Punto de partida
Periodista senior de TechCrunch: “Hay una energía en Latam que es contagiosa”
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Xepelin, Houm, Fintual, Migrante, Kredito, Algramo, NotCo, Cornershop y Compara Online son algunas de las startups chilenas cuyas historias han sido dadas a conocer en TechCrunch, el medio digital especializado en venture capital y empresas tecnológicas.
Fue fundado en 2005 por el emprendedor estadounidense Michael Arrington y en 2010 lo compró la empresa de servicios de internet estadounidense, AOL, en US$ 25 millones. Ha seguido cambiando de manos, el 2015 la compañía de teléfono móvil Verizon adquirió AOL por US$ 4.400 millones y al mismo tiempo pagó US$ 4.830 por Yahoo. Sin embargo, el 2021 Verizon se deshizo de ambas por US$ 5.000 millones.
Fue fundado en 2005 por el emprendedor estadounidense Michael Arrington y en 2010 lo compró la empresa de servicios de internet estadounidense, AOL, en US$ 25 millones. Ha seguido cambiando de manos, el 2015 la compañía de teléfono móvil Verizon adquirió AOL por US$ 4.400 millones y al mismo tiempo pagó US$ 4.830 por Yahoo. Sin embargo, el 2021 Verizon se deshizo de ambas por US$ 5.000 millones.
Trabajan ahí más de 45 periodistas y desde el 2015 el editor jefe es Matthew Panzarino, quién, según dice su perfil, “se ha hecho un nombre en el mundo de los medios de comunicación tecnológicos como escritor y editor cubriendo Apple, Disney, la robótica y la moda”.
Este medio es el referente de la industria startup. Algunos fundadores nacionales aseguran que cuando tienen una noticia importante se la entregan en exclusiva a ellos -y esperan aparecer ahí antes que en un medio local-, porque saben que los actores más relevantes del ecosistema lo revisan a diario.
Gracias a la fama que se han hecho, todos los años organizan el evento TechCrunch Disrupt. La entrada online tiene un valor de US$ 55, y el pase para los inversionistas llega a los US$ 895. En este escenario ha habido emprendedores como Elon Musk, Jack Dorsey y Mark Zuckerberg, mucho antes de ser conocidos.
Gracias a la fama que se han hecho, todos los años organizan el evento TechCrunch Disrupt. La entrada online tiene un valor de US$ 55, y el pase para los inversionistas llega a los US$ 895. En este escenario ha habido emprendedores como Elon Musk, Jack Dorsey y Mark Zuckerberg, mucho antes de ser conocidos.
En aquella instancia las startups presentan sus ideas y se genera un ambiente de networking e intros con posibles inversionistas. Este año, por primera vez están seleccionando un grupo de fundadores para que hagan sus pitch en persona en San Francisco entre el 18 y el 20 de octubre. Se seleccionarán 200 firmas y dentro de ellas se elegirán 20 para recibir mentoría y formación adicional y exponer en el escenario de Disrupt como empresa finalista de Startup Battlefield. El ganador recibe US$ 100 mil.
Cuando se trata de rondas de capital, no cubriremos si una startup se niega a compartir cuánto ha recaudado o quiénes son sus inversionistas. Recibimos demasiados lanzamientos sólidos como para centrarnos en cualquier empresa que no esté dispuesta a ser transparente sobre los aspectos básicos.
Mary Ann Azevedo es reportera senior de TechCrunch y especialista en fintechs. Al escribirle un mail -lo mismo sucede con sus colegas-, la respuesta automática es: “Tenga en cuenta que si presenta una noticia que está embargada durante uno o dos días a partir de la fecha de su correo electrónico original, es poco probable que pueda cubrirla (a menos que sea un golpe noticioso). Cuanto antes se avise, mejor”.
El marketing y el lenguaje bonito
-¿Cómo trabaja TechCrunch para contar historias de tecnología? ¿Cuál es su metodología?
-Tenemos un equipo de docenas de reporteros repartidos por todo el mundo, desde Estados Unidos hasta China, pasando por la India, África y el Reino Unido. Muchos de nosotros tenemos temas y focos en los que nos centramos. Por ejemplo, el mío es fintech. Otros son más generalistas. Nuestro objetivo es cubrir lo que nuestro público quiere saber, o leer, y hacerlo de la forma más interesante e informativa posible.
-Normalmente las startups le escriben para contar su historia, ¿cuáles son sus filtros o señales de alarma?
-El financiamiento suele ser una de las formas de llamar nuestra atención, pero desde luego no la única. Sin embargo, cuando se trata de rondas de capital, no cubriremos si una startup se niega a compartir cuánto ha recaudado o quiénes son sus inversionistas. Recibimos demasiados lanzamientos sólidos como para centrarnos en cualquier empresa que no esté dispuesta a ser transparente sobre los aspectos básicos.
-¿Cuáles son sus herramientas para fundamentar las noticias, darse cuenta de lo que es realmente importante y lo que es una exageración por parte del entrevistado?
-Hemos aprendido a filtrar la jerga de marketing y el lenguaje bonito. Hacemos preguntas difíciles sobre los ingresos y la rentabilidad y no publicamos las partes menos significativas, jactanciosas o promocionales de la entrevista. Intentamos no basarnos en citas enlatadas en un comunicado de prensa y en su lugar obtenemos las nuestras.
-¿Qué pretende representar TechCrunch en el ecosistema?
-Queremos ser el lugar de referencia para las startups y las noticias tecnológicas en general. No solo queremos informar sobre las noticias, sino proporcionar un contexto y un análisis reflexivo en torno a ellas.
La energía contagiosa de Latam
-¿Ha visto un mayor interés de los lectores por los temas relacionados con el emprendimiento en América Latina?
-Sí, sin duda. América Latina tiene un ecosistema de startups robusto y creciente y creo que seguiremos viendo más noticias procedentes de la región. Hay una cierta pasión y energía que es específica de la región, y es contagiosa.
Algunos fundadores nacionales aseguran que cuando tienen una noticia importante se la entregan en exclusiva a ellos.
-¿Quién es el fundador que le ha llamado la atención en todas sus entrevistas?
-Es una pregunta difícil, ya que he entrevistado a muchos a lo largo de los años. Me gusta la humildad que muestra el cofundador de Ramp, Eric Glyman. No es arrogante a pesar de dirigir una empresa de US$ 8.000 millones, y eso es genial.
-Escribe sobre fintechs. Desde la creación de PayPal, quizá una de las primeras de este sector, ¿cómo ha visto el crecimiento de este vertical?
-Ha crecido mucho. La pandemia del Covid-19 sin duda aceleró e impulsó la adopción de la tecnología financiera a medida que más gente buscaba pagar las cosas digitalmente, ya sea en persona (sin contacto) o en línea.
-¿Cree que la posible recesión y la desaceleración económica frenarán la aparición de nuevas fintechs exitosas?
-Posiblemente. Pero las que tengan una propuesta de valor sólida no se verán frenadas.
-De las startups chilenas que se han publicado, ¿hay alguna que encuentre que destaque?
-Hemos escrito sobre algunas como Buk, Xepelin y Houm.
-¿Qué piensas de ellas?
-Como dije, en general siento cierta pasión sobre Chile y LatAm en cuanto a emprendimiento. Las startups latinoamericanas tienen que trabajar más para conseguir capital y para crecer, por lo que tienden a ser más eficientes en cuanto a sus recursos.