Cultura
El nuevo futuro de los cowork
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“Nuestra industria fue muy golpeada. Especialmente para operadores de espacios más pequeños”, dice Antonio García Esquivel, socio fundador de Co-Work Latam, que hoy tiene más de 30 sedes en Latinoamérica.
“Para nuestra suerte, al contar con muchas sedes teníamos más diversificada la cartera de clientes”. Co-Work Latam tiene varios modelos dentro de sus espacios: algunos son utilizados por empresas más grandes, en un servicio que llaman Office as a Service, y otras son usadas por empresas más chicas. Estas últimas son las que vieron más reducida su ocupación durante los meses más críticos.
Fernanda Pardo es la fundadora de La Compañía, una cafetería y cowork “de barrio” en Providencia. Después de rescatar una casona construida en 1933 que estaba completamente abandonada, Fernanda armó este espacio, pensado para recibir a trabajadores freelance y emprendedores.
Pero justo antes de abrir, cuando estaban casi listos, llegó la pandemia. “Tuvimos que sostener el arriendo y un poco el sueño de continuar con este cowork. Tratamos de reinventar el negocio durante este periodo, pero finalmente definimos que o seguíamos cuando todo pasara o vendíamos la casa para recuperar nuestra inversión. Y decidimos continuar”, cuenta.
Se han ido adaptando al ver las necesidades de sus usuarios; hoy ofrecen distintos planes que van desde un pase por medio día, hasta el arriendo de salas para reuniones.
Otro lugar que ha marcado pauta en el mundo de los cowork es CasaCo, que nació el 2015 con el objetivo de reunir y apoyar a empresas que generen un impacto positivo en lo social o en sus industrias.
Por ahí han pasado compañías que, como ellos mismos dicen, “están aportando en el país”: Karün, Lab4U, Socialab, Sistema B y Solarity, entre muchas otras. Bernardita Pascual, Gerente General de CasaCo, cuenta que lograron enfrentar la pandemia gracias al apoyo de los mismos emprendedores que habitaban sus espacios.
“Eso nos ayudó a continuar en una primera etapa y ajustarnos a las nuevas exigencias que venían. Lo vimos también como una oportunidad para “salir de los metros cuadrados” que nos absorben en el día a día y dar a conocer todo el conocimiento y las experiencias que se generan internamente, además de desarrollar comunidades virtuales captando las emociones que se construyen a través de éstas”, cuenta.
Flexibilidad clave
Un tema que se repite en todas las escalas, desde los cowork más pequeños hasta los que forman parte de una cadena, es la importancia de la flexibilidad. “Yo creo que el negocio es un continuo reinventarse, a medida que los días pasan uno se va dando cuenta cuáles son las reales necesidades y demandas de los clientes, lo que te obliga a estar en constante movimiento e ir innovando con distintas ideas”, dice Fernanda Pardo, de la Compañía.
Claro que la flexibilidad no se refiere solo a la posibilidad de reinventarse, sino también a la demanda de las mismas empresas que contratan los servicios de oficinas de manera externa. “Hemos observado que muchas empresas están optando por modelos híbridos”, cuenta Antonio García, de Co-Work Latam.
“Eso significa que han tenido que dejar sus oficinas y reemplazarlas por espacios más pequeños y con contratos más flexibles, con la posibilidad de aumentar o disminuir rápidamente la cantidad de puestos de trabajo. Esa flexibilidad fue parte fundamental de la propuesta de Co-Work Latam incluso antes de la pandemia. Con la situación actual esa propuesta es aún más valorada que antes”, concluye.
En CasaCo también han logrado ajustarse a este nuevo modelo menos rígido. “Nos adaptamos con nuevos planes y además generamos instancias para fortalecer el concepto de la CasaCo como un lugar de encuentro para los equipos ya sea para reuniones, eventos o simplemente para los que quieran volver a encontrarse y compartir con otras personas”, cuenta Bernardita.
Más allá de los beneficios administrativos que pueden tener los cowork, como el evitar contratos a largo plazo y ajustar los espacios de trabajo según las necesidades del momento, hay otro gran beneficio que es más intangible, pero en el que todos concuerdan: la importancia de la colaboración.
“Seguimos creyendo firmemente que en la interacción con otras empresas aumenta el conocimiento colectivo, la posibilidad de estar alerta a las nuevas oportunidades que van surgiendo y se generan redes”, dice Bernardita Pascual, de CasaCo. “Creemos que la colaboración y el encuentro provocan grandes beneficios tanto para las personas como para las empresas”.
Para Fernanda Pardo, lograr este espacio de encuentro es también una de sus ambiciones. “Dentro de nuestros proyectos, queremos abrir conversaciones, posibilidades, un espacio creativo donde pasen cosas que aporten a una comunidad”.
Finalmente, Antonio García lo resume así: “El coworking te permite exponerte a la vida. El encierro durante la pandemia y el home office generan una condición muy negativa para la creatividad y la productividad, que es la falta de serendipity. La vida está llena de eventos fortuitos que generan cosas positivas, y si uno está encerrado esas situaciones no son posibles".
Y agrega: "En los cowork se generan amistades, colaboración entre empresas. En el trayecto de tu casa a la oficina se te ocurren cosas, contemplas el día, interactúas con personas. El coworking ofrece lo mejor de los dos mundos. Libertad, flexibilidad, concentración, separación de la vida personal de la laboral y aumenta las posibilidades de que estés en el lugar y en el momento correcto”.