Después de hacer ropa, tener una tienda, una marca y trabajar en el retail, la artista Piedad Aguilar decidió partir a Londres a estudiar moda, pero desde la teoría. Ahí, en la Goldsmiths University, llegó al mundo de las alfombras.

“Me metí desde la técnica hasta lo teórico, en el mundo del lenguaje, lo que los textiles significan y cómo la técnica también comunica”, cuenta Piedad, quien a su regreso a Chile creó la marca de alfombras A Whole New World. Con este interés creciente, empezó a investigar sobre el arte textil en nuestro país.

En 2019, junto a la artista Fernanda Eluchans y con el apoyo de la Municipalidad de Providencia y la UNAB, armaron la exposición Lenguas Vivas en la galería del Parque de las Esculturas, que reunió a 15 artistas chilenos.

“En Chile había una gran deuda expositiva en torno al textil. Lenguas Vivas fue un éxito. Fueron tres mil personas en la mitad del invierno, tuvimos visitas guiadas, mediación con la municipalidad, la universidad hizo una residencia con los alumnos”, cuenta Piedad, quien ya pensaba en la posibilidad de organizar una bienal para visibilizar esta disciplina.

Pero llegó la pandemia. La idea de la bienal quedó en pausa, pero nació un nuevo proyecto: las llamaron desde el área de Memoria y Feminismo del Museo de la Memoria, a cargo de Pamela Ipinza, para formar parte del proyecto Las palabras no: una convocatoria abierta a mujeres a nivel nacional para reflexionar en torno a un texto de Julieta Kirkwood, precursora del feminismo en Chile. La idea era que, a raíz de esa reflexión, cada mujer bordara una palabra y la mandara al museo por carta. Llegaron 250 sobres. “Fue altamente emocionante.

Venían con cartas que explicaban la reflexión, mostrando la necesidad que había de hacer comunidad, de hacerlo en torno al textil. La pandemia igual dio un auge a lo manual, al volver al hacer”, reflexiona Piedad.

Con todas estas experiencias como antecedente, en el verano de 2022 Piedad decidió retomar la idea de hacer una bienal de arte textil en Chile. Al proyecto se sumó el curador Matías Allende, la artista Fernanda Eluchans, Florencia Rodríguez como productora, Sofía Aldea en las comunicaciones, Carolina Urzúa en la mediación y Mariano Sánchez como asistente curatorial. Una de las primeras tareas fue plantear las bases de lo que querían hacer. “Tuvimos que definir qué era para nosotros arte textil, qué es lo que queríamos mostrar.

Porque en el fondo el textil abunda en todas partes, desde una cortina de baño, hasta la moda, la decoración y el diseño. Entonces trazamos el límite definiendo que el arte textil era simbólico y no utilitario, usando todas las técnicas posibles”, cuenta Piedad.

Después de más de un año de trabajo, la Bienal de Arte Textil (BAT) se celebrará entre el 30 de septiembre y el 19 de noviembre en tres sedes en Santiago: en el MAVI UC, en el CEINA y en el Centro Cultural La Moneda.

Piedad Aguilar_Directora BAT

“Queremos reivindicar el arte textil como uno de los pilares del arte contemporáneo y ser su mayor exponente en Chile y Latinoamérica”, dice Piedad Aguilar, directora de BAT, quien también reconoce que desde un inicio plantearon este encuentro como algo cercano, que todo el mundo pueda entender, “sin palabras rimbombantes”. 

Esta primera versión contará con 25 artistas nacionales e internacionales, que formarán parte de la sección principal, titulada Fiesta de la Primavera, que se podrá ver en el MAVI UC y en el CEINA. En esta sección estarán artistas como Cecilia Vicuña, con una obra que no muestra desde 1995; los telares de Paulina Brugnoli, una de las artistas, académicas e investigadoras más importantes de Chile, quien se ha enfocado en los textiles precolombinos andinos; los bordados sobre jeans del artista italiano Ettore Favini y las sorprendentes obras del artista brasileño Ernesto Neto, entre muchos otros.

Además, el 12 de septiembre se inauguró la muestra que también forma parte de la BAT, Hay olvidos que queman y memorias que engrandecen, en la Galería de Diseño del Centro Cultural La Moneda. Este espacio reúne 27 arpilleras: 18 que son parte de la colección del Museo de la Solidaridad Salvador Allende, creadas entre 1976 y 1980, y nueve obras contemporáneas realizadas entre 1997 y 2023 en los talleres artísticos de la Casa de la Mujer Huamachuco II de Renca.

A pesar del éxito en la convocatoria de los artistas, levantar financiamiento para su realización no fue fácil. “Descubrimos que lamentablemente el textil era muy poco relevante dentro del interés de las instituciones privadas y públicas. Hicimos todo con un presupuesto muy precario: estamos haciendo la bienal literalmente con un 10% de lo que era el presupuesto inicial”, cuenta la directora, quien tiene esperanza para una próxima versión. 

“Estamos muy seguros de que a raíz de todo esto, el 2025 las instituciones y las empresas sí se van a dar cuenta de lo relevante que es -señala-. Estamos armando un circuito nuevo. Lentamente nos hemos ido dando cuenta de la necesidad, de las ganas, de cómo la gente lo quiere ver. Ha sido muy bonito darse cuenta de que estamos haciendo las cosas bien, que estamos haciendo algo trascendente”.

 

Foto: Bruno Savelli