Punto de partida
De las finanzas a la artesanía: la nueva apuesta de un ex Larrainvial
-
Cuéntale a tus contactos
-
Recomiéndalo en tu red profesional
-
Cuéntale a todos
-
Cuéntale a tus amigos
-
envíalo por email
Son las 3 de la tarde de un miércoles de agosto. Manuel Labra (43), a quien hace un mes se le veía sentado en su escritorio del clásico edificio de El Bosque 0177 de LarrainVial, vestido de chaqueta, corbata y rodeado de banqueros, ahora camina entre los pasillos del patio exterior de una tienda en Vitacura donde hay canastos de mimbre, tablas de madera nativa, vasos de cobre, entre otras artesanías.
Toma un macetero de greda y cuenta que el año pasado, durante la pandemia, se replanteó su futuro. Junto a su mujer, la diseñadora Constanza Correa, y sus cuatro hijos, se instaló seis meses a teletrabajar un tiempo del 2020 en una parcela de la V Región, y fue ahí donde tomó la decisión.
“Siempre quise emprender. Sentí que llegó el minuto de hacerlo”, relata Labra, ingeniero comercial de la UC. En diciembre lo conversó con su jefe, el gerente general de LarrainVial -donde trabajó 14 años-, Juan Luis Correa, y con el presidente ejecutivo, Fernando Larraín. “Fue muy inesperado, y claro, al principio es difícil de entender el cambio porque me voy a algo poco conocido y muy chico aún. Más de alguno me debe haber encontrado loco, pero me apoyaron”.
Armó un plan de salida que consistió en dejar su sucesor listo -Andrew Daer- y el 31 de mayo dejó su puesto de gerente de Innovación Comercial y Marketing en LarrainVial. De todas formas, sigue vinculado: continuará colaborando como asesor, y, su cuñado, Manuel Bulnes, es socio de la firma.
“Siempre quise emprender. Sentí que llegó el minuto de hacerlo”.
Paso 1: el blog de datos
Este no es el primer emprendimiento de Manuel Labra. Tras salir de la UC, junto a dos amigos, tuvieron la representación de una bebida energética. Al poco tiempo optó por hacer carrera en empresas, pero la inquietud por armar algo propio no se fue nunca. Entró al área Lanpass de Latam, de ahí mutó a marketing de Lan.com, y después a Wines of Chile, donde veía la promoción del vino chileno en el mundo y abrir mercados en Europa.
Hasta que, cuando cumplió 29, entró a LarrainVial, al área de distribución de fondos internacionales para clientes institucionales, con foco en Perú y Colombia. “Entré porque estaban buscando alguien que no viniera del mundo financiero y que tuviera experiencia en mercados internacionales”, relata. Ahí, entre otros asuntos, trabajó en la primera colocación de BlackStone en Chile.
Hasta que a los 2009, a sus 31, partió a estudiar un MBA a la Universidad de Berkeley, California y renunció. Pero a la vuelta, en 2011, conversó con Fernando Larraín, le contó que estaba interesado en temas de innovación, y lo invitó a sumarse nuevamente al equipo, ahora en esa nueva área de la empresa, a la que al poco tiempo se sumaron además; marketing, comunicaciones, plataformas digitales, inteligencia de negocios (datos para tomar decisiones) y proyectos sociales, que luego pasó a ser la Fundación LarrainVial. En eso estuvo sus últimos 10 años.
“Lo que pasa es que el proyecto es mucho más que las tiendas”, aclara Manuel Labra
En ese tiempo, y mientras Labra avanzaba en su carrera, en 2014, su mujer inició un emprendimiento relacionado al diseño: lo llamó Creado en Chile, espacio que partió siendo un blog de datos con reseñas de artistas locales. “Se puso la meta de sumar un creador al día. Y cuando llegó al número 500 y 50 mil seguidores en redes sociales, empezamos a conversar que esto tenía buenas posibilidades de rentabilizarse, además de ser un espacio para el patrimonio creativo nacional”, recuerda.
Y añade: “Vimos además que muchos de los datos que ella publicaba, eran finalmente aprovechados por otros, como revistas de decoración, por ejemplo”. “Yo siempre le vi mucho potencial a Creado en Chile, tenía un valor social, de rescatar lo chileno, muy potente. Y nadie más lo estaba haciendo”, asegura.
Su expertise en números los empujó a ver la oportunidad de un negocio y en 2016 reclutaron a Francisco Claro (33), ingeniero civil, quien también venía del mundo financiero (de finanzas corporativas de Econsult). Él se hizo cargo de la formalización de la empresa, de meterle tecnología y hacer de Creado en Chile, un marketplace online que estrenaron en 2017.
Manuel Labra, Constanza Correa y Fernando Claro.
Paso 2: El nuevo socio
El negocio anduvo bien desde el día 1, cuenta Labra: abrieron la primera tienda en Casas Lo Matta (hoy no está operativa), a la que al poco tiempo se sumaron otras en el Piso Diseño del Parque Arauco, en Patio Bellavista (que cerraron tras el estallido social) y la última, en 2019, en una antigua casa que remodelaron en la calle Luis Carrera (Vitacura).
Estos años han crecido participando en ferias y celebraciones para fiestas patrias, entre otros eventos. De a poco le fueron integrando categorías: ropa, zapatos, editoriales, algunos productos gourmet y belleza personal. Todas las semanas suman tres marcas (deben estar formalizadas y tener escala), a la fecha suman 400 (se les cobra una comisión fija por ventas) y el año pasado durante la pandemia tuvieron récord de ventas: sumando el espacio online y tiendas físicas, alcanzaron US$ 1 millón.
“Esto crecía y crecía, y también me empecé a replantear qué quería hacer para adelante. No quería llegar a los 50 y haberme arrepentido de nunca haberlo hecho. Estaba súper bien en LV y no me atrevía a dar el salto”, reconoce.
Hasta ahora. Le planteó a sus actuales socios su plan, analizaron las ventajas y desventajas de que marido y mujer trabajaran juntos, y armaron un esquema para mantener cierta independencia: Manuel entró full time y Constanza, a cargo del diseño, de la selección de creadores, supervisa las tiendas y gestiona diversas visitas en terreno.
“Vamos combinando: hay días que yo me quedo en la casa, y otros, ella”, cuenta. El cambio ha significado “apretar el cinturón” y tomar riesgos, porque ya no tiene las comodidades ni sueldo de su antigua empresa. Pero está convencido de que le irá bien. “Vengo a escalar la empresa”, adelanta. Eso significa, dice, multiplicar por 10 las ventas y llegar a los US$ 10 millones al año.
Paso 3: Escalar el negocio
“Lo que pasa es que el proyecto es mucho más que las tiendas”, aclara Manuel Labra. El plan contempla la internacionalización de Creado en Chile y para ello hay dos alternativas: hacer “réplicas” de la marca en Latinoamérica (Creado en Perú, en México, etc) y consolidarlo con un marketplace regional donde se puedan comprar, en todos los países, productos de las diversas localidades: el mantel de Perú, la artesanía de México, etc. Para ello ya está pensando y registrando diversas marcas.
La segunda idea, es abrir operaciones en EEUU y/o en Europa; ambos mercados, dice, valoran este tipo de productos. Para ello, podrían llegar a alianzas comerciales con retailers y cadenas especializadas, vender en Amazon, “Ser nosotros los que lleven a estas marcas chilenas al mundo”, plantea. Postularon al programa Go Global de ProChile (que da herramientas, mentorías y conexiones para abrir mercados internacionales), que les permitiría entrar a Miami. El resultado de aquella postulación la sabrán a fin de año.
Donde ya quedaron seleccionados es en el Scale del Bci (en que también colabora Endeavor) y que les permitió entrar a Chile Global Ventures, que es el Fondo de Venture Capital de Fundación Chile, y ellos están haciendoles un programa de aceleración que dura seis meses y que les asigna dos mentores que hacen de directores, con quienes se reúnen mensualmente para darle foco al plan de crecimiento y analizar la posibilidad de un aumento de capital.
“Es un escenario posible que estamos analizando. Así como la entrada de un nuevo socio, que llegue con recursos para permitirnos concretar todo este proyecto de expansión”, dice Manuel Labra. El propósito de Creado en Chile, concluye, es impulsar el patrimonio creativo local: “Eso implica darle a todas estas marcas espacio para ferias, e-commerce, logística, inteligencia de negocios, tiendas físicas. Y ahora, es el momento de la internacionalización”.