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Las otras apuestas de Consorcio en el mundo startup
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Fue Patricio Parodi, gerente general y socio de Consorcio, quien hace dos años empujó la idea de crear un área de venture capital con el objetivo de entrar en el mundo de la innovación e invertir, principalmente, en startups.
Así lo explica él: “Lo hicimos porque Chile está lleno de buenos emprendedores a los que apoyar. Porque como Consorcio queremos aprender de estos emprendedores y contagiarnos de sus ideas y empuje. Porque Consorcio quería aportar recursos y apoyar buenas ideas y buenos proyectos.
Lo hicimos porque Chile tiene un gran mercado de capitales que con recursos ha aportado a que se construyan carreteras, centrales de energías renovables, sanitización de aguas servidas, bosques, ¿por qué no en ideas buenas, con gente joven, con tecnologías de vanguardia, que generen empleos del siglo XXI y no del pasado?”
En el programa de Corporate Venture Capitals de Consorcio ya van cuatro inversiones en el portafolio: Pago Fácil (Chile), ElegirSeguro (Argentina), PolicyMe (Canadá) y Rocketbot.
La primera del cuarteto esta semana hizo noticia: la estadounidense Evo Payments, proveedor líder a nivel mundial de integraciones y soluciones de tecnología de pago, anunció la compra de Pago Fácil.
Dice Parodi que los sorprendió “para bien en todo sentido”. Conocedores de la operación cuentan que el deal multiplicó por 7 la operación.
Si bien Consorcio Venture Capitals no participó de manera directa en la venta, sí fue un acierto para ellos haber invertido en ellos.
¿Cómo partió todo esto?
Tras el empujón de Parodi, los ejecutivos de Consorcio -empresa dedicada a los servicios financieros y el mayor grupo asegurador del mercado chileno, con presencia en Seguros, Banco, Previsión y Ahorro- tomaron la posta.
A cargo del programa quedó Tomás Zabala y eligieron a Miami como centro de operaciones: desde ahí, y en conjunto con HCS Capital, buscan de manera activa startups prometedoras dentro de la región.
“Creíamos que había un valor estratégico importante. Creemos que esto va a ser un buen negocio, pero además creemos que estratégicamente invertir en startups nos va a ayudar a estar metidos en la curva de la innovación de una forma diferente”, afirma Zavala.
En la firma de inversiones emplazada en El Bosque -ligada a las familias Garcés, Hurtado Vicuña y Fernández León- definieron que destinarían 20 millones de dólares entre el 2019 y el 2023, con un máximo de 5 millones de dólares para cada oportunidad.
La primera ficha la pusieron en 2019.
“Lo hicimos en una fintech. No solamente la primera de la compañía, sino que la primera desde una compañía chilena tradicional hacia una fintech”, relata Zabala.
Se trata de Pago Fácil, fundada por Cristián Tala, una plataforma que ayuda a que medianas empresas puedan hacer el proceso de pago de manera más sencilla. Tal como promete su nombre. Siendo pioneros en el área de inversiones en startup, esta primera apuesta fue de US$ 500.000, equivalente entonces a unos $ 350 millones de pesos.
La venta que se anunció esta semana -y en la que fueron asesorados por el socio de Barros y Errázuriz, Sergio Eguiguren, quien trabaja con el holding en esta área-, es para Consorcio su primer gran éxito desde que se lanzaron con este plan en 2019.
Tomás Zavala -cuyo cargo oficial es gerente corporativo de desarrollo de Consorcio- afirma: “Esto ratifica que es una buena idea. Acá son negocios que, o crecen mucho y les va muy bien, o desaparecen.
Con un solo exit (venta) no puedo sacar conclusiones tan profundas, pero se reafirma lo que estamos haciendo, es una señal de que vamos en el camino correcto. Como equipo nos da aún más convicción de seguir haciendo lo que estamos haciendo”.
Después de Pago Fácil vinieron Elegir Seguro (corredora de seguros para pymes de Latam) y Policy Me (compañía canadiense que partió vendiendo seguros de vida 100% online). Pero el 2020 puso todo en pausa, relata Zabala: “Los emprendedores estaban asustados. Los inversionistas estaban asustados. El mercado en un momento se secó fuerte”. Hasta que a finales de ese año las cosas comenzaron a volver a la normalidad y retomar su rumbo.
La última ficha, Rocketbot
Un domingo de 2019 por la noche Rafael Fuentes, cofundador de Rocketbot, recibió una llamada: le decían que lo contactaban de Google. “La primera reacción para nosotros fue: “de qué cárcel me están llamando”, y les corté”, cuenta.
Pero Google volvió a llamar para ofrecerles una reunión, el director venía a Latinoamérica y se quería juntar con ellos. Este fue, para Rafael Fuentes y David Cuello, el primer indicio de que estaban bien encaminados. Pero no todo fue color de rosa.
Al cabo de unos meses Google decidió cerrar el proyecto que proponía desarrollar un robot con inteligencia artificial que permitiera generar publicidad y poner anuncios de manera gratuita. “Nos quedamos sin plata y sin proyecto”, cuenta Rafael.
Consorcio conocía a esta plataforma -que permite desarrollar robots de automatización de procesos para bancos, pymes, empresas de salud, educación entre otros- pues les habían hecho unos bots.
Para conseguir su apoyo, enviaron un mail directamente a Tomás Zavala. Y le causaron una buena impresión: como empresa consideran que la automatización de procesos tiene un gran futuro en las compañías.
Había otro aspecto que hacía de esta firma, una especial: era chilena.
La gran parte de la competencia es de habla inglesa. “Acá te relacionas con alguien que habla y entiende tu idioma, tus problemas locales. Y te puede ayudar a solucionarlos”, afirma Rafael Fuentes.
Y Consorcio se convenció: este mes lograron levantar una inversión en Ronda Pre Series A por US$ 2,1 millones y cerraron una inversión de US$ 1,5 millones por parte de ese holding.
“Estamos convencidos de que apoyar a emprendedores excepcionales y compañías innovadoras nos permite entregar a nuestros clientes un mejor servicio, en una industria que se desarrolla a pasos agigantados y donde la digitalización es cada vez más relevante”, explica Zabala.
El 70% del financiamiento irá a una expansión hacia Estados Unidos, Europa y Brasil. El 30% restante se invertirá en mejorar la herramienta para así lograr que ésta sea más atractiva.
Herrera habla de su objetivo de manera clara: lograr posicionarse en los mercados de RPA más grandes del mundo.
“Nuestro sueño, es que esto sea casi como una plataforma más en el computador. Como una planilla Excel. Que cuando alguien piense: “Quiero automatizar algo”, diga “ok, tengo una aplicación que se llama Rocketbot”, señalan de la plataforma.
Por su parte, a dos años de la creación del venture, Zabala reflexiona sobre cómo debe ser la colaboración entre empresas grandes y chicas:
“Esta colaboración puede ser un win-win. No lo veo como que las empresas chicas van a llegar a irrumpir y a comerse a las más grandes, o que las más grandes van a aplastar a las más chicas. Creo que hay un espacio importante para que hagamos cosas de beneficio mutuos y que podamos trabajar bien como socios”.