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Los escuderos de Álvaro Saieh en medio de su profunda crisis financiera
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Álvaro Saieh lleva casi dos meses fuera de Chile. Está en Nueva York, específicamente en el Upper East Side, donde tiene un departamento que adquirió en 2007. Pero, según altas fuentes cercanas al empresario, ya prepara un viaje relámpago a Chile. Se estima que llegaría este martes a Santiago.
Algunas versiones dicen que durante su estadía en el país aprovecharía de reunirse con algunos de sus acreedores que reclaman millonarios impagos y cuestionables manejos como parte de bonos y créditos otorgados a sus principales sociedades, de las cuales caen sus inversiones en firmas como el banco Itaú Corpbanca, Vivo Corp y SMU, matriz de los supermercados Unimarc.
No obstante, otras fuentes ligadas a los mismos acreedores dicen que es difícil que Saieh se junte con ellos y que su viaje sería para sellar la venta de otra de sus propiedades, específicamente en el balneario de Santo Domingo. Insisten, por lo demás (y con mucho enojo), que ya no hay mucho que hablar pues todo está en manos de la justicia estadounidense luego que CorpGroup Banking (CGB) y otras sociedades del empresario se acogieran al Capítulo 11 de la legislación de quiebra de ese país. Ahí busca renegociar casi US$ 1.800 millones y, en una primera audiencia del proceso, se anunció que hay US$ 100 millones disponibles para proporcionar una recuperación a los acreedores.
El gerente de CGB, Cristóbal Cerda, y el fiscal de la sociedad, Andrés Winter, han sido hasta ahora las caras visibles del conglomerado. Hoy -dice un amigo de Saieh- son pocos los que lo siguen acompañando incondicionalmente. Otros se han alejado. Incluso, quienes eran considerados cercanos al empresario, como los directivos y ejecutivos de Consorcio, lo demandaron. Mientras, la familia se ha mantenido en absoluta reserva.
Jorge Selume.
Sus cercanos dicen que Álvaro Saieh escucha a dos empresarios chilenos, quienes, dicen las mismas fuentes, se han transformado en verdaderos escuderos y confidentes: Jorge Selume Zaror y Alberto Muchnick Mlynarz. “Han sido los únicos que lo han apoyado incondicionalmente en toda esta situación que vive Álvaro”, dice un abogado cercano al clan, que cuenta con la asesoría legal en Chile de Carey & Cía.
En su currículum, Selume figura como economista, académico, investigador y empresario chileno. Fue director de Presupuestos a mediados de los años ‘80.
También de origen árabe, estudió en el Colegio Alemán de Santiago y luego ingeniería comercial con mención en economía en la Universidad de Chile, lugar donde conoció a Saieh. Ambos tienen posgrados de la Universidad de Chicago.
“Álvaro se entiende bien con mucha gente. Lo que pasa es que él es una persona muy autoexigente, y para muchos eso es sinónimo de odioso. Pero no. En la medida que las cosas sean francas, directas y abiertas, con Álvaro nunca vas a tener problemas”, dijo Selume sobre su amigo en una entrevista con la revista Capital en 2007.
Ambos fueron parte del grupo conocido como Las Diez Mezquitas, que en los años ‘80 compró al intervenido Banco Osorno; lo revitalizaron y luego, en 1996, lo vendieron al Banco Santander Chile en US$ 495 millones, la que fuera la mayor operación de la historia del sistema financiero chileno hasta entonces.
Tras ello, miembros del grupo, entre los que se encontraban, una vez más, Saieh y Selume, iniciaron negociaciones para adquirir a la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) el Banco Concepción, que por esos años se encontraba en una delicada situación financiera. De esa operación surgiría más tarde CorpBanca.
En este mismo periodo apareció Alberto Muchnick, que fue uno de los principales gestores del financiamiento de Las Diez Mezquitas. El empresario es dueño de la firma de corretaje de valores CGIS Securities LLC, cuya casa matriz está en Miami.
Pero la relación entre Saieh, Selume y Muchnick traspasó el mundo de los negocios: las familias han organizado varios viajes a mundiales de fútbol. “Son muy cercanos y se apoyan en todo”, dice un cercano a este círculo de empresarios.
¿Tanto, que apoyarán con recursos a Saieh para pagar sus deudas? “Eso lo desconozco”, dice la misma fuente consultada.
Alberto Muchnick.
Fuera del círculo más íntimo de Saieh está Pilar Dañobeitía, en quien el empresario confía ciegamente. Tanto, que la designó como presidenta de SMU, la sociedad matriz de los supermercados Unimarc que controla con poco más del 50%, y que es considerada actualmente como “la joya de la corona” del grupo Saieh.
En abril pasado, fue elegida como miembro del consejo general de la Sofofa con la primera mayoría femenina, y la décima a nivel general.
El grupo Saieh, hasta ahora, tiene tres frentes abiertos. El primero es el que enfrenta CorpGroup Banking tras acogerse al Capítulo 11 de la legislación de quiebra de Estados Unidos.
Esta sociedad es dueña del 26,2% de las acciones de Itaú Corpbanca y debe unos US$ 840 millones a Itaú Unibanco, controlador del banco en Chile, y otros US$ 500 millones a tenedores de bonos. No es todo, pues, a través de otra filial de CBG (Financial Chile Dos), adeuda US$ 417 millones a Itaú, monto que cuenta con una garantía accionaria otorgada por sus filiales de su participación en Itaú Corpbanca Colombia S.A.
En Vivo Corp, sociedad liderada por el clan Saieh que maneja una serie de activos inmobiliarios y hoteles, bonistas analizan acudir a la justicia civil e incluso penal.
En este caso, aún está abierta la opción de que Saieh venda la empresa.
Entre Patio y Vivo Corp las relaciones pasan por un buen momento, dice un conocedor. Aunque el memorándum de entendimiento se acabó en noviembre del año pasado, las puertas siguen abiertas. En el mercado no descartan que, si se abre una buena oportunidad, a un buen precio, y con la venia de todos los acreedores y sin disputas judiciales pendientes, la firma de los Jalaff analice un deal.
Eso sí, de los dineros pagados por Patio a Vivo solo quedarían pendientes unos $ 2.900 millones por los outlets de Peñuelas y Temuco. Eso sería, dicen las fuentes, solo un tema administrativo que falta por saldar y girar ese dinero a favor de la firma de Saieh.
En la tarea de buscar interesados por los activos que le quedan a Vivo (cuatro centros comerciales, 16 stripcenters y 32 stand alone) ha estado desde abril Credicorp Capital. El banco de inversión de origen peruano ha estado sondeando principalmente con operadores de centros comerciales regionales, así como con fondos de inversión privados chilenos y extranjeros, la valorización de activos que podrían venderse. Incluso habló con un banco de inversión para que hiciera llegar a un fondo soberano una invitación a analizar los activos.
Una contraparte dice que está difícil que aparezca un real interesado, por dos motivos: el problema severo del grupo Saieh en su conjunto y que en Vivo en cualquier momento podría judicializarse en la arista penal o civil después del 30 de agosto, que es cuando termina el periodo de conversaciones con los bonistas; pero también porque en medio de una pandemia es difícil ponerles un valor justo a activos inmobiliarios de renta.
Pilar Dañobeitía.
Por el lado de SMU, indican fuentes conocedoras, la situación de SAMS también se complica. A través de esa sociedad controla el 23,3% de SMU, y estuvo con problemas de pagos de algunos de sus compromisos financieros, lo que derivó en una demanda de liquidación de sus acreedores que hasta hoy se mantiene vigente. Lo que aún está en duda es si el restante 27,28% que tiene en SMU y que controla a través de otras seis sociedades está al día en sus deudas.
Aunque la misma familia le ha dicho a interesados que no quiere vender la supermercadista, sí está sobre la mesa la opción de vender pequeños paquetes accionarios y así generar liquidez para cumplir con algunas de sus deudas.
Algunos en el mercado miraron a Southern Cross como un candidato natural para quedarse con un porcentaje de las acciones de Saieh, si es que se pusieran en venta. Pero el fondo de inversión que participa en SMU a través de su fondo Latin America Private Equity Fund III, y que controla, indirectamente, el 10,17% de la propiedad de la firma, no estaría interesado en aumentar su participación, porque además el fondo III ya está cerrado y esperando hacer la salida. A la inversa, si alguien pone un buen precio por el 10% de Southern Cross sí haría sentido.
Con todo, las deudas del grupo Saieh superan ampliamente sus activos (muchos de los cuales ya tienen una garantía), por lo que será difícil lograr una salida sin que el clan pierda parte importante de sus negocios.
No obstante, según varios altos directivos chilenos, su departamento en Manhattan vale varios millones de dólares más que los que pagó hace más de una década, que fueron US$ 26 millones a Lee Anz Lehman, miembro de la familia fundadora de Lehman Brothers, cuya quiebra ha sido la mayor de Estados Unidos.
La corredora de propiedades Corcoran está vendiendo el departamento del quinto piso del mismo edificio de Saieh (él está en el noveno) en US$ 55 millones. Saieh, dicen en su entorno, por ahora no vendería su propiedad con vista al Central Park. Aunque cada día se escribe un nuevo capítulo en esta trama.