Cultura
Creatividad en terreno, un motor de descentralización
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Empezó a gestarse a fines de 2020. Pero acaba de concretarse la creación de la Red Nacional de Territorios Creativos (RNTC), un espacio que tiene como objetivo principal situar la cultura y la economía creativa al centro del desarrollo local, para aportar a la agenda de sostenibilidad de Chile.
A la cabeza de esta red está el sociólogo José Feuereisen, quien también lideró la nominación de Frutillar como Ciudad Creativa de la Unesco y preside la organización Frutillar, Ciudad Creativa. Él explica que el objetivo de la RNTC es consolidar ecosistemas en torno a las artes, la cultura y la economía creativa, que tengan una agenda orientada al desarrollo local, entendidos desde los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
“Se trata de movilizar estrategias para poner en valor y levantar una agenda que promueva el desarrollo de la cultura y las industrias creativas como una alternativa viable de desarrollo local desde cada territorio”, explica.
“Se trata de movilizar estrategias para poner en valor y levantar una agenda que promueva el desarrollo de la cultura y las industrias creativas como una alternativa viable de desarrollo local desde cada territorio”, explica.
La Red Nacional de Territorios Creativos está conformada por 20 instituciones de ocho regiones de Chile, cada una de ellas con distinto impacto en su territorio: Arica y Parinacota, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins, Ñuble, BioBío, Los Ríos y Los Lagos. Todos estos organismos, algunos privados y otros públicos, forman una red que, como explica Feuereisen, “comparte el interés y la preocupación por promover el desarrollo local sostenible a través de las industrias creativas y las organizaciones que promueven la cultura, las artes y el patrimonio”.
¿Por qué es tan necesario trabajar en la descentralización de esta industria? Según el Estudio de caracterización de empresas MIPE Creativas en Chile, publicado por Corfo (2022), en Chile se identifican poco más de 45 mil empresas creativas activas. La mayor concentración de ellas se encuentra en la Región Metropolitana (55,9%), donde se concentran el 93% de las ventas relacionadas a la economía creativa.
En el prólogo del reporte hecho por la plataforma de Economía Creativa del Ministerio de las Culturas y las Artes en 2021 (Reporte del proceso del Laboratorio de Territorios Creativos 2021), la Secretaria Ejecutiva de Economía Creativa del Ministerio, Carolina Pereira Castro, explica que si bien en Chile se cuenta con un amplio paisaje cultural, el desarrollo del ecosistema creativo es todavía incipiente.
“La excesiva centralización ha implicado que las acciones públicas no cuenten, muchas veces, con pertinencia territorial que refleje la diversidad y creatividad que existe a lo largo y ancho de Chile. Comprender los territorios como espacios vivos, que generan comunidad, que promueven integración, irradian creatividad y colaboran con la economía de sus habitantes, es un anhelo que esperamos este documento colabore en relevar”, escribe.
Origen y misión
El trabajo partió en Frutillar, a partir de la nominación de Unesco como Ciudad Creativa de la Música. “Desde acá pensamos que la cultura es, evidentemente, territorial y se puede generar una agenda de trabajo en torno a ésta y la economía creativa, buscando beneficios tangibles para todo el territorio”, explica José.
“En territorios como estos se percibe una gran cantidad de proyectos creativos y distintas iniciativas que los hacen atractivos para vivir y trabajar, y necesitamos avanzar en políticas públicas que sostengan el esfuerzo que programas como el nuestro hacen en los territorios en pos del desarrollo local”, agrega.
Desde esa necesidad se pusieron en contacto con los otros territorios que hoy son socios de la red y también, desde un inicio, se sumaron como colaboradores Chile Creativo, de Corfo, Unesco y la Secretaría de Economía Creativa del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
Gracias al financiamiento del Fondart, el proyecto de la RNTC es desarrollar un programa piloto -que se realizará entre agosto y noviembre en las comunas de Peñalolén y Valdivia- para ver cómo los distintos territorios pueden decidir en qué ODS quieren impactar, a través de la cultura y las economías creativas que ahí se realizan.
“De los ocho territorios que participan, no en todos existe un ecosistema creativo, sino que existen agencias u oficinas o gremios creativos. Queremos convocar y luego construir en conjunto una agenda de desarrollo territorial. Esto permite priorizar ciertos objetivos para profundizar impacto, en base a información de las oportunidades que tiene cada territorio en particular”, explica José.
“De los ocho territorios que participan, no en todos existe un ecosistema creativo, sino que existen agencias u oficinas o gremios creativos. Queremos convocar y luego construir en conjunto una agenda de desarrollo territorial. Esto permite priorizar ciertos objetivos para profundizar impacto, en base a información de las oportunidades que tiene cada territorio en particular”, explica José.
“La economía creativa es un vehículo de desarrollo colectivo a través de ecosistemas vivos que generan oportunidades sostenibles”, cuenta Feuereisen.
“Este es un motor para la economía local, lo que es evidente en territorios como Valparaíso. Las culturas también son un móvil que permite encontrar lenguajes alternativos que impactan en distintas áreas, como la educación. También están los distritos creativos, que son modelos asociativos a nivel más barrial que impulsan el desarrollo desde los vínculos. Se tejen redes entre organismos muy diversos. Esto lo podemos ver en Barrios como Franklin, Bellavista o Yungay, en la Región Metropolitana. Todo eso tiene un montón de beneficios positivos, como el mejoramiento de espacios públicos y la apertura de los mismos a la ciudadanía, por mencionar algunos”.
“Este es un motor para la economía local, lo que es evidente en territorios como Valparaíso. Las culturas también son un móvil que permite encontrar lenguajes alternativos que impactan en distintas áreas, como la educación. También están los distritos creativos, que son modelos asociativos a nivel más barrial que impulsan el desarrollo desde los vínculos. Se tejen redes entre organismos muy diversos. Esto lo podemos ver en Barrios como Franklin, Bellavista o Yungay, en la Región Metropolitana. Todo eso tiene un montón de beneficios positivos, como el mejoramiento de espacios públicos y la apertura de los mismos a la ciudadanía, por mencionar algunos”.
Para el presidente de la Red Nacional de Territorios Creativos (@territorioscreativos) el mayor desafío es que los ecosistemas tengan una agenda de impacto que permita posicionar a las culturas, las artes y la economía creativa como un motor real de desarrollo local.
“Se trata de transmitir cómo se vive el patrimonio cultural y natural en distintos espacios, y cómo se conecta la cultura y la economía creativa con el turismo u otras oportunidades productivas, como la gastronomía. Es evidente que la cultura es un capítulo en los planes comunales, pero hoy es el agregado del plato y el desafío de la RNTC es que sea el plato principal”.
“Se trata de transmitir cómo se vive el patrimonio cultural y natural en distintos espacios, y cómo se conecta la cultura y la economía creativa con el turismo u otras oportunidades productivas, como la gastronomía. Es evidente que la cultura es un capítulo en los planes comunales, pero hoy es el agregado del plato y el desafío de la RNTC es que sea el plato principal”.