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Quiénes son los dueños de la Clínica que pone en aprietos a la alcaldesa Irací Hassler
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Necesitaban vender. La clínica estaba en desuso, el estallido social y la pandemia los habían hecho empeorar su situación financiera, y seguían con un flanco legal abierto luego de que su abogado los estafara y se llevara dinero.
Era 2021 y los directores de Sociedad Médica y Maternidad Sierra Bella, Aníbal Mandiola, Frans Fuentes, y Jorge Tapia aceptaban la oferta de la sociedad San Valentino, del empresario Felipe Sánchez.
El valor de $ 2.080.156.220 era bajo, lo sabían; en tiempos normales una clínica es mucho más cara, pero Sierra Bella estaba apurada y negoció contra reloj.
En enero de 2022 se firmó la promesa de compraventa, en abril se efectuó el pago -que incluyó levantar una hipoteca del Banco Internacional- y a fines del año pasado, luego de varias rectificaciones por interpretaciones de los deslindes, la propiedad se logró inscribir en el Conservador de Bienes Raíces de Santiago.
Semanas después la propiedad sería adquirida por la Municipalidad de Santiago para instalar una clínica municipal. De ahí en adelante todo se enredó: una denuncia del representante de otro edificio que había sido negociado por el municipio -publicado por DFMAS- provocó un terremoto en la casa edilicia, que tiene abierta una investigación en la Fiscalía y a la espera de que Contraloría revise todos los antecedentes. El caso escaló directamente a Irací Hassler, la alcaldesa.
Congelar negociaciones
En esta historia hay otras fechas clave. Por el lado de la transacción, fue Felipe Sánchez de la sociedad San Valentino quien se acercó a los dueños de Sierra Bella interesado en comprar la clínica, ubicada en el número 1181 de la calle Sierra Bella.
En el mercado médico se sabía que estaban con problemas legales y que necesitaban hacer caja. Ese primer acercamiento fue en septiembre de 2019, según la defensa de Sánchez. Luego, por razones obvias se congelaron las conversaciones: estallido social y pandemia echaron por tierra dicho acuerdo.
Pero las tratativas se reactivaron a mediados de 2021 y llegaron al precio final. Existe además un documento reservado, firmado a fines de 2022 entre Sierra Bella y San Valentino, donde los dueños originales del edificio renuncian a cualquier medida judicial por lesión. Es decir, no pueden demandar a San Valentino por lo bajo del precio. Según la defensa de esta sociedad, representada por el abogado Felipe Rojas, no existen cláusulas privadas que entregen un premio a Sierra Bella por el mayor valor obtenido en una venta posterior.
Esa es una de las principales dudas de los opositores a esta transacción: quieren que Sierra Bella gane algo con el alto precio que San Valentino le vendió a la Municipalidad, en $ 8.200 millones.
“No existe ninguna relación contractual entre Sierra Bella y San Valentino. Ya se pagó la transacción, se firmó una renuncia a demandas posteriores y está todo cerrado”, dice Rojas.
Requerido el abogado Carlos Gajardo, abogado de Sierra Bella en la causa judicial que tiene contra LarrainVial y su ex abogado, para hablar con su cliente sobre los detalles de este negocio, solo emitió la siguiente declaración por escrito: “Como estudio de abogados, nuestros representados nos han pedido que analicemos los antecedentes y por supuesto de ser requeridos por la Fiscalía aportaremos la información que se nos solicite”.
Ya con la propiedad en sus manos, según la versión de San Valentino y de la municipalidad, fueron funcionarios de un servicio de salud de la comuna quienes se acercaron a ellos para ver si se podía comprar la clínica, proceso que habría llevado adelante la administración de Hassler.
San Valentino le dijo que podían conversar, pero que había otros interesados. El municipio pidió exclusividad para negociar, y por eso la compra se apuró.
Pero aquí surgen dudas. Hay tres tasaciones pedidas por la municipalidad a expertos. Todas ellas fueron hechas en un muy corto tiempo y lo más curioso es que llegan casi al mismo resultado. Mylena Cárcamo dijo que la propiedad valía $ 8.207 millones; Patricio Gajardo lo tasó en $ 8.257 millones y María José Sepúlveda, $ 8.304 millones.
Un tasador que presta servicios para la Corte de Apelaciones y que pide reservar su identidad, dice que los profesionales contratados por la municipalidad son conocidos en el mundo legal, pero que los valores a los que llegaron son demasiado similares.
De hecho, si se compara con propiedades que se han comercializado en cercanías a Sierra Bella, los valores por metro cuadrado son 30% inferiores.
El Ministerio Público citaría a declarar a los tasadores para conocer su versión.
Sin embargo, lo que compró la Municipalidad no fue solo el terreno, sino que la clínica que ya estaba en estado de ser restaurada y usada en corto tiempo. El precio final que acordó la Municipalidad de $ 8.200 millones quedó desglosado así: 75 mil UF por el terreno ($ 2.646 millones a la UF de enero), 150 mil UF ($ 5.293 millones) por la construcción y 7 mil UF ($ 247 millones) por obras complementarias que debían hacerse en tres meses.
La alcaldesa Hassler ha recalcado que no hay irregularidades en las tasaciones y que los peritos son expertos e idóneos. Mismo argumento que entrega San Valentino, quien incluso sumó un cuarto tasador experto en valorizar establecimientos de salud, el que arrojó un valor cercano a los $ 8.600 millones.
El Señor Sánchez
Detrás de toda esta venta está el abogado Felipe Andrés Sánchez Pérez, un empresario del mundo de la salud que entre sus negocios tiene a la Clínica Los Domínicos, ubicada en Hernando de Magallanes, en Las Condes, que se presenta así en su página web: “Somos un centro médico quirúrgico multidisciplinario enfocados en la prestación del servicio de gestión, administración e infraestructura de pabellones para médicos que deseen realizar intervenciones quirúrgicas, misión para la cual la clínica ha decidido basarse en el proceso de acreditación del Ministerio de Salud de Chile”.
Esta clínica, que también se conoce como Chile Clinic, ha sido fuertemente cuestionada por cirugías mal realizadas, y fallecimientos durante procedimientos clínicos estéticos. Incluso el año pasado fue clausurada por la Seremi de Salud por el fallecimiento de una paciente mientras se hacía una abdominoplastía y un grupo de afectadas los tiene demandados.
El abogado de Sánchez ha insistido en que ese negocio no tiene nada que ver con la compra en el centro de Santiago. “No hay establecimiento médico que no haya estado involucrado en una negligencia médica. Es cierto que hay algunas acciones penales interpuestas en su contra. El Ministerio Público no ha efectuado una investigación dada la falta de antecedentes”, dijo ante los medios el abogado Rojas la semana pasada.
La historia con la salud de Sánchez, abogado de profesión, parte por su madre, Sonia Pérez Ahumada, que creó la Chile Clinic, de la Sociedad Laboratorio Medictest y la Sociedad Quirúrgica Inmobiliaria. Sánchez era su representante legal. Sería esa misma clínica la que ha ido cambiando de nombre, pero siempre con denuncias de afectados por malas prácticas médicas.
Sánchez, además, fue pareja de la animadora Carolina Mestrovic y también de Maite Orsini, antes de que se convirtiera en diputada del Frente Amplio. Con ambas hay registro en redes sociales de eventos a los que asistió con ellas. Incluso, en un capítulo del programa La Divina Comida, Sánchez aparece en cámara y demuestra su amor por Mestrovic. Su relación concluyó en 2019.
Una de sus últimas actividades comerciales fue el 11 de julio de 2022 cuando constituyó la sociedad por acciones Girls LAB junto a Francis Antoine David Torres y Raúl David Torres, que se dedica a la venta de equipamiento de gimnasios e instalación de ellos. Ya habría instalado un gimnasio en Viña del Mar y vendrían más en camino.
DF MAS pidió una entrevista con Sánchez, pero su asesor comunicacional y su abogado declinaron.
El negocio en el centro de Santiago va a funcionar, creen en el entorno de Sánchez, porque está todo en regla, dicen. Incluso, si el negocio llegara a caerse porque la Contraloría no lo permite, podría iniciar una nueva batalla legal con la Municipalidad porque la promesa de compraventa ya está firmada y pactada en un pago de tres cuotas.
Eso sí, habría otros interesados por el inmueble, y siempre está la posibilidad de que el mismo Sánchez opere el recinto.