Dicen que lo que Jessica López (65) más ama en la vida es a su nieta Adela, de tres años, que vive con ella y al BancoEstado, entidad en la que trabajó 24 años y al que vuelve después de una temporada fuera. Y lo hace en grande, como nueva presidenta.

De hecho, fue ella misma quien llamó al ministro de Hacienda, Mario Marcel, a quien conoce desde su época de estudiantes de Economía en la Universidad de Chile, para postularse al cargo, un desafío que tenía pendiente, luego de haber ocupado todas las gerencias más importantes del banco.

Fue gerenta de riesgo, contralora, gerenta general y vicepresidenta de la entidad estatal hasta 2018, fecha en que debió dejar su cargo tras el cambio de gobierno.

Hoy vuelve para tomar las riendas de la institución con la tarea de apoyar especialmente a las micro, pequeñas y medianas empresas, a los emprendedores de regiones y seguir avanzando en la digitalización.

Pero también, dicen quienes la conocen, su tarea será defender al banco para que siga siendo una empresa enfocada en sus clientes y en el proceso de bancarización del país. “Hay que defenderlo de las miradas externas que no entienden el rol del banco y lo acusan de que se transformó en un banco comercial”, dice un exejecutivo de la entidad.

López no milita en ningún partido, pero es cercana al PS y forma parte de un reducido grupo de economistas de esa colectividad y del PPD que se reúne regularmente desde hace 20 años, entre los que está el exministro Nicolás Eyzaguirre; la presidenta del directorio de Comunidad Mujer, Alejandra Mizala, y el economista Jorge Marshall.

Al interior del banco, recibieron su nombramiento con fiesta. Los WhatsApp de los trabajadores explotaron cuando se confirmó que López sería la nueva presidenta e incluso se compartieron stickers con su rostro y mensajes de celebración. Según menciona una persona al interior de la institución, para los empleados de la entidad, acostumbrados a los cambios de timón cada vez que sale un gobierno, tener como líder a una persona que conoce el banoc de memoria, es una tranquilidad.

Transformación
Fue una enfermedad autoinmune, que sufrió entre 2000 y 2001, la que según sus cercanos la hizo cambiar el switch. Un dolor muscular que la tuvo casi seis meses sin trabajar mientras era gerenta de riesgo de BancoEstado, la obligó a revisar sus modos y su manera de mirar la vida.

Según recuerda una amiga, Jessica estaba muy enfocada en cumplir las expectativas de su cargo y eso le pasó la cuenta. Fue así como conoció a Carmen Cordero, bióloga, discípula de Humberto Maturana y Francisco Varela, con la que empezó a trabajar en terapias principalmente corporales y de conocimiento personal, y de quien hoy es socia en el Centro de Integración Cognitivo Corporal, que se dedica al estudio del comportamiento y la experiencia humana desde una perspectiva neurobiológica y psicológica.

Esa experiencia, dicen quienes vivieron esa etapa de López, cambió su manera de mirar el mundo y de relacionarse con los demás. De carácter fuerte, frontal, directa, exigente y muy rigurosa, su manera de plantear su punto de vista y de expresarse a veces podía intimidar a quienes trabajaban con ella. Por lo mismo, quienes vivieron su proceso personal de autoconocimiento destacan la manera como logró incorporar nuevas habilidades a las que ya tenía.

“Era una persona muy enfocada en que los procesos fueran impecables. Y uno de los grandes temas en esos tiempos era cómo lográbamos que el personal se sumara a la necesidad de cambio, que era crucial, con un banco casi detenido del ciclo comercial, casi fuera del negocio. Eso significaba desarrollar argumentos técnicos y blandos. Y en ese sentido, ella fue cambiando y desarrollado nuevas competencias a través del coaching y el conocimiento personal, y es muy destacable que haya desarrollado eso”, dice Juan Manuel Mena, presidente de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), quien fue uno de los promotores de su carrera en el BancoEstado.

Carlos Martabit, exgerente de Finanzas del banco estatal, dice que sin duda cuando Jessica fue gerenta general fue la mejor época de la institución:

“Se relacionó con instituciones de desarrollo, promovimos fuerte la microempresa desde la parte técnica, hicimos una alianza con Metro, potenciamos la oficina en Nueva York, que permitía tener financiamiento directo de la Reserva Federal de Estados Unidos y que la anterior administración cerró, y se llevó a cabo una modernización en materia de recursos humanos muy importante”.

Reparos a la CC: lo que complicó su designación
Tras la salida de Jessica López del banco en 2018, se integró rápidamente al sector privado como directora de Itaú y luego como presidenta de Andess, el gremio que reúne a las empresas sanitarias del país. Desde ese cargo, en el que estaba hasta antes de asumir esta semana en BancoEstado, planteó con fuerza sus reparos frente a las ideas de la Convención Constitucional para estatizar los servicios sanitarios.

Esas diferencias, dice una fuente vinculada a la política, complicaron su designación. “Dado su cargo anterior, hubo cierta resistencia que alguien que defendió con tanta fuerza a la empresa privada vinculada al agua, que es un tema muy sensible para este gobierno, asuma una labor como presidenta del banco. Eso tomó tiempo, pero finalmente se solucionó”, explica.

“Siempre me gustaron su estilo y su impronta. Es una mujer muy enfocada en lo que hace y es muy directa en sus planteamientos. Le tocó un período complicado de sequía, de regulación, con el nuevo Código de Aguas, y ni hablar de la Convención Constitucional, donde me consta que se ha puesto a disposición para entregar información y ayudar en la discusión”, dice el presidente del directorio de Aguas Andinas, Claudio Muñoz.

Mujeres en la terna
Otro de sus sellos mientras fue gerenta general fue su preocupación por los temas de sostenibilidad. De hecho, BancoEstado fue pionero en emitir bonos verdes.

“Es una persona con mucha experiencia en terreno, es alguien que baja y conoce la realidad y le interesa saber más”, dice Marcela Bravo, directora ejecutiva de Acción Empresa, organización que en conjunto con Puente Social imparten el programa Realidad sin Filtro para promover conversaciones entre directores y gerentes de empresa con líderes sociales, del cual López participó el año pasado.

Jessica es también socia de la Red de Mujeres en Alta Dirección, REDMAD, y consejera de Comunidad Mujer desde 2019. Una de sus políticas en el banco era que siempre en las ternas para nuevos cargos, al menos uno de ellos debía ser mujer.

Hoy, muchos apuestan a que López promoverá a la actual subgerenta de Asuntos Corporativos, Soledad Ovando, para el cargo de gerenta general. Ambas trabajaron juntas durante años en el banco y, de hecho, hace tres semanas atrás, cuando Ovando recibió el premio Ejecutiva del Año de EY y El Mercurio en CasaPiedra, hizo un público reconocimiento a López, quien estaba entre los 300 invitados, a quien agradeció como su mentora.

“Bastó que nombrara a Jessica para que estallaran los aplausos”, recuerda uno de los asistentes.