Con más de 140 años de historia, a estas alturas la Viña Santa Rita es mucho más que una viña.

Fue declarada Monumento Histórico en 1972 y además de sus viñedos tiene el hotel boutique Casa Real, construido por el arquitecto alemán Teodoro Burchard; una capilla de estilo neogótica contigua al hotel; el restorán Doña Paula, que fue la casa de Paula Jaraquemada y donde refugió a 120 patriotas para la batalla de Cancha Rayada; el parque de 40 hectáreas diseñado por el paisajista francés Guillermo Renner y el Museo Andino, que fue inaugurado el 2006 y que cuenta con una colección de más de 3 mil piezas arqueológicas y etnográficas de pueblos precolombinos que habitaron en nuestro territorio junto a expresiones del mestizaje de culturas de América y Chile.

Gracias a todo esto, la semana pasada la viña fue nombrada como la mejor experiencia enoturística de Chile, en la primera versión de los Premios Enoturismo Chile, concurso que organiza Enoturismo Chile de Corfo con el patrocinio de la Subsecretaría de Turismo y Sernatur, y que busca reconocer a las mejores experiencias del sector con un alto impacto positivo en los territorios donde se desarrollan.

“Es una noticia maravillosa y un gran honor”, expresó Baltazar Sánchez, Presidente del Directorio de Viña Santa Rita, tras la premiación. “Hace más de 10 años nos comprometimos a abrir este patrimonio a todo Chile y el mundo con una experiencia enoturística que reflejase toda su historia. Hemos trabajado muy duro y hoy nos reconocen lo realizado en los últimos años, no solo por el vino, sino por la combinación con la experiencia de un patrimonio preservado con su hotel, su parque, sus bodegas antiguas y un museo que invita a todos los chilenos a ser parte de esta historia”.

La convocatoria a los premios se lanzó a fines de mayo y contó con 136 participantes de todo Chile. Estos fueron evaluados por un jurado regional que seleccionó a tres semifinalistas por región y luego, en una votación abierta al público que superó los 46 mil votos, se eligieron los 12 finalistas regionales en las distintas categorías.

Los ganadores fueron elegidos por un jurado nacional, que además de reconocer a la Mejor Experiencia Enoturística, destacó a la Viña Mujeres Itata de la Región de Ñuble como Mejor Viña Emergente.

“Este concurso es parte de nuestro compromiso con las viñas y con el enoturismo en Chile”, explicó Alicia Ortiz, gerente de Enoturismo Chile. “Buscamos impulsar la oferta, recuperando los niveles de visitas previos a la pandemia de 1.100.000 turistas al año en el corto plazo, y lograr aumentar este número de turistas a unos 2 millones de visitas al 2027. Nuestra apuesta es visibilizar la oferta existente y generar una mayor demanda del mercado interno”.

Para Elena Carretero, Gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Viña Santa Rita, este reconocimiento no es solo para la viña, sino también celebra la tradición vitivinícola de Chile.

“Hoy Chile es el cuarto exportador de vino en el mundo, es un actor súper relevante en la industria vitivinícola y tenemos que lograr que todos los chilenos sientan ese orgullo, lo conozcan. Este es un premio que debe motivar a todos para generar una difusión de lo que tienen que se base en lo local, que parta con sus propias comunidades y desde ahí se proyecte hacia el resto del mundo. Hoy, la mejor manera de difundir nuestro vino chileno es a través de experiencias enoturísticas, porque ahí no solo vives el vino, sino respiras toda la experiencia”.

En el desarrollo de la viña, Elena destaca los últimos 40 años, donde se hizo un gran proceso de restauración de todo el patrimonio que, como ella misma explica, “no lo he visto en ninguna otra parte”. Y en los últimos 10 años empezaron a trabajar fuertemente en la difusión de todo este patrimonio, teniendo siempre presente la innovación. “Hay que entender que la historia y la innovación no son dos conceptos que estén reñidos el uno con el otro. Hay que mostrar el patrimonio de una manera innovadora”, dice.

¿Dos ejemplos? Implementaron un pedal bar, que es un carrito donde todos pedalean junto a un guía, y van parando en distintas estaciones para hacer degustación. Y el Wine Maker Experience, donde los visitantes pueden jugar a ser enólogos por un día: se dividen en grupos y compiten para hacer su propio vino, combinando distintas cepas.

“Son experiencias que en el fondo son innovadoras, son distintas. Y sí, tienen el vino al centro, pero también tienen este tremendo patrimonio en el centro”, dice Carretero.