Personaje
Cristián Larroulet y un año sin Piñera: “Hay sentimientos encontrados de nostalgia, admiración y agradecimiento”
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“Estaba en el interior de Lonquimay. Empecé a ver que en los whatsapp de los exministros comenzó a hablarse de un rumor de que el helicóptero del Presidente se había caído al Lago Ranco. Seguí mirando. No quise alterar lo que estábamos haciendo en la familia en ese momento. Le conté a mi señora, que empezó a rastrear por otro lado para tener más información. Me fui a Lonquimay, donde había mejor señal. Ahí me enteré de la muerte del Presidente. Y decidimos con mi señora volver inmediatamente a Santiago”.
Ese es el recuerdo de Cristián Larroulet del martes 6 de febrero del año pasado. El tema claramente lo afectaba. Él había sido uno de los asesores más cercanos a Sebastián Piñera, a quien había acompañado todos los días durante sus dos gobiernos. Es el único que puede exhibir ese récord. En el primer mandato, entre 2010 y 2014, fue ministro secretario general de la Presidencia; en el segundo, entre 2018 y 2022, jefe del poderoso Segundo Piso en La Moneda. Desde ese último cargo, fue uno de los hombres más influyentes en el exmandatario, tanto que no pocos hablaban de “un Presidente en las sombras”. Se habían conocido en 1989, durante la campaña presidencial de Hernán Büchi, y no habían perdido más el contacto. Larroulet fue una de las cabezas detrás de ambos programas con que el candidato Piñera llegó a la meta.
Ahora está sentado en una sala de reuniones de la Facultad de Negocios de la Universidad del Desarrollo, donde Larroulet (economista, 71 años) es académico e investigador. Se cumple un año de la muerte de Sebastián Piñera, y él -después de mucho pensar si aceptaba o no la entrevista- quiere compartir lo que siente frente a esa ausencia y también recordar su estilo, algunas anécdotas, el legado que dejó.
- ¿Qué es lo primero que piensas a un año de su partida?
- En primer lugar, mucha nostalgia. Trabajé con él desde 1989, cuando él participa en la primera parte de la campaña presidencial de Hernán Büchi. Recuerdo muy bien, por ejemplo, de haber trabajado en la oficina en el centro de Bancard. Así que lo primero es nostalgia. Y segundo, satisfacción. Porque cada día más el pueblo chileno lo reconoce, lo valora, lo echa de menos. Es bastante impresionante que sucesivas encuestas, como la última de Criteria, lo coloquen como el mejor Presidente de Chile desde el regreso de la democracia, porque si hay algún Presidente al que le tocó difícil es a Piñera. Vi una encuesta que le pregunta a los chilenos los períodos más difíciles que recuerdan, y los cuatro primeros ocurrieron en el primer y segundo gobierno de Sebastián Piñera. Fue una persona extraordinaria, le hizo muy bien al país. A un año de su muerte, hay sentimientos encontrados de nostalgia, admiración y también agradecimiento de haber tenido la oportunidad de trabajar con él en sus dos períodos completos.
- Tú que fuiste testigo tantos años, ¿fue evolucionando su forma de trabajo? Tenía fama de trabajólico, acuñó el 24/7, enviaba mails de madrugada.
- Como todos los seres humanos, fue madurando y formando esta personalidad integral que nos tocó conocerle como Presidente, pero trabajador fue toda su vida. Incluso en las vacaciones. El sentido de la responsabilidad era impresionante. Nunca voy a olvidar un viernes en que, agotado, le digo: “Presidente, qué rico que sea viernes”. Y me respondió: “Y sábado, y domingo y lunes…”. O sea, no paraba nunca. Me acuerdo que el sábado en la mañana leía todas las minutas, los documentos, preparándose para la semana, y te llamaba para preguntarte detalles.
"Nunca voy a olvidar un viernes en que, agotado, le digo: 'Presidente, qué rico que sea viernes'. Y me respondió: 'Y sábado, y domingo y lunes…'. O sea, no paraba nunca".
- Había que ir muy preparado a las bilaterales con él, lo han dicho varios ministros.
- Lavín dijo que era como rendir un examen de grado. Era así -y aquí hay otra característica de él de las que se habla- por el “método Piñera”. Consistía, entre muchas cosas, que tú tenías que tener muy claro el propósito de un proyecto y también las metas que tenías. Era clave medir, evaluar. Él era una persona que siempre estaba evaluando. Entonces ese método de trabajo que significaba mucha exigencia. En el tema del terremoto se quedaron millones de niños sin poder ir a clases y él le exigió al ministro que en dos meses los niños estuvieran de vuelta a clase. Hay muchos datos de ese tipo, de la importancia del método y de sus frutos.
“Al final tomaba su decisión solito, en su oficina”
-Un terremoto, el rescate de los mineros, el estallido, la pandemia. En momentos de crisis, ¿qué Piñera aparecía?
-Yo diría que aparecía el Piñera más responsable todavía, que trabajaba y agudizaba su mente para analizar bien el problema, los datos, mirar experiencias anteriores. Para él, la Historia era muy relevante. También las experiencias en otras partes. En la pandemia, por ejemplo. Eran claves las vacunas y él se informó rápidamente. Conocía a muchas personas, tenía muchos nexos internacionales. Yo lo veía hablar por teléfono, recoger información. Buscaba siempre varias opciones. En algún momento alguien le dijo que era un error que él se preocupara de tanto detalle. ¿Se acuerdan el micro management? Pero ex post, pucha que fue importante.
- A diferencia de las otras crisis, lo del estallido tenía el componente extra de que el propio Piñera estaba en la mira. ¿Cómo lo viste en ese período?
- Sí, a diferencia del terremoto, del rescate de los mineros, de la pandemia, ahí hubo un esfuerzo por sacarlo del gobierno. Era el blanco principal. Pero Piñera jamás iba a dejar su período inconcluso, por su sentido de responsabilidad que antes mencionaba: éste era tan alto, que sobrepasaba momentos y decisiones difíciles. ¿Cómo actuaba él en esos momentos difíciles? De nuevo: preguntaba, recogía opiniones. Esa es otra característica. Le preguntaba a gente muy diversa, a gente opositora, a analistas que no le tenían simpatía. Recogía mucha información, conectaba opiniones, pero al final tomaba su decisión solito, encerrado en su oficina.
- Durante el estallido, ¿nunca lo viste agobiado, bajoneado, cabizbajo al menos?
- Reflexivo. Pero nunca lo vi agobiado ni abatido, sino lo contrario. Yo tenía clarísimo este tema de su sentido de responsabilidad. Él jamás se habría ido, como muchos dicen. ¿Que había un helicóptero preparado? No, no, eso nunca estuvo.
- De hecho, hasta durmió en La Moneda algunas noches, ¿no?
- Yo no tengo recuerdo de eso. Es parte del mito.
- Pero él mostraba la cama que tenía en La Moneda.
- Sí, hay cama. Todos los presidentes tienen cama. El presidente Lagos dormía siesta todos los días en la cama que está al lado de la oficina. Piñera puede haberse recostado, ¿pero dormir en la noche? No.
- El estallido social tuvo costos para Piñera también entre sus seguidores y partidarios. Vieron una muestra de debilidad al aceptar un proceso constituyente. ¿Cómo él veía ese fuego amigo?
- A nadie le gusta el fuego amigo, pero como él era muy abierto de ideas, entendía que hubiera personas que tuvieran una opinión distinta. Creo que la esencia de ese momento y de esa decisión es cuál fue el instrumento que escogió para poder salir de esto. Y de alguna manera a lo largo de las crisis ves factores comunes. En el terremoto yo me acuerdo muy bien el esfuerzo que él le puso para hacer participar llamémosle a la sociedad civil; hubo proyectos de ley para facilitar las donaciones, por ejemplo, para la reconstrucción. Lo que hay detrás de eso es la confianza en las personas. Y bueno, al final, en el caso del estallido lo que ocurrió es que él apostó por la democracia, confió en la sabiduría de que los chilenos a través del voto iban a lograr una salida de una situación conflictiva. Ése es un sello muy importante de él, era muy demócrata.
"¿Cómo actuaba él en esos momentos difíciles? Le preguntaba a gente muy diversa, a gente opositora, a analistas que no le tenían simpatía. Recogía mucha información, conectaba opiniones, pero al final tomaba su decisión solito, encerrado en su oficina".
“Pucha que hace falta”
- ¿Cómo era la relación entre ustedes en La Moneda?
- Lo primero que tengo que decir es que él era una persona que escuchaba mucho, pese a que da la idea de que no, por esa imagen de que te saluda y no te mira. Pero lo que está detrás de eso, de nuevo, la responsabilidad, porque su tiempo lo estrujaba. Él escuchaba a muchas personas, no sólo a su asesor. Para cada tema tenía expertos a quienes llamar. Llamaba muchas veces a personas que no estaban arriba en la pirámide de la organización, porque sabía que había una persona debajo que manejaba el detalle. En ese sentido era muy horizontal. Ahora, momentos de conversación importante tuvimos muchos. A propósito de lo que está pasando hoy día, recuerdo conversaciones donde estuvimos con Felipe Larraín por el Consejo Fiscal Autónomo, que ahora ha tenido un rol fundamental. Es una obra de Sebastián Piñera. Fue creado primero por decreto en el primer gobierno, en el segundo gobierno fue creado por ley.
- A propósito de obras, ¿qué consideras debiera ser su principal legado, por ejemplo, en materia económica o social?
- Él era economista, tenía ventaja, conocimiento, siempre hablaba del tema del desarrollo y el gran desafío que tenía y citaba un discurso muy famoso de Enrique Mac-Iver, fundador del Partido Radical, a principios del siglo XX, donde dice: “¿Qué detuvo el poderoso vuelo de la Nación?”, porque habíamos tenido en el siglo XIX un momento económico muy espectacular y a principios del siglo XX esto empezó a deteriorarse. Piñera siempre usaba esta imagen para insistir en lo importante de que Chile fuera un país desarrollado. Si miro la historia de Chile desde 1990, el segundo período de mayor crecimiento económico -después de Aylwin- es el período de Piñera en 2010-2014.
- Pero en su segundo período…
- Claro, en su segundo período creció menos, entre otras cosas porque tuvimos la pandemia, las protestas. Pero aun así, creció más que el mundo. ¿Cuál es el problema que tenemos hoy? Que no estamos creciendo. Los períodos malos, como Bachelet uno, Bachelet dos y Boric, crecen menos que el mundo. Con Piñera nunca. ¿Cosas de su legado? El millón de empleos, el aumento de la inversión, creó instituciones que permitieran el progreso económico, como el Consejo Fiscal Autónomo. A nivel sectorial, empujó las concesiones, el cambio tecnológico asociado al mundo digital, empujó el emprendimiento, los liceos Bicentenario, la modernización del Estado, el posnatal de seis meses… Si ves sector por sector, hay una obra gigantesca. Además, dejó algo muy importante: el deber de hacer las cosas bien. Una característica tan en contraste con lo que pasa hoy, que hay metida de pata cada día.
- A tu juicio, ¿en qué áreas del debate público se extraña hoy su voz?
- Hay muchas, así que hay que priorizar. Diría que muy importante su reflexión, por ejemplo, sobre los desastres. La noche anterior a su muerte estaba escribiendo sobre los incendios en Valparaíso y Viña, había convocado a un grupo de personas. Creo que fue el Presidente de Chile al que le tocó la mayor cantidad de desastres grandes y supo salir adelante. Por eso digo que hay una sensación de orfandad. Mira los problemas internacionales que hay hoy día en un mundo convulsionado, ahí se le echa también de menos: tomaría el teléfono, se le ocurriría una idea, estaría viajando. El tema social… tenemos entre 200.000 y 300.000 personas desempleadas más que antes de la pandemia, entonces tú dices Piñera fue capaz de crear el millón de empleos. Pucha que hace falta; podría seguir mencionando cosas donde se le echa de menos.
"Creo que fue el Presidente de Chile al que le tocó la mayor cantidad de desastres grandes y supo salir adelante. Por eso digo que hay una sensación de orfandad".
“Yo veo muchos posibles herederos políticos”
La última vez que Cristián Larroulet vio a Piñera fue en enero de 2024, el mes antes de su muerte. Fue un almuerzo en las oficinas de la Fundación Futuro en Vitacura, donde invitó a varios de sus ex ministros. Larroulet recuerda que también estaban Rodrigo Hinzpeter, Felipe Larraín, Andrés Couve. Hablaron, dice, de las circunstancias del momento y de sus experiencias en el gobierno.
- Seguro Piñera estaría hoy pensando en un regreso de la derecha a La Moneda, ¿no?
- Sin duda. Además él fue bien premonitorio también cuando dijo la unidad de todo el mundo que estuvo detrás del 62% del rechazo el 4 de septiembre. Ése fue un mensaje muy potente y lo será en los próximos meses: unidad, unidad, unidad.
- ¿Ves a la derecha defendiendo o proyectando ese legado o han sido medio cautos en eso y falta levantar un poco más esas banderas?
- Creo que Chile Vamos en general ha tenido una actitud permanente de recordación, de valorización, de homenaje hacia él. Y eso no se va a acabar. Digamos que ahí quizá el legado más importante es el legado político. Un presidente democrático que enfatizó el progreso, el cuidado, la democracia, que enfatizó el tema social, la erradicación de la pobreza, un país más equitativo, énfasis en los temas de educación, salud, inversión, emprendimiento. Es su legado más importante y va a ser un referente en la Historia de Chile de ahora en adelante.
- ¿Él estaría apoyando a Evelyn Matthei?
- Obviamente. Es una persona que trabajó con él, que fue ministra, senadora.
- ¿Usted ve a Evelyn Matthei en esa articulación o esa unidad que buscaba Sebastián Piñera?
- Yo veo que ella tiene todas las condiciones para eso. Se le ve actuando prudentemente, y por lo tanto confío mucho en ella.
- La contingencia la ha ubicado a ella, de alguna forma, como su heredera política. ¿Hay más?
- El legado no es solamente las obras, el estilo, que ya hemos comentado, sino que lo más importante son las personas. Él puso énfasis en eso porque sabía muy bien su importancia. Entonces yo veo muchos posibles herederos políticos.
- ¿Quiénes?
- No voy a decir nombres, porque encuentro que es marcarlos. Pero quiero resaltar que hay generaciones, personas de 50 a 25 años, muy influenciados por él.
- Muchos apuntas a que Magdalena, la hija mayor de Piñera, sería su heredera política natural. La tientan incluso con cargos de elección popular. ¿Qué opinas?
- La Magdalena es una gran persona, muy capaz. Pero yo la veo hoy día absorbida en el tema de su papá, de la fundación y el legado.
- Se ha instalado un debate de si debería o no haber una estatua del Presidente Piñera frente a La Moneda. Unos dicen que le corresponde por derecho, otros alegan que no tiene la estatura moral requerida. ¿Qué piensas?
- Las declaraciones de personas que dicen que no tiene estatura moral son muy lamentables, porque lo que la ciudadanía piensa de él es exactamente lo contrario a esas opiniones. Incluso lo encuentro un error político decir eso. Chile es un país que valora la unidad, valora su exPresidente, se notó en el funeral por los miles de chilenos que fueron a darle homenajes y a todos nos impresionó. El chileno es generoso. Entonces esas opiniones son un error gravísimo que no va a tener ninguna importancia, porque va a haber estatua; es merecida.
- ¿Tú has pensado en escribir algún libro de tu experiencia y trabajo con él?
- (Queda un rato en silencio). Ya veremos. Yo hice un libro en el primer Gobierno.
- Pero en el segundo Gobierno pasaron muchas más cosas.
- Sí.
- ¿Ya estás preparando algo?
- No. Pongámoslo así: es una idea.