estaban demandando estaban en Chile y porque los trámites de posesión efectiva también se iniciaron en dicho país. Además, estipularon que la petición de la demandante había prescrito y que -según resume un reciente documento de los tribunales británicos- ella no era hija de David del Curto.

Cinco años después, el Tribunale di Sondrio estipuló que la justicia italiana sí era competente. Y aunque Julián y Gloria acudieron al Tribunal de Apelación de Milán e incluso al Tribunal Supremo de Casación -máxima corte de apelación en Italia-, no tuvieron suerte. Eso abrió la cancha para lo que vino después.


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Respecto al patrimonio de David del Curto, los tribunales británicos establecen que “no está claro, pero que es común que al tiempo de su muerte, éste incluía: tres apartamentos y una casa en Sondrio, Italia; propiedades y acciones en empresas en Chile; y cuentas bancarias en Suiza y otras jurisdicciones”.

13 millones de euros

En una sentencia parcial de abril de 2019, luego de una extensa investigación interna del caso, el Tribunale di Sondrio espituló que la causa no estaba prescrita, que Rita era hija y coheredera del difunto, que Julián y Gloria no habían estado en posesión de buena fe y que habían incurrido en una “conducta procesal sumamente vejatoria”, además de haber formulado “objeciones espurias”, entre ellas, por ejemplo, “solicitar pruebas de ADN en las que luego se negaron a participar”. Con todos estos antecedentes, fueron condenados a pagar a su hermana menor una suma provisional de 17.002.414,70 euros, unos  US$ 18,4 millones.

Ese mismo año Julián (de 71 años y que ha vivido entre Inglaterra y Chile) apeló ante la Corte de Apelaciones de Milán y no tuvo suerte. Lo único que logró fue la revocación de la orden de pago de la suma provisional.

En ese contexto se obtuvo un informe de valoración del patrimonio de David del Curto, que llegó a US$ 72 millones (o 59 millones de euros). El 4 de febrero de 2022 el tribunal dictó sentencia. En ella, se lee que Julián y Gloria “no habían demostrado que poseyeran los bienes hereditarios de buena fe” y que eran “perfectamente conscientes de que tenían una hermana y negaron consciente y obstinadamente su existencia para no compartir los bienes recibidos a la muerte de su padre; habiendo disfrutado de los bienes hereditarios. (Julián y Gloria) deben dar cuenta de ellos y pagar el producto”.

En febrero de 2022 fueron condenados a pagar 13.133.129,77 euros más otros 50.000 euros en relación con sus actuaciones “altamente vejatorias” y de mala fe en el procedimiento, más costos por un total de 140.684,12 euros. Como Julián no pagó, Rita, apoyada por el abogado Seth Cumming -del estudio Joseph Hage Aaronson LLP-, acudió a los tribunales de Reino Unido, donde ambos viven. La orden de registro se dictó el 22 de diciembre de 2022 y se notificó al hijo mayor el 31 de enero de 2023 y a Gloria el 7 de febrero de 2023.

Sólo el primero de los afectados solicitó la anulación del proceso, apoyado por su abogado Richard Dew. Pero el pasado 18 de agosto, luego de una audiencia el 24 de julio, el juez David Cook se negó a anular dicha orden, dando paso a inscribir la sentencia italiana en suelo británico.

A pesar del revés en la justicia italiana y británica, Julián del Curto apeló la sentencia ante la Corte Appello Milano, según estipula el juez Cook.

A más de cuatro décadas de la muerte del fundador de la mega frutícola chilena, su legado económico todavía es un misterio.


“Mis medios hermanos me han rechazado”

“No obstante los exámenes de ADN, no obstante la sentencia dictada reconociéndome como hija legítima de David del Curto, y no obstante la nacionalidad italiana otorgada en calidad de ser hija de nuestro padre, ciudadano italiano, mis medios hermanos me han rechazado y no quieren aceptarme como hermana, como hija de nuestro padre. Ni siquiera han intentado comunicarse conmigo tras la muerte de la madre de ellos (Edith Prieto, en 2000). Incluso han intentado prohibir mi derecho de recordarlo públicamente con misas y anuncios necrológicos. Sin embargo, me siento afortunada de crecer con el cariño, amor y apoyo de mi familia y mis tíos italianos”, escribió Rita en un libro de memorias del empresario, publicado en 2017 y gestionado por Mario Gutiérrez Madariaga, ex gerente comercial de la frutícola.

“Entre los juicios y tentativas de recuperar lo que me corresponde legalmente, me recibí de la Universidad de Georgetown (de la Facultad de Relaciones Exteriores) e hice una maestría en Derechos Humanos y Democratización en el Centro Interuniversitario Europeo para los Derechos Humanos y la Democratización en Venecia, Italia. Siguiendo los pasos de mi tía Sofía, trabajé unos años en la ONU y en la Unión Europea defendiendo los derechos humanos en países subdesarrollados, defendiendo a los indefensos y dando la lucha por las causas perdidas”, complementó la tercera hija de Del Curto.

Y concluye: “Creo que mi padre habría sido feliz si yo hubiera trabajado en David del Curto. Qué pena que con la caída de su helicóptero, se estrellaron tantos sueños futuros”.


La década de Teresa Solari en la empresa

Durante gran parte de su vida David del Curto tuvo el 100% de la empresa frutícola. Pero dos años antes del accidente, Manuel Sánchez y Lothar Meier, dos ex altos ejecutivos de la compañía que se habían independizado a finales de los años ‘80, entraron como socio minoritarios. Luego, en 1985, ampliaron su participación. En cuestión de pocos años, los herederos del empresario italiano fueron perdiendo control en la firma. En paralelo, la empresa siguió creciendo: construyeron centrales frutícolas en Copiapó, Coquimbo, Paine, Fátima y Retiro, y abrieron nuevos mercados.


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Rita del Curto, la hija más interesada en el negocio familiar, nunca pudo ser parte activa del negocio por los cambios societarios que existieron posterior a la muerte de David del Curto.

En 2005 Corso, el brazo de negocios de Teresa Solari y su familia, ingresó como accionista con un tímido 1,8% de la propiedad. Tres años después ampliaron su participación a 51,8% y en 2011 a 93%. Fueron los dueños por una década: en enero de 2021, según anunció DF MAS, Hancock Natural Resource Group (HNRG), una empresa del gigante Manulife Investment Management, les compró la frutícola.

A poco más de dos años de aquello, el panorama interno se proyecta positivo. En un principio tuvieron que lidiar con leves restricciones en exportaciones por la pandemia, pero ahora, que la mayoría de los países bajaron sus barreras, el negocio “va por buen camino”, explican conocedores.

A inicios de año Nicolás Troncoso, subgerente comercial de David del Curto, viajó a Corea, Japón y China, uno de sus principales mercados, para reunirse con clientes y revisar en primera persona la presencia de la fruta en dichas geografías.

Este 2023 les toca celebrar los 70 años de la firma, que tiene más de 200 trabajadores y en temporada alta su dotación aumenta a 1.500.

El actual directorio está presidido por Bill Peressini y compuesto por Oliver Williams, Richard Bodio y Juan Pablo Casas. Recientemente han existido cambios de ejecutivos. Por ejemplo, a principios de año se cambió al gerente de recursos humanos, Asher Robbins. Además, Victor Rojas, ex gerente de operaciones, dejó el puesto a mitad de año.

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