Punto de partida
Quién es Catalina Ramírez, la nueva jefa de Fintual
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En la entrada del Palacio Droguett que ocupan en Providencia, solo hay un cartel que dice “Fintual” y que tiene escrito el número de un celular al que hay que llamar para que abran la puerta. Al entrar, sin recepcionistas ni hall de espera, un grupo de jóvenes que va saliendo a almorzar responde: “La Cata está arriba. Sube la escalera y a la izquierda la encuentras”.
Sigo las instrucciones y encuentro a Catalina Ramírez Lastrico, la desde este miércoles nueva gerenta general de Fintual AGF en Chile. “Hola, yo soy la Cata”, se presenta, y luego hace un recorrido de las oficinas, que incluyen una especie de gradería para sentarse en eventos y un lugar lleno de plantas donde llega el sol a través de un techo de vidrio. De fondo se ve la parroquia Santos Ángeles Custodios. Después, Ramírez ocupará su espacio de trabajo: una mesa redonda, con dos sillas, al lado de un ventanal gigante que mira hacia avenida Providencia. Encima está su notebook, y unos audífonos gigantes. Eso es todo.
A sus 37 años, la ingeniera civil industrial de la Universidad Católica cuenta que fue en su antiguo trabajo donde conoció a Fintual. Corría 2016, Ramírez era ejecutiva del área digital de Principal Financial Group en Chile y los fundadores de la fintech, Pedro Pineda, Agustín Feuerhake, Andrés Marinkovic y Omar Larré, empezaron a ofrecer los fondos de aquella firma en su incipiente plataforma de inversiones enfocada en un público joven. La contraparte de los cuatro era Catalina.
“El mismo 2016 me hice clienta de Fintual. Era súper interesante la propuesta que tenían, y eran partner potenciales en ese momento. Me produjo mucha curiosidad este nuevo modelo dentro de la industria”, cuenta.
Luego, Fintual siguió el camino propio, abrió sus propios fondos y Catalina siguió en Principal aplicando un profundo plan de transformación digital. Ayudó a la creación de un laboratorio digital y desarrollos de software.
La mezcla de finanzas y tecnología fue algo que a Ramírez siempre le llamó la atención. “Tenía 23 años cuando postulé a Principal, y ahí empecé a enamorarme del concepto del ahorro y la inversión. Además siempre me iba yendo al lado de la tecnología y cómo resolvía el producto y las complejidades propias que tiene”, cuenta.
Pasó por el área de clientes y luego se fue al back office. Le gusta mucho entender cómo funciona el producto de punta a punta e ir automatizando procesos y metiéndole tecnología al back office, lo que hace que el cliente tenga una mejor experiencia, permite bajar las comisiones y costos en general.
“En una empresa grande todo tiene un ritmo un tanto más lento que en una fintech, que nace desde la tecnología. Pero creo que sí está el foco en la industria en ir metiendo más tecnología y en transformarse digitalmente”, dice. Claro, Fintual, es otra cosa, porque nacieron así.
Fue durante conversaciones el año pasado que los fundadores la convencieron de venirse a la fintech. En septiembre arribó como gerenta de operaciones, y esta semana la oficializaron como gerenta general.
La tortuga gigante
Catalina Ramírez, fanática de las películas de Wes Anderson y de bandas como The National y los Pixies, vivió junto a sus padres y sus cuatro hermanos entre los 2 y los 5 años en Sudáfrica. Además, reconoce que le encanta viajar y la naturaleza. De sus periplos más recordados, dice, está uno que hizo en agosto de 2013 a las Islas Galápagos, antes de tener a sus dos hijos.
Se quedó 10 días allá y lo único que quiere es volver. Como le gusta mucho el buceo, estuvo casi siete días bajo el agua. Por arriba de ella pasaban tiburones martillo, nadó con lobos de mar, con mantarrayas.
Un día, haciendo un recorrido sola en bicicleta, se encontró con una tortuga gigante de 800 kilos cruzando la calle. Mientras se bajaba de la bici para sacarle una foto, la tortuga se fue a comer su bicicleta. “¡Al final estaba arrancando de la tortuga, que me quería morder los cables de los frenos!”, recuerda entre risas.
Otra de sus anécdotas es que le encanta arreglar cosas. Hace unos años, por internet se contactó con una persona que se iba a España y vendía una combi destartalada completamente. Se la trajo en grúa desde El Monte, porque el motor estaba desmontado en el asiento del copiloto. Lleva muchos años arreglándola, tuvo que comprar un motor nuevo, pintarla. Hoy ya se mueve. “¡Es una joyita!”, dice Ramírez. Tiene refrigerador y aunque quiere hacer un viaje en familia pronto, todavía le faltan algunos ajustes, como conseguir que tenga calefacción.
Los US$ 1.000 millones
A diferencia de su combi, en Fintual no hay mucho que arreglar o transformar, dice. “El corazón es la tecnología, el producto es barato, la comunicación es directa. Son puras cosas que es hacia donde tiene que ir acercándose la industria. El desafío es seguir con el crecimiento, manteniendo las comisiones y la calidad del producto. Y ahora nos estamos expandiendo con la apertura en México".
Aunque su atención no estará 100% en Chile, sí será su foco principal. “México es siete veces el tamaño del mercado chileno. Estamos poniendo hartas fichas también allá”, apunta.
Dentro de sus metas está llegar a los US$ 1.000 millones bajo administración de aquí a fines de año. Ya administran US$ 487 millones de 54.500 clientes.
En agosto del año pasado, con el primer retiro del 10% empezaron a crecer exponencialmente. Solo ese mes, la plata bajo administración aumentó 46%. “Poder aguantar esa subida depende de tu producto, qué tan automatizados estamos. El retiro del 10% hizo hablar mucho de plata, de pensar en su futuro, y creo que es súper importante. Es bueno pensar cómo vamos a organizarnos cuando ya no trabajemos, o en qué minuto vale la pena guardar, y en qué minuto gastar”, dice la ejecutiva.
“Los fundadores van a tomar un rol un poco más transversal, más global. Y en esa reestructuración nacen los nuevos roles como el mío, que vamos a ayudar a reorganizarnos en este crecimiento”, explica.
Dentro de esos cambios está también que Andres Marinkovic, uno de los fundadores y a quien Ramírez reemplazó como gerente general de la AGF en Chile, queda como gerente de tecnología del grupo.
“No tenemos un organigrama tan marcado en Fintual, es súper horizontal. Todos tomamos distintos roles, pero no hay uno abajo ni uno arriba de otro”, cuenta.
Al terminar la entrevista e ir a la salida, Catalina busca un botón para abrir, pero no lo encuentra. Esa puerta que da a la calle se opera, cómo no, desde un programa que tienen instalado en el celular cada uno de los que trabajan en Fintual.